En un soleado reino de cuyo monarca no hace falta acordarse, hubo una vez una trama de asesinatos en cadena conocida por la Historia como l’Affaire des Poisons. Si utilizamos el nombre original no es en vano, affaire no solo se traduce como asunto o escándalo, el Diccionario de la lengua española acepta su uso como aventura, amorosa, para más datos. Y es que la historia que les proponemos fue todo un escándalo nacional pero surgió, adivina adivinanza, por unos amoríos lujuriosos. Un idilio furtivo que llevó a la cándida Marquesa de Brinvilliers y a su amante Godin de Sainte-Croix a envenenar con arsénico y baba de sapo a toda la familia. Había que acallar los rumores y de paso, llenarse los bolsillos con la herencia. 


Este episodio fue solo la punta de lanza que descubrió el sesudo jefe de la policía parisina Nicolas de la Reynie. A raíz de sus pesquisas, más de 300 pitonisas y adivinos fueron llevados a Bastilla, la célebre cárcel parisina, donde fueron sometidos a un crudísimo juicio por asesinatos con ponzoña. La caza de brujas se llevó por delante a 36 adivinos, acusados de suministrar mortíferos en lugar de inofensivos afrodisíacos.  

Este caso se habría quedado en una redada contra hechiceros, nigromantes y demás embaucadores de no haber figurado entre los sospechosos algunas figuras preminentes de la corte parisina. La principal afectada fue la Marquesa de Montespan, amante del rey y demasiado aficionada a la magia negra. Se cuenta que, arrebatada por la ira, ofreció su cuerpo a Satanás a cambio de que el rey no filtreara con ninguna otra noble que amenazara su supremacía en la corte. El cuento le duró bien poco, ya que se salvó in extremis de la quema pero su reputación quedó irrevocablemente tachada y tuvo que pasar el resto de sus días en un convento. 


La idea de esta sesión le ha venido a DJ Andy Grey a partir de una tétrica figura que se implantó en la corte del Rey Sol: el catavenenos. Como no podía ser de otra forma, toda la música está en francés. El principio que rige esta decisión es la discutida ley de los semejantes que consiste en sanar al cuerpo con aquello que te puede matar.