Trío Matamoros
Featuring:
Descripción:
Miguel es el más alto en la imagen y le siguen, Siro y Rafael, de derecha a izquierda.
Es una foto en el estudio de Narcy y ya sabemos en Colección lo que eso implica: uno de los dos más cotizados fotógrafos de estudio y de artistas de Cuba. Hacerse una foto en el estudio de Narcy era la gloria publicitaria porque ya se sabía lo que acarrearía. Acá tenemos al Trío Matamoros ya en La Habana , poniéndole el pie en el cuello a la musicalidad capitalina. Incidieron de forma clara en algunas de las variantes del Son, del son montuno, de la utilización de instrumentos, de las voces, la armonía, los temas y el modo de abordar la crónica cubana en lo musical.
Fue tal la influencia del grupo en el modo cultural de entonces que Nicolás Guillén, Poeta Nacional de Cuba en una oportunidad dijo, refiriéndose a la musicalidad de su obra poética: “Todo se lo debo a Matamoros”. Para que estemos claros, no dijo Ignacio Piñeiro, ni la Matancera ni Sindo Garay. Dijo: Matamoros, Y Guillén no era de Santiago de Cuba precisamente.
Más allá de Miguel Matamoros están Siro Rodríguez (monumental segunda voz del trío) y Rafael Cueto (el gran innovador del tumbao en la guitarra) Ellos fueron los otros integrantes del grupo, cada uno con perfil y aportes propios, que es lo que marca la versatilidad de la legendaria agrupación.
“Matamoros estaba necesitando con urgencia un guitarrista y yo fui el recomendado. Se trataba de sustituir a Alfonso del Río en el Trío Oriental que Matamoros había fundado y en el cual Miguelito Bisbé era segunda voz. Alfonso no obtuvo permiso en la policía (era agente) para viajar a La Habana y Miguel tenía que sustituirlo. Así empezó mi carrera con Matamoros. El Trío con su nombre vendría después. Como integrante del Trío Oriental estuve con Miguel en La Habana. Luego vendría un prudencial retiro que terminó el día en que coincidimos en una fiesta en la que se celebraban los 31 años de vida de Miguel, de Miguel Matamoros. Yo me llevé a Siro para la fiesta y en una de esas nos pusimos a afinar. Cuadramos tan bien que decidimos no separarnos más. Así, el 8 de mayo de 1925, cuando Matamoros cumplía 31 años nació el trío que llevó su apellido. Y es que no importan los años; cuando las cosas definitivas aparecen, uno en la piel sabe reconocerlas y no debe separarse de ellas”. Fueron palabras de Rafael Cueto a la periodista de esta Colección, cuando le abordamos en torno a al tragicómico viaje del Trío a Caracas, viaje en el que estuvieron retenidos en el barco que los trajo por temas “administrativos” pues. Fue todo un honor poder tener sus palabras. Y bien, acá está una imagen de ese histórico periplo Matamorénico.
