El loco cha cha chá

Formato: LP
Sello: GNP - GNP 22
País de edición y fecha: Italia, 1957
Grabación: Estados Unidos
Estilo: Latino, Afro-cubano
Géneros: Cha cha chá, Mambo, Bolero

Tras su creación por Enrique Jorrín, el cha cha chá se convirtió en uno de los ritmos más recurrentes en la obra de Rosendo Ruiz Quevedo (La Habana el 17 de octubre de 1918-27 de junio de 2009), uno de los compositores cardinales del género (no olvidar sus grandes éxitos Los marcianos y Rico vacilón). Bajo el nombre de Amarren al loco –frase de uno de sus primeros versos- Fajardo y sus Estrellas graban en Cuba para Panart, en fecha indeterminada de 1957, su versión de El loco cha cha chá (P-1900) publicada en un disco “de locos”, pues en la otra cara tiene El loco y sus diablitos, un cha cha chá de Miguel A. Estivil. La de Fajardo es, probablemente, la versión de El loco…que primero se hace popular en Cuba.

Mientras en La Habana Ruiz Quevedo componía El loco cha cha (Amarren al loco), en fechas cercanas el rockero afroamericano Richard Berry (Nueva Orleans, 11 de abril de 1935 - Inglewood, 23 de enero de 1997) escribe Louie Louie, sin dudas su tema más trascendente, pues se convirtió en uno de los más populares y versionados en el pop y el rock estadounidense. Sin embargo, poco se conoce en torno a este tema lo que involucra a Berry con dos grandes músicos cubanos: Rosendo Ruiz Quevedo y René Touzet.

En su libro “The fifties in America” (Salem Press, 2005) el investigador norteamericano John C. Super señala: “La inspiración y el impulso para crear ‘Louie Louie’ vino de la canción “El loco cha cha” que interpretaba René Touzet. Richard Berry hizo la letra, que contaba, en primera persona, la historia de un pescador jamaicano, de regreso a la isla donde lo esperaba su mujer, quien lo contaba al bartender que después le serviría su trago…”.

Otro tanto, aunque con lujo de detalles y una confirmación inequívoca, aporta el crítico, periodista y editor Dave Marsh, autor de “Louie Louie: The History and Mythology of de World’s Most Famous Rock’n Roll Song” (University of Michigan, 2004), el libro que dedicó por entero al tema estrella de Richard Berry.

Marsh cuenta su versión de cómo Berry creó su canción, y es en sí misma, más que elocuente: “Lo que estaba pasando de la puerta del camerino hacia adentro era un golpeteo rítmico constante. Sin embargo, esa noche un ritmo muy fuerte hizo que Richard se levantara de un salto, y se conectara fuertemente con lo que estaba escuchando. Duh duh duh. Duh duh, sonaba. Berry lo oyó y lo reconoció. Tarareando ese riff mientras la canción se resolvía en un cha-cha estándar, tomó un lápiz y el único papel a mano, una bolsa arrugada que estaba tirada en el suelo, y garabateó unas líneas, el comienzo de la letra del tema. En el escenario, Berry pidió a los músicos de The Rilleras que le identificaran esa melodía: ‘la que tiene el bajo ese… y la introducción de piano’. The Rilleras mencionaron algunos títulos fallidos. ‘Ustedes saben!’, les dijo Richard, ‘el que dice duh, duh duh, duh duh...". Y de inmediato, The Rilleras le dijeron: ‘Oh, sí!! Ese es ‘El loco cha cha’!

- Oh, sí!! Y de quién es?

- De René Touzet.’

A la mañana siguiente, en la casa en el que había crecido, en West 54th Street en el guetto negro de Los Ángeles, Berry se despertó. Duh duh duh, duh duh, martilleaba en su mente mientras se vestía. Salió hacia una tienda de música para comprar el nuevo disco de René Touzet con el sello del GNP. No podía recordar el título exactamente y ni siquiera estaba seguro de tener el nombre correcto del artista. René Touzet parecía un nombre tan improbable, ¿no era francés? Incluso treinta y cinco años más tarde, Berry recordaría la ansiedad que le invadió mientras esperaba a que la aguja cayera en el surco de ‘El loco cha cha’. ‘Pero cuando sonó, me dije, ‘Esa es la canción’’. No era difícil decir: duh duh duh, duh, duh, claves, bajo, y piano a modo de introducción, y duh duh duh, duh duh también para el final. Más allá de eso, “El loco cha cha” es un cha-cha convencional, aunque, como señala Barry Rillera, ‘Touzet tenía una manera real de conseguir un cha cha en ritmo suave, pero muy sólido’. Y ese duh duh duh suave, pero sólido puso a Richard Berry en el camino de la melodía más inolvidable de su vida. Después que Richard confirmó que ‘El loco cha cha’ era el disco correcto, comenzó a reelaborar su riff de apertura y cierre y un trozo de su melodía, para adaptarse a la idea lírica que había garabateado en la bolsa de papel en el vestidor de Harmony Park.”


En el fragmento citado, Dave Marsh no deja dudas en cuanto al reconocimiento por parte de Richard Berry hacia el tema del cubano como origen del suyo, pero hace justicia tanto a René Touzet, como al propio Richard Berry, cuando afirma: “Esto no significa que Richard Berry robara ‘El loco cha cha’ más de lo que los Rolling Stones robaron en la media docena de sus más famosas canciones que, indiscutiblemente, deben sus orígenes a Chuck Berry, porque Berry debe a Louis Jordan, T-Bone Walker y Charlie Christian por igual.” Ese mismo año, 1957, Berry convierte su Louie Louie en un gran éxito en toda la Costa Oeste.

