Throisma consta de nueve piezas, que existen en un mundo sonoro psicodélico/dubby con un fuerte aroma del Mediterráneo oriental, y enriquecidas con líneas de tzouras (pequeños bouzouki) fuertemente filtradas, riffs de bajo difusos, tonos sucios de sintetizador analógico y ritmos de tom de piso hipnóticos. Un paisaje sonoro rico y colorido finamente elaborado, con la identidad de marca registrada de un artista animado y un explorador sonoro, que intenta casarse con diversos mundos musicales: cualidades orientales con estados de ánimo de Velvet Underground, vibraciones melódicas de Anatolia con texturas rock-psicodélicas, sabores folk orgánicos. con aguda electrónica contemporánea y técnicas de musique concrète. Todo esto se entrega con una fluidez, un filo y una elegancia incomparables, libre de estereotipos y clichés.
Throisma se traduce como "susurro". Las letras cantadas en el griego chipriota nativo de Antoniou se caracterizan por una reflexión poética sobre el existencialismo, llamando a un despertar espiritual, y un descuido hacia los “Skárta dóra” (regalos inútiles) impuestos por las estructuras capitalistas y los cuerpos malvados que pretenden mantener nuestras almas en custodia. Él pregunta: “¿Cuáles son las cosas que impiden que nuestras almas susurren? ¿Por qué caemos continuamente en la trampa de encerrarnos, privando a la brisa del amor de llegar al fondo de nuestra psiquis y hacer vibrar sus hojas? ¿Hasta qué punto hemos enterrado la alegría de nuestra infancia y cuál es el precio que debemos pagar para desenterrarla?
Una búsqueda existencial, alimentada a través del medio artístico de Antoniou, ha logrado codificar sus pensamientos y comunicar estos matices a través de estas nueve canciones.
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