Gabriel Ríos (foto: Marie Wynants).

Redacción Gladys Palmera: Hola querido Gabriel.

Gabriel Ríos: Hola, gente bonita de Gladys Palmera.

RGP: Debo ante todo felicitarte por este magnífico trabajo. Playa Negra sorprende desde el comienzo porque está trabajado como una suite donde se narra la vida cotidiana. Me recuerda un poco a la obra En el viejo San Juan, de Arturo Somohano, que intercalaba escenas callejeras entre canciones. ¿Esa era tu idea también, relatar un poco tu infancia?, ¿O es algo genérico que puede suceder en cualquier lugar?

GR: ¡Qué chévere que lo vean así! No lo había pensado de esa manera, pero me gusta, me gusta. Mira, no fue mi idea realmente, pero me gusta eso porque me gusta el hecho de que el trabajo, ¿sabe? Ese disco Playa Negra es lo suficiente en suficientemente abstracto, que tiene varias interpretaciones y estoy muy consciente de que, especialmente con las figuritas que hemos introducido entre canciones se crea un aire así también. Parecido a Flores, en el sentido de que uno siente como que la memoria y la infancia y el pasado de uno de los episodios de la vida se interpone entre las canciones Eso sí que definitivamente lo veo, pero no fue algo que hice a propósito.

Lo que quería hacer con mi disco es que todavía continuara con lo que empezamos con Flores, pero al revés. Y entonces me explico: en Flores, pues como ustedes saben, estaban los clásicos puertorriqueños, cubanos, latinoamericanos en general; en Suramérica la música del tiempo de mi papá, al música del tiempo de mi abuelo reinterpretado por una persona que ya no vive ahí, que vive en Bélgica o ha vivido en Bélgica. Y entonces estamos haciendo estos discos en Amsterdam, en estos sitios así fríos, ¿no?, lejos de la isla. Entonces lo que más me atrajo de regresar es buscar esos temas de “El Caribe Gótico”, como le digo yo. Y entonces ustedes también forman parte de ese proceso, porque cuando estuve con ustedes allí arriba, en esa casa tan bonita con ustedes, mi teoría era que las primeras canciones que dieron el origen al son montuno cubano, que luego los puertorriqueños corrieron con ese género y lo cambiaron y lo adoptaron a su adaptaron a su manera, que el inicio de todo eso era la tragedia.

Yo quería escuchar esas primeras canciones, y entonces las logramos escuchar ahí con ustedes. Y si son canciones todas triste todas, todas los eso a mí me da mucho placer. Sé que eso se oye raro (risas), claro, pero me gusta porque es algo que siento que son las cosas que más me atraen, esas emociones crudas, que no son necesariamente la voz de sabiduría que uno lleva dentro, sino son las emociones que todos tenemos cuando nos falta algo, ¿no? Y usualmente eso pasa porque un amor se ha terminado o algo no ha funcionado o hay un vacío muy grande. Entonces me di cuenta que esas primeras canciones son así todas, porque me acuerdo haberles escuchado ahí como ustedes y que esos primeros discos, también los rayados, tienen eso. Yo no escuché ni uno que no fuera feliz.

Entonces, ahí se crea como que el concepto de continuar con “El Caribe Gótico”, y por eso es que el disco se llama Playa Negra, porque obviamente viene de una situación en mi vida personal, pero es algo que creo que todos hemos vivido, en el sentido que nos hemos quedado en algún momento solos después de algo muy intenso, algo muy bonito que de momento se ha acabado y te quedas con ese vacío. Entonces, de ahí surge la idea de la Playa Negra, que es lo opuesto a la playa durante el día, a la idea que mucha gente tiene de la música latina, que es feliz, puede ser feliz y estar llena de mucha alegría, pero esta vez no es lo que me interesa. En la playa durante el día, ¿no?, es la playa negra de noche, donde al paisaje no le importa que tú estés allí, ¿no?, que no hay respuesta y lo que hay es vacío. Entonces a mí eso me da mucho placer, porque de ahí nacen muchas canciones y a mí me encanta hacer canciones, así que más o menos de ahí es que sale.

