Masquerade Parties: el inicio de las balls.
Nos sumergimos con Inés Mostalac, en la cultura Ballroom
El punto de partida de la cultura Ball
El punto de partida tuvo lugar en 1869, justo después de la Guerra Civil, dentro del famoso Hamilton Lodge. En dicho lugar, se puede enmarcar el primer indicio de una masquerade party: “fiesta donde parejas del mismo sexo, tanto masculinas como femeninas, danzaban y bailaban únicamente preocupados por la música y la teatralidad de sus pasos, indumentarias, máscaras y disfraces, donde confluían tanto afroamericanos y blancos pseudo-burgueses o acomodados” (Lawrence, 2011).
Aproximadamente 20 años después, un estudiante de medicina se tropezó con otra fiesta de estas características que estaba teniendo lugar en Walhalla Hall en el Lower East Side. Fue testigo de cómo 500 parejas de hombres y mujeres del mismo sexo bailaban tranquilamente al ritmo de la música de una buena banda (Lawrence, 2011).
Durante finales del s. XIX y comienzos del s. XX, este tipo de fiestas o balls estaban protagonizadas por una subterránea comunidad homosexual, aficionados a la noche, drag Queens primitivas y ciudadanos de a pie que se desplazaban hasta el Webster Hall situado en el 119 East 11th Street (Gaskin, Willis, & Roberts, 2013).
La evolución de dichas fiestas donde enmascarados, comunidad homosexual y burguesía de la época, confluían entre sí a altas horas de la madrugada fueron impulsadas también por diversas causas histórico-artísticas que, sin duda son el motivo del auge de las mismas. El Renacimiento de Harlem es uno de los más grandes detonantes de dicha cuestión, junto con la explosión de arte afroamericano, siendo importante para la creación de una identidad literaria, artística y musical, donde entre otras cosas se encuentra el nacimiento y extensión del Jazz.
Por otro lado, la apertura del legendario Cotton Club de Jack Johnson, cuya función era el divertimento y el entretenimiento de blancos a cargo de altos creativos negros o negrotarians, también fue otro motor desencadénate de las balls.
(Texto extraído del tfg de Inés Mostalac Guiral)
Voguing a través de Inés Delicious Ebony
Gestora cultural, bailarina, profesora de danza, pionera en fundar una Kiki House y la primera española en formar parte de una house internacional, The Iconic Legendary House Of Ebony.
Ella es Inés Mostalac, una joven de 26 años que estudió artes visuales y danza, con mención de danza contémporanea.
Nos ha querido acompañar en Don’t Kill My Vibes, para hablarnos, sobre la cultura Ballroom, la escena en España, y además se moja en como le gustaría que llegara a desarrollarse el Vogue en España.
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Don't kill my Vibes
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