Canciones que trascienden el tiempo
El músico argentino Kevin Johansen llega a España con su Tú Ve Tour, pero antes dialogó en exclusiva con Gladys Palmera.
Este es un manojo de canciones que me atravesaron la vida, define Kevin Johansen al repertorio que integra su más reciente disco y que incluye temas ajenos a excepción de tres composiciones propias. Hijo de una madre argentina, melómana e intelectual, y de un padre estadounidense que se negó a combatir en Vietnam, el cantante nacido en Alaska editó el año pasado Tú Ve, un nuevo trabajo con producción del uruguayo Juan Campodónico y que lo pone más que nunca en la piel de intérprete, como si fuera un Rod Stewart criollo. Cuando comencé a trabajar en estas canciones le dije a Campodónico que quería mantenerme en mi zona de confort; no quería un trabajo tortuoso porque recién acabábamos de salir de la pandemia y quería que disfrutáramos este proceso, rememora el compositor de Guacamole desde su húmeda y calurosa Buenos Aires antes de emprender la gira española que lo llevará por Barcelona, Madrid, Bilbao, Vigo, Murcia, Málaga, Sevilla y Tenerife.
Christian Alliana: En los covers del disco te rodeas de amigos como Jorge Drexler y tu hija Wiranda y en tus canciones aparecen la mexicana Natalia Lafourcade, la catalana Silvia Pérez Cruz y el ex Talking Heads David Byrne. ¿Cómo fue la elección de estos artistas?
Kevin Johansen: Hay momentos donde te juntás con los colegas, estás tomando un vino y de repente empezás a tocar una canción de (John) Lennon, una de Violeta Parra, otra de Caetano Veloso y un poco el disco quería que tuviera ese espíritu, de gozar de canciones de otros autores. Y también honrarlos de un modo diferente, ponerles otra ropa estilísticamente hablando, para sorprenderse uno también con una canción desde otro ángulo. Las colaboraciones les vinieron bien a los temas míos; fue bonito darle un timbre de voz de mujer a canciones como Desde que te Perdí con Silvia Pérez Cruz o Tú Ve con Nati Lafourcade. Que una mujer diga esa letra le dio un power que me pareció trascendente. Por su parte, David Byrne cantando Anoche Soñé Contigo en inglés fue como darle una vuelta de tuerca y que sea otra canción.
En este álbum -su octavo disco de estudio desde aquel inicio con The Nada en el 2000- Kevin permitió despojarse un poco del amplio espectro tímbrico que caracteriza a su numerosa banda de siempre y trabajó con un concepto minimalista y nuevos músicos. La producción a cargo de Juan Campodónico y la grabación en su estudio de Montevideo le imprimen una impronta charrúa a ciertos pasajes como El Tungue Lé, original de Eduardo Mateo con la voz invitada de Rubén Rada y Oración al Tiempo de Caetano Veloso en plan milonga deudora de Alfredo Zitarrosa. El resultado es un clima íntimo, mántrico, de interpretaciones profundas que ponen al experimentado cantante en un plano de cercanía total con el oyente, generando la sensación de que un familiar llegó a la casa con su guitarra para animar la velada.
CA: A través de las once canciones se escucha un constante diálogo entre instrumentos orgánicos y otros digitales y tu voz está más al frente que en otras ocasiones. ¿Te sentiste cómodo trabajando tan expuesto?
KJ: Por su trabajo con Bajofondo, Campodónico maneja esa combinación de tracción a sangre y tecnología de una forma muy orgánica. Él decía que le gustaba la idea del productor Rick Rubin de trabajar con pocos elementos y que el foco estuviera en la voz mía y alrededor un sonido minimal pero grande. Ese fue el desafío estético y fluyó. Juan tiene dos características: una elegancia natural no forzada que yo no tengo y tiene criterio que yo tampoco tengo (risas). Él es muy prolijo y yo soy más amigo del caos pero acá no había espacio para ese caos porque las canciones estaban elegidas, ya estaba definido que iba a ser un disco de versiones y reversiones y sabía que estaba en buenas manos con él.
CA: En comparación de tus anteriores discos, Tú Ve tiene una duración menor y hay zamba, milonga, candombe, country, rumba, toques de jazz. ¿Creés que es una buena síntesis de lo que eres?
KV: Sí, totalmente, imaginate que el tema de la autogeografía, es decir, la autobiografía geográfica creo que marca bastante de mis raíces porque de parte de madre tengo mucha sangre del norte de Iberia y por eso aparece una rumbita y por otra parte nuestro folclor tiene mucho del folclor de Europa y eso está presente en Perfect Day o en las milongas, y después el folk de Estados Unidos aparece en 16 toneladas. Me faltó un poco de Noruega; la parte Johansen todavía la tengo que hurgar un poco más (risas). Pero sí, creo que las sonoridades de las Américas están presentes en mi música, de norte a sur, también por vivir en los años 60 y 70 en Estados Unidos, después volver a Argentina en los 80 y después en los 90 a Nueva York. A mí me gusta decir que la apropiación cultural la inventé yo, que es mía (risas).
Desde sus comienzos en la escena underground argentina de la década del 80 con el dúo Instrucción Cívica, pasando por sus asiduas presentaciones en el escenario del legendario CBGB´s de Nueva York -apadrinado por el mismísimo dueño del lugar, Hilly Kristal– hasta este presente que lo tiene continuamente girando por Latinoamérica y parte de Europa con sus canciones “desgeneradas”, la historia de Johansen es la de un artista en migración continua. Pero como él mismo declara, el dilema que planteó veinte años atrás con su disco Sur o No Sur terminó decantando en que su historia fuera plenamente sur ya que adoptó definitivamente Argentina como su base de operaciones. Ese disco fue un antes y un después para mí. Antes, más que un artista de culto, yo estaba oculto y de pronto salí al ruedo con algo para ofrecer, con algo que me representaba que es esa mezcla cultural que tengo. El Sur o no Sur fue una forma de confirmar esas mezclas que están en mi sangre y celebrar las diferencias que hay en uno. La curiosidad por lo divergente también es parte de la personalidad de Kevin quien encuentra principalmente en su hija Wiranda una compañera con quien intercambiar novedades musicales: Mis hijos me muestran lo que está pasando actualmente y es fascinante aprender de eso. A mí me fascinan los géneros cuando se cristalizan como pasa ahora con el trap. A su vez es un poco como que lo nuevo es viejo de vuelta, lo viejo se renueva y esa deformación trae cosas nuevas también.
CA: En este disco conviven temas tuyos junto a grandes clásicos internacionales como A Little Respect de Erasure o Suzanne de Leonard Cohen. En tu repertorio también hay canciones como Guacamole, Cumbiera Intelectual y Down with my Baby, entre otras, que se mantienen vigentes. Varias veces dijiste que uno de los objetivos de los artistas es trascender en el tiempo. ¿Sientes que lo estás logrando?
KJ: Esa es la búsqueda, por eso digo que una buena canción siempre es nueva. Entonces la tarea que nos proponemos los cancionistas -no me gusta el termino cantautor- es: pinta tu tiempo y serás atemporal. Pintar un momento donde estás sintiendo que estás tocando un nervio propio para tocar uno ajeno, ese momento de gran logro de la canción te da la posibilidad que dentro de tu repertorio quede un manojo de canciones que trascienden el tiempo.