RGP: El estilo narrativo de la mayoría de canciones de Playa Negra es muy poético, pero siempre comienzan de forma lenta, casi romántica, y van In Crescendo, llenándose de ritmo. Incluso parece haber guiños a la Nueva Trova puertorriqueña. ¿Cómo llegaste a ese tratamiento armónico?, ¿lo tenías claro desde el comienzo o se fue dando poco a poco?

GR: Sí, se van llenando de ritmo, es correcto. Y lo de la Nueva Trova puertorriqueña así es definitivamente, como en la canción Casi, por ejemplo. El tratamiento armónico, mira, no lo tenía claro. Yo lo que quería era saber que yo podía escribir un son montuno. Y eso es la canción Playa Negra y creo que lo logré, esa estructura que también encontramos en Mujer Divina, en El Ratón, es una estructura que viene de la música clásica. Hay un tema, en el principio se cuenta la historia, se parte en dos la canción, empieza el coro y ahí se desarrolla ese coro. Entonces luego hay un solo y luego se repite otro por el final, que puede ser diferente o el mismo; entonces ese tipo de estructura, yo quería crear una canción original y lo logré con Playa Negra. O sea que eso viene del son montuno cubano. Pero entonces hay canciones también, como Casi y otras canciones, que si se parecen a nueva trova.

No lo hice a propósito. Es que cuando uno se aleja de los acordes de salsa o de son montuno y te pones más lírico en los acordes; digo lírico cuando te sales de esos esquemas, vas terminar en la trova, vas a terminar en la canción de cantautor. Entonces todos tenemos eso adentro. Si tocas guitarra y te pones en acordes diferentes, mas floridos o más diferentes, más excéntricos, vas a entrar en esas canciones que ya existen. Entonces uno siempre está hablando de lo que vino antes, inconscientemente, obviamente, así que nada de esto lo tenía consciente.

Te puedo decir que cuando empezamos a hacer este disco se escuchaba muy diferente y entonces yo me llevé esas seis canciones en Navidades, que me tuve que ir a visitar a mi familia en Texas, y cuando las escuche decidí romper todo y empezar otra vez. Entonces terminamos siguiéndonos un poco más tradicional de lo que había empezado. Estaba haciendo cosas mucho más etéreas, más producidas, más modernas, y no me gustaba. Entonces como que cogí pa’trás otra vez y me empapé de… ¿Y cómo hago eso? Mira, cojo las mismas letras que no me están funcionando con la otra canción y las empiezo a tocar en los acordes tradicionales como si estuviera cantando una canción que ya existe. Entonces de ahí es que viene la conexión con el son montuno, con la nueva trova, con todo lo que está en el inconsciente. Pero la palabra clave es el inconsciente. No puedo estar muy consciente de lo que estoy haciendo en ese momento, porque si lo resuelvo muy rápido me aburre y entonces la canción no sobrevive. Y es un momento bastante, tú sabes, chamánico, en el sentido que tengo que empezar a hacer como si ya la canción estuviera escrita y empezar a cantar las cosas aunque no estén terminadas y no tenga palabra para que entonces pase algo, ¿no?, para que pase un drama; para que entonces la canción pueda cuajar. Así que es un proceso bastante misterioso, medio caótico y jala, obviamente, de todos los géneros que existen, ¿no?, que hemos escuchado de niños y cuando uno canta en español y canta del amor, entonces pues vas a terminar ahí, en esos ámbitos trágicos de la canción melodramática, ¿no? Y así más o menos que se fueron formando las canciones.

