Nacida en Benín la infancia de Angelique Kidjo fue un mix cultural de diferentes lenguas e influencias. La suya era una familia que hablaba francés, fon y yoruba, y puso igual énfasis en ritos católicos como que en rituales espirituales indígenas.

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A su estilo hay quienes lo llaman afro-funk y pueden llamarlo lo que quieran, pero es realmente difícil clasificar su música dentro de un solo estilo. Incluso cuando usa música tradicional, no trata de recrear sólo el estilo, sino que hace batidos musicales. Eso que los políticos de moda llamarían transversalidad. Y que ella lo llama simplemente carácter. Porque África lo tiene.

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No era fácil para una niña cantar en Cotonou, la ciudad donde la señorita Kidjo creció, bajo un régimen marxista. Una sociedad que pese a ser matriarcal, todavía a las mujeres que actuaban en los clubes de música se les suponía promiscuas. A la edad de 12 años, sus compañeros de clase se burlaban por tratar de perseguir su sueño. Incluso cuando llegó su éxito y cantaba con Bono, Alicia Keys y Peter Gabriel no conseguía un respeto.

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Kidjo viene de una familia con nueve hermanos, que tienen una mente abierta sobre la música internacional. Su madre, coreógrafa y directora teatral, ha tenido una profunda influencia en la vida de Angélique, que actuaba en las obras de su madre cuando era niña.

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Scotland - January 22: CELTIC CONNECTIONS FESTIVAL Photo of Angelique KIDJO, Angelique Kidjo performing on stage (Photo by Ross Gilmore)

En su autobiografía, Spirit Rising: My Life, My Music, revisita la infancia y cuenta cómo otra familia además de la suya, le apoyó. Su intensa pasión por la música le permitieron llegar a la escena mundial, cantar en el Metropolitan Museum de Nueva York, estar nominada a cuatro Grammys y ser Doctora Honoris Causa por Harvard. Incluso salió en la serie de los Simpson.

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En una cumbre económica de los líderes de África Occidental, dice que los jefes de estado la trataron como un pedazo de carne. La ironía cuenta que puedes ser una artista notable a nivel continental pero no de escapar a las costumbres sexistas. Como artista estorbada a las consignas del gobierno y aceptó la ayuda de un funcionario de aduanas para escapar a París en 1983.

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Style: "70's look"

En Francia, asistió a la escuela de jazz, firmó un contrato discográfico con Chris Blackwell, el fundador de Island Records, y conoció a su marido, el músico Jean Hebrail, con quien ahora vive y escribe música en Nueva York. Con el paso de los años, la pareja ha elaborado una mezcla de ritmos africanos y pop moderno que se ha convertido en el sonido de la firma de Kidjo.

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Su icono y espejo fue Miriam Makeba, cantante y activista sudafricana cuyo Malaika sigue siendo su canción favorita. “Ella era africana, ella era una mujer y ella era una estrella“, describe Kidjo de Makeba. “Quería ser igual que ella.”

 

Kidjo habla sobre la esclavitud, los derechos de las mujeres en Benín, la explotación de los recursos africanos en China y casi todos los temas sociopolíticos que afectan al continente actualmente. Pero nunca suena más furiosa que cuando los críticos musicales la catalogan como world music. Hay algunos que piensan que debo aparecer con un hueso en la nariz, dice Angelique.

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