Hasta la Raíz #7

El inicio del nuevo curso nos encuentra esperanzados con que se va a poder bailar en salas de conciertos, discotecas y calles. De momento, solo podemos bailar en la ducha y desde nuestras sillas, como os proponemos en la séptima entrega de Hasta la Raíz, una sección mensual donde salimos a la caza de las nuevas basculaciones de la música de raíz de todo el globo terráqueo.

Chancla & Oaty. - Azóia

Desde los trópicos más profundos de su Brasil natal, Chancla traza una panorámica de los ritmos y cadencias de la música tradicional de baile latinoamericana. Es una suerte de prestidigitador donde, en canciones como esta Azóia, parecen convivir el espíritu de la Buena Vista Social Club con la de la folktrónica más mestiza.

Najib Alhoush – Ya Aen Daly

Los Bee Gees no lo vieron venir, pero en el ecléctico sello berlinés Habibi Funk sí; y cazaron esta curiosa reversión del Stayin’ Alive de los hermanos Gibbs hecha por el desconocido artista marroquí de los años 70-80s Najib Alhoush, una rara avis en donde parecen coexistir de manera muy natural una música disco magrebí que coquetea con texturas que van desde el reggae-dub hasta el funky más bailón.

The Diabolical Liberties – Dub the Skies of America

Son diabólicamente libertinos tanto a la hora de imaginar ritmos como de robar otros o de, incluso, imprimirse sus propias cintas de casete, como si no hubiese pasado el tiempo. Hay algo de ritmo del subsuelo, de dub underground, de minoría absoluta, de reggae canalla, de piratas de un Caribe gélido. Son Alex Patchwork y General Rubbish este dúo británico que saca la navaja para hacernos bailar como si el dub fuese el nuevo reggaetón. Debería serlo.

Ehsan Abdi Pour – Sorna Lorestan

¿Qué sabes de la música persa, sobre todo de la música hecha con flauta? Ya te lo digo yo: poco o nada. Una guía rápida para adentrarse en ese universo místico, endemoniado, ultraveloz y de una profundidad pasmosa es la música del iraní Ehsan Abdi Pour, una suerte de Jimi Hendrix de la ‘flauta sorna’. Ni Jethro Tull ni Carlos Núñez igualan el sonido absolutamente electrizante y ultrarockero de este flautista que convierte la música persa en el nuevo rock and roll.

Os Barbapapas - DooWooDooWoo

Se definen como un cuarteto experimental de música instrumental intergaláctica. No vamos a decir que no, porque el combo paulista basculan en una suerte de psicodelia incidental que conecta con la tradición más tribal de la música afrobrasileña, pero también con una música ritual para entrar en un trance orgánico infinito.

Perotá Chingó – Di Mi Nombre (live)

Versión urgente de Rosalía que suena casi a música sacra. Eso es lo que las argentinas Perotá Chingó han pergeñado en su versión de la imponente Di Mi Nombre, en su flamante nuevo álbum en directo, registrado en Buenos Aires con colaboraciones como las de Juan Molina o André Abujamra. En el caso de esta versión, en poco más de un minuto llevan a la dimensión de rezo y mantra una de las canciones más osadas y universales de El Mal Querer.

Dobet Gnahoré – Vis Ta Vie

Se la considera una de las herederas más visibles del legado aún vigente de artistas africanas como Angelique Kidjo, Yemi Alade o Fatoumata Diawara. Y es que la marfileña es una de las artistas más versátiles del nuevo afropop, una suerte de falso género en el que conviven, como en este temazo, guitarras que recuerdan a la tradición musical africana con ritmos que pueden llevarnos al pop latino y melodías casi de radiofórmula. Ojalá una artista de Costa de Marfil liderando las listas de éxitos de todo el mundo.

