Çantamarta tiene tren
Hablamos con Çantamarta, una de las bandas más exitosas de los últimos tiempos en España con canciones de reivindicación social y cultura Caribe.
Çantamarta es un trío conformado por el cantante y guitarrista caraqueño Luis Ángel Lozano Acosta (Luislo), criado entre Venezuela y Colombia; el guitarrista y bajista granadino Benito Casado (Im Married); y el percusionista barcelonés Omar Roldán (White as Chocolate), criado en Cabra, Córdoba.
Çantamarta combina R&B, Neo-Soul, Hip-Hop y House con raíces del Afrosound del Caribe. “Tal cruce se hace evidente en las historias, personajes y jerga con la que se componen cada una de sus canciones”. Su primera canción, Fermina, estaba inspirada en obras del escritor Gabriel García Márquez, con una evocación al cantante vallenato Diomedes Díaz y un guiño al intérprete y compositor salsero Rubén Blades.
De allí en adelante llegó el éxito y el abrazo popular, además de las colaboraciones con artista como Willie DeVille (YoYoDOJO). Muestra de ello ha sido la canción Florentino, llena de referencias a la cultura del Caribe (“chontaduro”, “vaina”, “güevón”, “biyuyo”, “cachaco”, “costeña”, “chévere”, “pana”, “hamaca” y “Playa Parguito”). Y todo eso llega también en su primer LP, Pasarela.
Redacción Gladys Palmera: Para conocernos bien, comencemos por el nombre. ¿De dónde surge Çantamarta, qué significado esconde este nombre?
Çantamarta: Santa Marta es la ciudad de origen de la madre de Luislo, en el Caribe colombiano y aunque originalmente había sido considerado como un nombre de proyecto personal, trabajar los tres juntos nos invitó a querer usarlo para el grupo. Quisimos igual darle un giro, y por eso es que juntamos las dos palabras en una, sustituyendo la ‘S’ por la ‘Ç’, una letra con un carácter mucho más mediterráneo-europeo. Queríamos que el nombre del grupo tuviese también implícito el encuentro entre el mundo caribeño y el andaluz.
RGP: El grupo está formado por dos músicos andaluces y otro venezolano. ¿Qué os unió, qué os hizo encontraros y adentraros en esta aventura musical?
Ç: El encuentro fué totalmente fruto de la causalidad. Benito y Omar paseaban un día por Granada después de haberse conocido en la universidad, cuándo se encontraron de manera fortuita con Luislo, que se mantenía de lo que generaba tocando en la plaza de la catedral de esta ciudad. Ambos, se vieron inspirados por la voz y los relatos de Luislo y decidimos quedarnos los contactos de cada uno.
Después de muchas charlas y sesiones de jams improvisadas, nos dimos cuenta de todos los puntos que tenemos en común y decidimos embarcarnos en esta aventura. Podríamos decir que antes de lanzar nuestro primer tema, estuvimos más de un año en un proceso tan enriquecedor como necesario para lo que luego fue el sonido de La Ç.
RGP: Cuando uno crea un grupo, lo hace con un propósito, una idea, ¿cuál es el vuestro, qué ideas y objetivos tenéis como grupo?
Ç: Desde el inicio, hemos sido una propuesta con mucho mensaje y mucho por decir. Nos gusta relatar la realidad desde diferentes puntos de vista y nuestros temas principales, cómo la diáspora y el encuentro, no van más lejos de lo que vivimos día a día, personalmente y cómo colectivo. Y el objetivo siempre va a ser que nos escuche más gente, que nuestro mensaje llegue a más personas. Si podemos inspirar algo en alguien, venga de donde venga, nosotros estaremos felices.
RGP: Presentáis ahora vuestro primer LP, Pasarela. Comencemos por la idea del título, ¿qué pretende unir este disco?
Ç: Pasarela, para nosotros tiene varias connotaciones que le dan sentido al imaginario del álbum.
Por un lado, encontramos la pasarela como un puente, que une dos puntos (El Caribe y Andalucía en nuestro caso) y por la que cada día transitan cientos de personas con diferentes bagajes y diferentes vidas. En estas pasarelas, suceden cada día historias diferentes y aúnan recuerdos que viven en ellas (Cada una de las canciones del disco, narrada desde la perspectiva del narrador omnisciente).
Por otro lado, pasarela, dentro del mundo de la moda, se refiere a el runway por el que pasan cuerpos y propuestas que son juzgados y observados por cientos de personas, este sería el símil de nosotros con esta propuesta, desfilando y presentándola al mundo.
Concepto que interfiere y contrasta con el primero, encontramos el lujo y la ostentación en contraposición con historias más del día a día.
RGP: En las letras encontramos mensajes sobre diversidad, libertad, solidaridad,… ¿el arte debe agitar conciencias, o no es necesario siempre?
