Julio Albarrán

Me pregunta el amigo Gaby Plaza por twitter que qué me parece la sesión electro-flamenca de Le Parody. He intentado resumir pero twitter se me queda pequeño.

Me gusta mucho la idea narrativa de Le Parody. Las canciones nos cuentan cosas y los sonidos también. Se encuentran para empezar la voz de pizarra de Cagancho y Esplendor Geométrico.

Llega la Caíta en una de sus escasas grabaciones irrumpiendo en una base electrónica que se disipa para mostrar una de esas verdades que no tienen discusión: que La Caíta tiene un “rajo” muy poderoso quizá por eso Camarón la iba a buscar cuando iba por Badajoz.

Y pasamos de una mezcla imaginada, la de la Caíta, a un arreglo buscado, el de Niño de Elche y los Voluble que han presentado ese trabajo dos años seguidos en el Sónar. Conclusión: que me gustaría escuchar el disco que le salga del coño a la Caíta.

Aún no he visto en directo a Rocío Molina pero algunas de las cosas que se ven en el youtube me parecen deslumbrantes. En fin, me gusta cómo mezcla Le Parody el ruido y el silencio. Y me da igual que no tenga compás o que sí lo tenga.

ME GUSTA, NO ME GUSTA

Vayamos con lo que no me gusta. No me gusta todo el flamenco, ni todo el free-jazz, ni todo el tango, ni todo el soul. Así que tampoco me gusta toda la electrónica o todo el rock and roll.

Así que vayamos con lo que me gusta del flamenco. Hay días que no puedo escuchar flamenco y en esos días coincido con la mayoría de los españoles aquejados por el virus anti-flamenquista que vamos a tener que hacernos mirar con urgencia. Me dirán que hago un programa con mucho flamenco y que, a veces, no pongo los temas enteros de los flamencos.

Mea Culpa

Es como esa petición de silencio que utilicé para abrir el programa titulado Viva el Borrico. Hay un sabio que pide silencio, una mujer más sabia eleva la voz para que se enteren todos y aún así se escuchan siseos de otras dos personas que opinan sobre la oportunidad de callarse. La grabación pertenece a un concierto de Tío Gregorio el Borrico y aquí es donde le escuchamos por seguiriyas y somos conscientes de que necesitamos sabios que se sepan callar a tiempo.

 

La dinámica es lo que nos permite conjugar el tiempo y el espacio y… sin embargo, el silencio en el flamenco es tan importante como en la electrónica. No importa a cuantos beats por minuto golpee el bombo, siempre hay un silencio entre beat y beat.

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