En cuanto a la letra en cuanto a ser muy poético y abstracto, totalmente verdad. No son letras, tú sabes, difíciles y soy consciente. Por ejemplo, La Bolsa, en vez de cantar sobre lo que está pasando en Puerto Rico con el nuevo colonialismo, los que se están mudando a Puerto Rico con mucho dinero, la gente del Bitcoin que nos está básicamente sacando de Puerto Rico, sacando de la ciudad de San Juan donde yo me crié por el poder económico que tienen. No es nuevo, es una nueva forma de colonialismo. Sucede también en España, se ve en Portugal con gente que viene del extranjero, que compran cosas y fuerza que la gente pues no pueda quedarse en las ciudades…

En vez de escribir de eso de una manera racional, como que con un sistema, a mí no me sale, yo tengo que hacerlo de otra manera. Entonces, hablando de Puerto, Rico está en mi personalidad que no me deja quejarme de un invasor. Más me quejo de nosotros mismos, ¿no?, del hecho de que nosotros mismos, con nuestros teléfonos y con las vidas que llevamos, estamos en peligro de vendernos no solamente en la colonia, sino en el mundo entero. Nos estamos vendiendo a ideas, a cosas que nos hacen sentir cómodos. Y eso lo tenemos en la palma de la mano, en lo que yo le llamo “El espejito negro”, que es el teléfono. Entonces, por eso es que mi letras son tan abstractas, porque primero que nada, todos mis héroes, la gente que me gusta escuchar siempre han sido personas que escriben más desde el inconsciente que del consciente. Entonces hay que confiar en ellos, porque ellos también tienen que confiar en ellos mismos y en esas voces que a veces no se entienden, pero que quizás están conectadas con algo más profundo. Eso es mi esperanza. No estoy diciendo que yo llego ser como mis héroes, como mis ídolos, pero si estoy atraído a una manera de escribir que es mucho más instintiva, más que viene más de la intuición que de entender un concepto y por eso se puede escuchar bastante abstracto y poético. Y creo que siempre ha sido así. Siempre voy a hacer así, críptico. Pero espero que a la gente, cuando cierren los ojos, poquito a poco esos colores se les vayan formando ya hayan asociaciones mentales que sí tengan su vida propia. Eso es lo más que espero y por eso que creo mucho en esta manera de escribir. Es la única que tengo, que no la creo mejor que otra, pero tengo que hacerlo así (risas).

RGP: Aunque ya habías cantado enteramente en español en Flores, aquí parece haber mayor intimismo en las letras, pero sobre todo mayor soltura. Pareces conversar con el oyente, incluso usas alguna expresión que sería complicada de manejar en otro idioma. ¿Te sientes más a gusto cantando en español que en inglés?

GR: Definitivamente me siento mucho más a gusto desde que saqué Flores y vine a tocar a Madrid, los conocí a ustedes, me fui pa’allá arriba a escuchar música con ustedes, me siento como que nada. Esa parte mía que solamente se prende, que solamente se despierta cuando voy a Puerto Rico, cuando estoy en España un poquito también. Nada. No puedo regresar a cantar en inglés, porque ahora yo canto como hablo. Entonces, pues es muy correcta esa apreciación que le das al disco porque me di cuenta que sí, que sí estoy cantando como me habló a mí mismo, como le hablo a la otra gente. Que me entiendan es otra cosa, que me entienda yo mismo es otra cosa también (risas). Pero la manera de hablar así directamente del corazón, de la mente, del alma, del cuerpo, pues obviamente está tan vinculado a tu dialecto que más nunca lo voy a abandonar. Y entonces pues eso creó un disco bastante diferente, ¿no?

RGP: En Gladys Palmera esperamos en mayor de los éxitos con este nuevo trabajo. Ya sabes que esta es tu casa. Y mucha suerte con la gira que viene de Playa Negra. ¿Es complicado trasladar todo este planteamiento al escenario?, ¿qué pueden esperar los asistentes a tu próximos shows?

