Aterciopelados: un subidón de esperanza en Etnosur

Por Marta Alamañac. Publicado el 2 de marzo de 2017

Radio Gladys Palmera se da un pequeño homenaje: anunciar que Aterciopelados será uno de los artistas confirmados y presentes en la próxima edición del festival Etnosur y para celebrarlo hemos pedido a una amiga de este medio, Marta Alamañac, que nos diera una visión personal e intransferible de la banda que transformó para siempre el rock latino.

oto: Aterciopelados

Marta Alamañac, bloguera, docente y melómana, retrata de viva voz el impacto emocional que supone cada presentación de Aterciopelados. Un viaje al mundo interior de Héctor y Andrea.

Junio de 1996. Zaragoza. Concierto de Héroes del Silencio. Recuerdo el lugar, la hora, el calor y el olor a albero de la plaza de toros en el que estaba cuando escuché por primera vez a Aterciopelados. Unas coordenadas más que importantes, pues llegar a este país de la mano de los grandes del rock patrio en los 90’s y en su ciudad natal era apostar a caballo ganador.

Y es que, aquella sofocante noche, caí enamorada. Nadie esperaba nada de ellos, no sonaban a nada conocido; su mezcla de instrumentos y ropas indígenas chirriaban en la era de brit pop. Aquella pareja estrafalaria cantando en español, sin poses aprendidas ni letras sangrantes tenían todo para desaparecer tras su actuación. Pero no fue así. Algo de su discurso y de su buena onda quedó en todos los asistentes. Y en mí que, sin saberlo, acababa de conocer a un grupo que me acompañaría a partir de entonces y formaría parte de mi mapa de sonidos.

Durante un tiempo sonaron en radio fórmulas, siempre precedidos del apellido de su país. Colombia. Sin embargo, fue en los bares donde triunfaron, donde se hicieron con un público selecto y fiel que hoy en día sigue acompañándoles. Bares por toda Europa, como aquellos de ínfulas latinas que frecuentaba el año que estudié en el norte de Francia y en los que, junto a mis queridos amigos colombianos, cantábamos “la pipa de la paz”. Fue entonces cuando supe de su sentido, de la intrahistoria de sus letras, de la verdad de un país que soñaba con ser lo que fue, con quitarse el estigma, la etiqueta que los narcos, la guerrilla y los medios de comunicación les habían puesto. Verdadero paraíso, muchas lunas fue así. Naturaleza desbordante, realismo mágico, cultura milenaria, gentes bravas. Escuchar a Andrea y Héctor es un viaje lisérgico, un subidón de alegría y esperanza. Saben como nadie abrir una puertecita hacia un mundo de color. Y escuchar a Andrea muy de cerca fue una de mis mejores experiencias musicales.Aterciopelados

En 2007 nos volvimos a encontrar, esta vez en una tienda FNAC, donde no seríamos más de 20 personas. Nos cantó, nos contó secretos suyos, nos regaló, como dijo ella “presentes de la pacha mama” y nos robó el corazón. A raíz de aquel encuentro empecé a interesarme no solo en su música, sino en su discurso claramente feminista. Echeverri es un referente del movimiento, pues trasmite unos valores acordes con muchas de nosotras. Ve la belleza, la fuerza y el potencial de cada mujer. Su carrera en solitario ha sido igual de interesante, explorando, como buena música, horizontes diversos y más íntimos, conectando con un público mayoritariamente femenino. Y madres. A-eme-o es un canto a la maternidad, al amor con mayúsculas. Una de esas canciones que hace llorar y sonreír; una nana para bebés queridos y madres recién estrenadas. Recuerdo bailarla con mi niña recién nacida en brazos y sentirme enormemente feliz. Gracias.

Hace unos meses, su última gira les llevó de nuevo a la ciudad en que nos conocimos, y cerré el círculo. Antes de salir al escenario pude verlos, abrazar a Andrea y que mi hija la conociera. ¡Qué carita de ilusión! La gente cantaba y festejaba sus canciones como himnos. Banderas de Colombia, cachirulos, flores. Un festival, un canto a la vida y a la esperanza. Es difícil encontrar a un grupo que sea capaz de transmitir esa alegría, ganas de luchar por un mundo mejor.

No dudo que, en esta próxima visita, Aterciopelados embaucará al público con su propuesta ecléctica, canciones convertidas en himnos y nuevos ritmos relucientes y rechinantes. Otra oportunidad para disfrutarlos, una oportunidad para ver en directo a un grupo referente del rock latino.

Porque recuerden, queridos todos: su música es amor.

Marta Alamañac