Yuma Abe - Omaemo

Aunque parece que tiene 16 años, el japonés Yuma Abe ya supera la treintena. Sin embargo, es ahora, con su flamante disco Fantasia, que se ha colocado como una rara avis que debería despertar el interés del circuito alternativo occidental. Con un registro que puede recordar a artistas como Mac DeMarco, Juan Wauters o HOMESHAKE, el nipón maneja la canción despeinada de autor entre ecos que van desde el garage de San Francisco al falsete o el cantautorismo asiático, como en este hit.

PS5 - Babalawo

Aunque el nombre del grupo pueda recordar a alguna consola de moda, PS5 es una suerte de polirrítmico, poliédrico y polifónico ensamble del sur de Italia comandado por Pietro Santangelo (cerebro de otros proyectos como Nu Guinea o Fitness Forever) que, partiendo desde una idea de “brass quintet” con aires jazz y highlife, hace ojitos a ritmos africanos y americanos a la vez, paseando del Mediterráneo al Norte de África, el sur de América Latina o las islas más recónditas del Océano Atlántico.

Ruiseñora – Jota de los Quintos

Resignificando códigos de la música tradicional extremeña, Ruiseñora se han convertido en uno de los proyectos que cotizan más al alza a la hora de recuperar la copla tradicional del sur de España con una producción tan cerca de la psicodelia más cósmica como de la electrónica más pistera. Así lo han demostrado en sus dos primeros álbumes y sus sucesivos singles, pero ahora en La Jara, su inminente nuevo EP, parece que van a conseguir el reconocimiento que desde hace años merece este dúo extremeño-canario con base en Madrid.

Lorjhu’ – Kembang Koning

Como una suerte de blues indonesio, el sonido de Lorjhu’ parece llevar la idiosincrasia sonora y el imaginario de proyectos como Tinariwen, Bombino o Mdou Moctar a una tradición asiática desconocida: hay sintetizadores, hay guitarras circulares, hay ruptura de canon blues-rockero. Hay liga en esto nuevo rock and roll.

Los Espíritus & Carca - Mugre

De un lado, Los Espíritus, un grupo que ha conseguido convertir el blues-folk cansado y atemperado en una suerte de nuevo rock pesado, ese que recuerda el Pappo’s Blues, el Aquelarre, el Vox Dei de la Argentina de los años 70, pero también a los Doors más impredecibles. Del otro lado, un artista iconoclasta como Carca, socio de proyectos como Babasónicos y dueño de una trayectoria en solitario absolutamente impredecible, como un Frank Zappa de Buenos Aires. Juntos, pues bueno, ya se imaginarán: convierten la mugre en belleza.

Rogér Fakhr – Gone Away Again

En el Beirut de los años 70 habitaba un artista que podría haberse convertido en una suerte de Marvin Gaye libanés. El tiempo lo escondió debajo de la alfombra, pero ahora Habibi Funk recupera el legado de un Rogér Fakhr que ha conseguido entremezclar ritmos tribales de su Líbano natal con ritmos jazz & soul sexys.

Kansado - Aguancó

Hay algo de los lo-fi recordginds de J Dilla y secuaces en el sonido de Kansado. Pero la música de este dominicano-americano bucea por los cauces más sensuales del nuevo ritmo electrónico: hay influencias de la música tropical que mamó desde pequeño, pero también hay mucho del chill-house ibicenco y hasta incluso de esa idea futurista de modelar la música electrónica que tienen iconos como Flying Lotus.

Gaba Cannal & E_Clips Mzansi – Shona Le

Uno de los álbumes más estimulantes del año ha sido Amapiano Now, editado por la facción discográfica de la plataforma-emisora británica NTS. Y digo que es estimulante porque la escena de Amapiano es una de esas nuevas genéticas aplicadas a la música de baile que están llevando el sonido del clubbing sudafricano a todo el mundo. Un recopilatorio que ayuda a comprender cómo suena la electrónica del sur de África, pero que puede dar claves de cómo sonará el nuevo perreo cuando Occidente se digne a aceptarlo.