Nico no necesitaba apellido. Vivió entre los más grandes de la música: Lou Reed, Brian Jones, John Cale, Mick Jagger y fue la protegida de Warhol en los tiempos más pujantes de la Factory. Trabajó de modelo, actriz y cantante; incluso con Fellini en La Dolce Vita. Su vida siempre estuvo al borde del acantilado. Adicta a la heroína y sombría como era, Nico se aferró a la vida, muriendo en 1988 en circunstancias extrañamente después de caer de una bicicleta en Ibiza. La vida tiene sorpresas.

Consiguió unir la banda The Velvet Underground y Nico pero se fue después del primer álbum. El vínculo de Nico con su antiguo grupo se mantuvo firme y en 1968 en su debut como solista grabó canciones de John Cale y Lou Reed, así como algunas de un músico de 16 años, llamado Jackson Browne, quien la acompañó durante los espectáculos. En algunos de sus primeros shows estuvo acompañado por Tim Hardin y Tim Buckley. Tocó todos los instrumentos y su armonio era como una especie de zumbido y fue su marca registrada.

Pero es que también tocó con Brian Eno y vivió un romance furiosos con Jim Morrison, y tuvo un hijo al que puso de nombre Ari con Alain Delon. Era bellísima y dulce pero su alma era oscura. Siempre creímos que era alemana, pero era hija de español y yugoslava. Nico, según le consideraba, decía haber nacido o en Colonia en 1938 o Budapest en 1943. Experimentó la Segunda Guerra Mundial como un trauma primordial, sus primeros años fue testigo de bombardeos británicos y de la conquista de Alemania por las tropas soviéticas.

Creció como una cosmopolita sin raíces (en su pasaporte constaba sin domicilio fijo), se educó en Francia e Italia, así como Alemania y hablaba siete idiomas. Desde la edad de 15, ella viajó por Europa (y pronto entre Europa y América), sin permanecer en ningún lugar por mucho tiempo en ningún lugar. Era una mujer fronteriza, de forma y fondo.

Cantaba las canciones de Jim Morrison, uno de sus muchos amantes famosos. “Él era mi hermano del alma”, dijo Nico una vez de Morrison. “Él me enseñó a escribir canciones. Nunca pensé que yo podía, porque al salir de la moda … Quiero decir, yo no tenía aptitudes para la escritura… Él realmente me inspiró mucho. Era como mirarme en un espejo y luego… “.

Pero Nico pasó de la luminosidad de un amor de verano al amor del invierno de la desesperación. Estos son sus paisajes interiores, brillando en su belleza casi inmaculada, pero con la vida de una persona aislada del calor humana, helada y fría a todo contacto humano y sin conocer la amistad, pero rodeada de todos los grandes de su época.

Era demasiado bella, “casi vivía una carga ser tan hermosa … era una persona muy seria y quería ser considerada una poeta, un compositor de canciones”. Como dijo Breton “la belleza es el comienzo de lo terrible”. Su bellísimo hijo Ari es un espectro de desolación a sus 53 años.

Dejó algunas canciones míticas que se han convertido en clásicos.