En el libro de Dave Marsh se menciona cinco veces a René Touzet y otras cinco a El loco cha cha, pero ninguna a su autor original, Rosendo Ruiz Quevedo (Rosendo Ruiz Jr.) Tampoco lo hizo el FBI en sus frenéticas pesquisas en torno a la versión más pegada del Louie Louie: la que hiciera la banda de garage rock The Kingsmen cerca de 1963 y que la catapultó al éxito a escala nacional, hasta convertirlo en uno de los temas clásicos del rock-and-roll en Norteamérica. En una suerte de prestidigitación sonora, alguien denunció que percibía presuntas palabras obscenas según el modo en que se reprodujera el disco. El destino que corrió Louie Louie, trasmutado en objeto de afán detectivesco, al que el Buró Federal de Investigaciones le dedicó un tiempo insólito y una atención desmedida, está ampliamente narrado en el libro de Marsh. La investigación terminó sin responsabilidades penales, pero también dejando sin solución una de las investigaciones más prolongadas e inconcebibles. Ya para entonces hasta se habían olvidado del gran René Touzet, a quien, paradójicamente, el FBI nunca puso bajo el radar de la sospecha, convirtiendo durante sus pesquisas a Berry a los The Kingsmen en potenciales chivos expiatorios.

Si escuchamos la versión grabada por Fajardo de El loco cha cha cha bajo el título de Amarren al loco, ésta no incluye el intro rítmico que lo hizo famoso en la versión de Touzet con Carlos Vidal Bolado en las voces. Según sugiere el musicógrafo Zeno Okeanos en su texto biográfico René Touzet1 (de 1997 y actualizado en 2003), es Touzet quien incorpora a El loco cha cha el segmento inicial rítmico que se repite todo el tiempo a lo largo de Louie Louie, en el que, Richard Berry, de paso, suprime las trompetas que había incorporado Touzet, reemplazándolas por vocalizaciones. Okeanos entrevistó a Touzet, y de la conversación recordó un incidente confirmador: “Ambos nos reímos del hecho de que gran parte del mundo sólo lo conoce, porque el gran éxito pop ‘Louie Louie’ se basó en los dos primeros compases de su gran arreglo de ‘El loco cha cha" de su álbum ‘Broadway to Havana’. Este album producido por Gene Norman para su sello GNP contiene la grabación original de René Touzet y su orquesta de El loco cha cha , que fue publicado en Italia también en 1957, pero cambiando el título del LP por el del famoso cha cha chá de Rosendo Ruiz Quevedo.


Louie Louie ha sido parte de la banda sonora de más de una decena de filmes y todavía hoy sirve de tema a comerciales y elementos publicitarios. En ocasión del 20 aniversario de la canción, la emisora radial KMJC de California unió a Berry y a Jack Ely, guitarrista y cantante de The Kingsmen en una transmisión memorable que dio paso a 63 horas consecutivas –casi dos días y medio- con más de 800 versiones de Louie Louie sonando todo el tiempo, considerando que era menos de la mitad de las cerca de 1700 existentes, y entre las que se destacan las de Otis Redding, The Beach Boys, David Bowie, Ike & Tina Turner, Greatful Death, Patti Smith, Kinks, Motörhead, The Clash, Iggy Pop, y muchísimos más. El record alcanzado por The Kingsmen, en su versión, resume la trascendencia de Louie Louie al aparecer en el número 55 de la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos, compilada por la revista Rolling Stones a inicios de los 2000.

El loco cha cha chá de Rosendo Ruiz Quevedo y René Touzet, sin embargo, aunque se hizo muy popular en las presentaciones de la orquesta de Touzet en Estados Unidos y sobre todo en la Costa Oeste, ni por asomo rozó el descomunal fenómeno que logró desatar Louie Louie. Como saldo, le quedó a su autor y a su arreglista e intérprete un consuelo que no es de tontos: saber que nunca un cha cha chá de origen y arreglo cubanos influyó tanto en la música rock y pop en los Estados Unidos. (Rosa Marquetti)


Nota:

1 http://dmreed.com/docs_rtfs_txts_pdfs/zenos_rene_touzet_biography_20030617.pdf


Tracklist:
A1 Manhattan (Richard Rodgers, Lorenz Hart)
A2 Cherry Pink (Marcel Louiguy, Mack David)
A3 El loco cha chá (Rosendo Ruiz Jr.)
A4 La comparsa (Ernesto Lecuona, Albert Gamse)
A5 My Music Is for You (René Touzet)
B1 Midnight Sun (Lionel Hampton, Sonny Burke)
B2 Too Marvelous for Words (Johnny Mercer, Richard Whiting)
B3 Bolero Time (René Touzet)
B4 The Porter Cha Cha (Antonio López Martín, Frank Pérez)
B5 Leo's Mambo (René Touzet)
Featuring:
René Touzet - Dirección
Gian Carlo Greguoli - Diseño portada, Fotografía de portada
Gene Norman - Notas de portada
Notas:

Edición italiana del LP "From Broadway to Havana". El título original aparece en la etiqueta del disco.