Ç: Nos encanta que agite, que genere inquietudes y que incluso incomode a veces, pero no se le tiene porqué cargar de esta responsabilidad, ya que el arte es libre y es una herramienta de transmisión y/o expresión más. Es el artista quien tiene que ser consciente de lo que puede generar y llegar a transmitir. Por ende, ha de ser responsable con lo que representa, independiente a si quiere ser más o menos vocacional.
El arte puede ser banal y no por ello se disfruta menos, no todo tiene que ser una obra seria o maestra. Pero como le reconocemos el poder de influir en la gente, sí que nos parece mejor aprovecharlo para generar o crear mundos mejores.
RGP: En los últimos tiempos vemos que está aflorando de nuevo el racismo y la idea de proteger nuestras fronteras frente al invasor enemigo. ¿Cómo os sentís vosotros antes estas ideas y políticas?
Ç: Las fronteras son límites imaginarios impuestos por personas con miedo a lo desconocido. Nos preocupa mucho vivir una etapa donde los discursos radicales están asentándose con fuerza en los diferentes sectores de la sociedad. Hay mucha desinformación en las calles y con ello se afecta de primera mano a los colectivos más marginados, como por ejemplo, al extranjero. Pero mantenemos nuestra postura de que nadie debería ser ilegal y que antes de separar entre unos y otros, hay muchísimos espacios desde dónde tender un puente, solo hay que quererlo. Nadie es enemigo, somos exactamente lo mismo, seres humanos con necesidades y sueños que queremos lo mejor para los nuestros.
RGP: El materialismo, la superficialidad… también están presentes en vuestras reflexiones. Y es que parece que los chavales de hoy en día no se cuestionan el capitalismo como sí ocurría en épocas anteriores. ¿Cómo veis esta situación hoy en día? ¿Creéis que cada vez somos más conformistas?
Ç: No lo creemos así, sigue habiendo un ojo crítico en muchas personas de nuestra generación, solo que quizás no se percibe o manifiesta de la misma manera en que lo hacían las generaciones anteriores. Por supuesto que vivimos en un mundo de excesiva superficialidad, y esto afecta mucho al arte, pero preferimos quedarnos con la intención de tantos otros por conocer, explorar y aprender cosas nuevas. Sabemos que solo así se conseguirá un cambio sustancial en nuestro entorno.
RGP: Vuestra música bebe de la percusión, el mestizaje, la rumba,… ¿qué corrientes, géneros, artistas,… os inspiran para crear vuestro sonido?
Ç: En líneas generales somos muy melómanos y disfrutamos de la variedad. Géneros de corte más tradicional como el Flamenco y sus diferentes palos, la Cumbia, la Salsa o el Bolero son claves para entender nuestra propuesta, pero también lo es con el Hip-Hop o la electrónica. Géneros como el Moombahton, el House o el Garage nos fascinan y siempre nos inspiran bastante para crear un sonido que sea divertido pero que no merme en cuanto a contenido.
RGP: Habladnos también un poco de vuestra visión de la música actual. Hay quien dice que estamos viviendo el mejor momento de la música y hay quién dice que es el peor. ¿Cómo lo veis vosotros?
Ç: Estamos en un escenario dónde reina la globalización, pero estamos viviendo una vuelta al folclor como reivindicación de la identidad que puede parecer perdida. Todxs los artistas de nuestra generación tienen inquietudes que consideramos muy nobles, por eso estamos ante música cada vez más heterogénea y diversa. Existe una importante necesidad de reconexión.
RGP: Presentasteis vuestro disco hace unas semanas en la Sala del Wizink de Madrid. ¿Cómo fue está presentación, qué debe esperar alguien que vaya a un concierto de Çantamarta?
Ç: Fue espectacular para nosotros ver la reacción de la gente ante el nuevo disco y palpar de manera tan presente el sentimiento de comunidad que se genera en torno al proyecto, que cada día es mayor. Quién venga a nuestros conciertos que esté preparado para todo, llorar, reir, bailar, es hermoso todo el cúmulo de emociones que se crea. Nos encanta sentir que tenemos una relación muy horizontal con el público, donde juntxs hacemos parte de la misma experiencia.
RGP: Para despedirnos, habladnos de vuestros planes de futuro. ¿Qué le espera a Çantamarta en los próximos tiempos?
Ç: Tras tocar por México, Colombia y próximamente Venezuela, esperamos comenzar nuestra gira por salas en España y seguir compartiendo y desarrollando nuestra puesta en escena por todas las diferentes ciudades donde tengamos tal compromiso. Estamos muy ansiosos de tocar mucho en directo, de viajar y explorar nuevos caminos con nuestro arte. Por último, de cara al próximo año, sobre todo, nos encantaría volver al ruedo de las colaboraciones con artistas, cosa que siempre nos ha divertido y motivado muchísimo en cuanto al encuentro de sonidos y conceptos. Nuestra tarea es que con cada nuevo día, la gente conozca más de Çantamarta.