Cuenta la leyenda que Mozart tenía una cierta inclinación hacia la coprofagia, una tendencia morbosa hacia los excrementos. Aunque le resulte raro, algo tendrá la escatología, que pone a muchos como un tren. Por ejemplo, en más de un portal online venden envasadas lencería usada y maloliente. ¿Que le sigue pareciendo extraño? Pues, agárrense: la psicología le ha puesto hasta un nombre, la misofilia. Una filia que vincula el placer sexual a la suciedad.
Y esto ya le irá sonando más normal. Porque seguro que alguna vez han soñado con un cuerpo sudoroso y brillante, que desprende un olor a… inspire… mmm mugre excitante. Y ustedes se preguntarán, ¿a qué viene esto? Al deseo expreso de Andy Grey de ponernos contra la pared y llevarnos al éxtasis por los derroteros más impensables.
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