Noche cubana

Formato: LP
Sello: Fama - LPG-107
País de edición y fecha: Cuba, 1957
Grabación: Cuba
Estilo: Latino, Afro-cubano

En la segunda mitad de los años 40, una nueva generación de cantautores influenciados por el jazz, el pop norteamericano, la música clásica, la trova y otros, plasmaron sus inquietudes y sentimientos en una nueva manera de hacer la canción y el bolero, en un nuevo estilo llamado filin. Uno de sus protagonistas, Ángel Díaz, contaba: “Es Luis Yáñez quien empieza a usar la palabra feeling o filin, quien la coloca en el argot cubano y con ella establece un concepto de vida. Decía, por ejemplo: ‘Tú no tienes filin para vestir’. O, ‘esa muchacha tiene filin’”. Añade César Portillo de la Luz, autor de Contigo en la distancia, Realidad y fantasía y Delirio: “Esta palabra es parte del lenguaje musical. Nosotros, entonces la empezamos a utilizar para nombra nuestras cosas. Después generó el dicho ‘las canciones de los muchachos del filin’ y por último, ‘las canciones del filin’. Así se fue identificando esta tendencia nuestra con la palabra filin, calificando por extensión un tipo de canción, un estilo desde el punto de vista armónico, melódico y literario. […] Uno se encontraba en la canción que nos antecede, un tipo de letra un poco llorona, sensiblera. En nosotros la letra tenía que ver con la realidad a diario, con la prensa, con el fragor del joven queriéndose abrir paso. Nosotros aparecimos con una letra más cercana a la vida, a nuestra necesidad de enfrentar la vida misma. Tenemos el ejemplo de una canción como La gloria eres tú de José Antonio Méndez, donde este dice: ‘no necesito ir al cielo tisú / si alma mía la gloria eres tú’. Nuestras letras estaban muy emparentadas con lo lírico, pero no con el regodeo morboso de dolor o la soledad. Cuando yo, en 1948, salgo con un texto que dice: ‘Mi canción es un grito de alegría’, la gente, mucha gente, dijo: ‘¡Coño, ¿y esto qué cosa es?!’ Porque, claro, todas las canciones lloraban y lloraban”.

Mario Ruiz Armengol, una de las influencias de los muchachos del filin, es uno de los primeros, con su orquesta y la voz de Fernando Fernández, en interpretar y difundir sus creaciones en el extranjero. En Cuba, su mayor divulgación se debe al Conjunto Casino, con la voz de Roberto Faz, y arreglos de Andrés Hechavarría “El Niño Rivera”. No obstante, como señala Radamés Giro: “Para la trova tradicional, el filin y la nueva trova, la guitarra ha sido, por su fácil transportación, el vehículo idóneo para los cultivadores de esta forma de expresión de la música cubana. El filin rescato la guitarra en un momento en que este precioso instrumento había perdido presencia, porque hay que pensar que en aquellos momentos los músicos que ‘dominaban’ eran los pianistas, como Orlando de la Rosa, Mario Fernández Porta, Julio Gutiérrez, Bobby Collazo, Candito Ruiz… Estos compositores dominaban la radiodifusión, componían con el piano e impusieron este instrumento, y la guitarra quedó atrás”. Quizás el primer trío de guitarras y voces en asimilar y promocionar los acordes y las armonías sofisticados de los filineros, demarcándose así de los tríos de tango o los tríos de boleros a lo Panchos en boga en la época, fue el Trío Taicuba, combinación de las palabras indígenas Taíno y Cuba.

En una transcripción de entrevistas a sus integrantes, el musicógrafo Ezequiel Rodríguez Domínguez, aporta como fecha de fundación del trío el 15 de agosto del año 1946, en pleno periodo de surgimiento en el panorama musical cubano de autores antes citados como José Antonio Méndez y César Portillo de la Luz. Es el año de la composición Novía mía del primero, y de Contigo en la distancia del segundo. Sus tres fundadores son Alfredo Valdés Cataneo (1916-2013) (voz, maracas y guitarra), Evelio López-Gavilán (guitarra y voz), y un tal Miranda, y su representante Escolástico Sardiñas les consigue actuaciones en todo el país. Cataneo y Gavilán se conocían desde su provincia natal de Matanzas donde entre 1934 y 1939 había compartido varios formatos como el Dúo Gavilán-Cataneo o el Trío Armónico (completado por Manolo Rebull), actuando regularmente en las capitalinas radios CMQ y RHC-Cadena Azul. Entre 1948 y 1949, con la salida de Miranda y la entrada del trovador Héctor René Leyva (1926-2017) (segunda guitarra, primera voz) y del guitarrista habanero Baz Tabranes Mattar (1922) (requinto, voz), el Trío Taicuba se convierte en Cuarteto Taicuba. La incorporación de Tabranes marca un antes y un después en la línea de trabajo del grupo. Es su formación y experiencia guitarrística que les permiten la plena aceptación e interpretación del complejo repertorio del filin. Tabranes había demostrado su vocación musical a los diez años y adquirido las posiciones fundamentales en la guitarra de parte de Armando Viañez, compañero de trova de Manuel Corona. Amplió sus conocimientos con el guitarrista Fabio Landa estudiando instrumentación, y cursó tres años de teoría, solfeo, armonía y técnica guitarrística con el maestro Vicente González Rubiera “Guyún” en el Seminario de Música Popular. También terminó un curso de armonía adaptado a la guitarra, ofrecido por Adolfo Guzmán. Organizó su primer trío de voces y guitarras -un trío de tangos- en 1939 con Fabio Landa y Miguel Ángel Penabad (este último remplazado en 1941 por Evelio Llerena).

