Porcelain. Mis memorias también funciona como canto de amor para una ciudad ya desaparecida: el Nueva York sucio, peligroso y excitante de los años ochenta, cuando se podía vivir con poco dinero si renunciabas a taxis, restaurantes y demás lujos. Nueva York antes del alcalde Rudy Giuliani, que reconvierte Manhattan en un parque temático, donde los artistas son expulsados y los millonarios bienvenidos.
Moby tiene modestos ingresos como DJ. Y eso le obliga a estar muy atento a los sonidos de su ciudad: el punk, el funk, el hip-hop, el techno, el house. Aprende a administrar cuidadosamente su presupuesto para comprar discos: los maxis son caros. Este programa se basa en aquellos temas que le salvaron la vida cuando debía pinchar en discotecas punteras, en un rave ilegal o en una fiesta de intercambio de parejas. Y no cuento más, que para eso está el libro.
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