Toumani Diabaté y la diversidad

José Manuel Gómez Gufi. Publicado el 28 de julio de 2015

 

En una semana Toumani y Sidiki Diabaté han recorrido media Europa cabalgando sobre un instrumento (la kora) que lleva en la familia 72 generaciones, unos setecientos años. En aquellos días en los que alcanza la memoria de los Diabaté se forjaba el imperio Songhay y en la península ibérica finalizaba la reconquista y se descubría oficialmente América.

La historia nos queda lejos pero el concierto de Toumani Diabaté y su hijo Sidiki fue una bofetada de belleza. Tocaron las mismas canciones que hace una semana en Cartagena pero nada fue igual excepto el resultado: la conmoción que causa esa belleza.

Comenzó el joven Sidiki, una estrella pop en Mali. Luego apareció Toumani que nos explicó el secreto de la kora un instrumento de veintiuna cuerdas, con unas hacen el bajo, otras están dedicadas al acompañamiento y las demás sirven para improvisar. Se añadió Sidiki a la demostración y entonces nos contó que dos koras son como seis músicos, un conjunto, una orquesta y juntos nos pasearon por las maravillas de África.

Por la tarde Toumani había recogido el premio a la diversidad cultural Pirineos Sur 2015. “Deseo que este festival mantenga su espíritu y que todavía vaya más allá en ese esfuerzo de trabajar por la paz, la unidad y la hermandad entre los pueblos. África representa hoy muchos valores que están perdiéndose. Me encantará hacer de embajador ante mi país y mi continente para hacer llegar el importante mensaje de Pirineos Sur”.

El concierto de la noche fue presentado por José Luis Cortés que rememoró los días en que la musicóloga Lucy Durán (y periodista de la BBC) viajó a África en busca de ese instrumento que había escuchado en una cassette. Tras una aventura en Senegal, un sabio la condujo ante la pista más segura, la de los Diabaté. Así conectó con el joven Toumani que comenzó su carrera internacional, luego se produjo el encuentro con Ketama, con Taj Mahal, con Bjork o con Damon Albarn.

Fue un día cargado de compromisos para Toumani quizá por eso en la recta final de concierto, fue su hijo Sidiki el protagonista. Después de cenar, de madrugada. Toumani grababa una jota para el disco producido por José Luis Cortés. Un rato antes le pregunto a Toumani sobre el futuro de la kora y Toumani sonrie y sí, parece que está en buenas manos. Luego me pregunta por Martirio con la que colaboró hace un tiempo y le cuento otra historia sobre padres e hijos y lo mucho que se parecen africanos y flamencos. Nos reímos y vuelvo a soñar con música.