El Cuarteto Taicuba hace entonces de Noche cubana de César Portillo de la Luz su tema de presentación en sus presentaciones radiales en RHC-Cadena Azul y Mil Diez, aunque no la graba hasta 1957. Otro de sus éxitos radiales en otro registro es la guaracha-porro La múcura del colombiano Toño Fuentes. El 16 de agosto de 1950, Evelio López-Gavilán registra la marca comercial Taicuba en la Oficina Nacional de Invenciones, Información Técnica y Marcas del Ministerio de Comercio. Es la época de sus seis primeras grabaciones para el sello Panart, incluyendo Quinto patio de Luis Arcaraz, y varios boleros de Baz Tabranes como Amor color de rosa, Te llaman mala y Lástima y desdén.

A finales de 1950, Gavilán abandona el grupo y Baz Tabranes asume su dirección ahora de nuevo como trío. Las transmisiones televisivas se han desarrollado en Cuba. Con la llegada del Canal 4 de Unión Radio TV, debutan en la televisión en el programa “Ritmos en televisión”. En el Canal 6 (Circuito CMQ-TV), participan en “El show del mediodía”, “Su estrella favorita”, “El bar melódico de Osvaldo Farrés” y “Jueves de Partagás” entre otros. En 1954 inauguran el efímero Canal 11 (TV Caribe) y son partes de una nueva disquera independiente en Cuba, la Puchito de Jesús Goris: con las canciones Pobrecita Magdalena y Cada días te hundes más firman la referencia 103, tercera publicación del sello. El organista panameño Avelino Muñoz también cuenta con ellos en dos tamboreras -Lejandrín y Yo quiero verla esta noche- impresas por el sello Grecha. En 1957, participan en el Show de Steve Allen para el canal norteamericano NBC, con artistas del cabaret Sans Souci como el Cuarteto D’Aida y la pareja de baile Ana Gloria y Rolando, y hacen una gira de tres meses en Venezuela. En el cine, aparecen en la coproducción cubano-mexicana “Una gallega en La Habana” (1955) de René Cardona y en la producción cubana rodada en 1957, “El señor Salomón y la reina Cleopatra” de Don Wels. 1957 es también el año en que el Taicuba cambia de discográfica. En marzo de ese año, graban para el sello Fama de Ramiro Gómez Kemp su primer álbum titulado “Noche cubana”, con tres temas de César Portillo de la Luz. Al año siguiente dejan un single en la RCA Victor antes de encontrar estabilidad en Gema, el sello de Guillermo Álvarez Guedes por el que graban varios discos sencillos y un LP acompañando al “Tenor de las Antillas” René Cabel.

Después de 1959, Héctor Leyva abandona el trío para formar el Trío Voces de Oro y es remplazado por Heriberto Castro Bernaldez-antiguo miembro del trío Los Madrigales con Miguel Ángel Mateo y Juan Valles, y del grupo Los Bohemios- quien asume el papel de primera voz y segunda guitarra. Sus actividades se centran en programas, fiestas y presentaciones oficiales. Entre 1965 y 2003 -a pesar de su jubilación oficial en 1989- se producen en los bares y restaurantes capitalinos El Patio, en La Bodeguita del Medio, El Cochinito, La Torre, La Maison y El Floridita del que su nombre se hace inseparable. Defienden su repertorio en Panamá (1977-1979), Italia (1978-1979), Alemania (1983), Francia (1983), España (1985), Grecia (1985), Países Bajos (1985), Perú (1988), Costa Rica (1988), China (1988), y por fin Reino Unido (2000-2003) ya con un repertorio más convencional y alejado del filin (Guajira guantanamera, Chan chan, María Cristina, Son de la loma…). El mejor legado sonoro de esta última etapa reside en sus dos álbumes grabados por el sello nacional Areito en 1978 (LD-3737) y 1987 (LD-4437), el primero con composiciones acertadas de Baz Tabranes, y el segundo con algunos de sus antiguos éxitos como Habana de Ray Tico, Me faltabas tú de José Antonio Méndez, y evidentemente Noche cubana de César Portillo de la Luz. Este Trío Taicuba, ¡sí que tenía filin! (Tommy Meini)