GR: Muchas, muchas gracias. Yo los recuerdo ustedes con mucho cariño, de verdad y espero verlos pronto otra vez. ¿Trasladar esto al escenario? Mira lo mismo que con Flores, pero más todavía más intensamente. A Rubén Samama, que es el coproductor, íntimo amigo y con quien tocó en vivo, nos encanta hacer lo opuesto a lo que hacemos en el disco; que quiere decir que en en los discos hay un mundo que se abre, casi surreal de posibilidades, y nos dejamos llevar por las posibilidades sonóricas de los instrumentos que están presentes en ese momento. Pero en vivo la prueba es: cómo podemos hacer esto solamente con dos tipos, con dos personas. Está el piano, el bajo, la guitarra, está la percusión de las dos voces, la percusión de la boca, ¿no?, de la voz… Entonces el sonidista, que también como el tercer miembro, ¿no?, escondido… Pero lo que queremos probar es que todo esto es posible con dos personas. Y entonces tenemos esa cuestión que nos gusta tocar un son montuno sin las congas, ¿no?, tocarlo de cierta manera y afincarlo y tenerlo tan apretado que el público oye la percusión sin que a esta se le vea.

No sé, esa misma manera de tocar estas canciones en vivo las estamos aplicando a cada una de las canciones en este disco. ¿Cómo podemos traer esas canciones más o menos al estilo japonés de Less is More, de eliminar hasta que lo que quede sea el destilado, la esencia de esa canción sin que se aburra al público y nos aburramos nosotros mismos. Y entonces lo necesario para eso es que el silencio y la atención entre las notas para crear cada canción, Rubén y yo nos tenemos que rompen las cabezas, a ver cómo hacer esto en vivo, que se oiga como es nuestra intención realmente: envolver a la gente dentro de la canción y no darles lo que ya tienen, que es el disco, darles otra cosa.

Así que esperamos que ellos les guste tanto como nosotros. Somos gente casi llegando a mediana edad, que nos aburrimos muy rápido de las cosas. Entonces necesitamos mantenernos en el filo donde es peligroso. E irónicamente, eso quiere decir, tocando con menos instrumentos donde ese silencio pues hace que todo se ponga mucho más intenso, ¿no? Entonces pues así lo vamos a hacer. También voy a querer estar tocando en España lo más que pueda, a veces solo también, incluso. Y espero que la mayoría de las veces con Rubén con el dúo, pero nada. Lo que nos salga por ahí lo vamos a hacer. Entonces estamos muy contentos de poder tocar ahora en Madrid, en Valencia, en Barcelona en noviembre. Me encantaría poder verlos otra vez pronto, porque los considero como parte de este disco a ustedes y al ratito que pasé allá con ustedes, que la pase tan bien. Estaba triste, porque estaban pasando cosas en mi vida que no quería mostrar. Pero todo eso me ayudó hacer este disco.

RGP: Gabriel, muchísimas gracias.

GR: Entonces nada, los quiero mucho y muchas gracias por estar ahí con nosotros y por el Support y un beso a todos.

"Lo que quería hacer con mi disco es que todavía continuara con lo que empezamos con Flores, pero al revés", confiesa Gabriel Ríos. Y entonces me explico: en Flores, pues como ustedes saben, estaban los clásicos puertorriqueños, cubanos, latinoamericanos en general; en Suramérica la música del tiempo de mi papá, al música del tiempo de mi abuelo reinterpretado por una persona que ya no vive ahí, que vive en Bélgica o ha vivido en Bélgica. Y entonces estamos haciendo estos discos en Amsterdam, en estos sitios así fríos, ¿no?, lejos de la isla. Entonces lo que más me atrajo de regresar es buscar esos temas de "El Caribe Gótico", como le digo yo".

Playlist

1. Gabriel Ríos - Casi
00:00:02
2. Gabriel Ríos - Payaso
00:04:08
3. Gabriel Ríos - Final
00:08:48

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