Un programa de Álex García
Muchos músicos se encierran en sí mismos cuando el mundo que los rodea parece caótico y poco confiable. Reformular la percepción de uno mismo a menudo puede revelar nuevas verdades personales algo incómodas y profundas, y para Beth Orton, la música resurgió en los últimos años como una fuerza de unión, incluso cuando su propia vida parecía más complicada que nunca. De hecho, los cimientos de las canciones del impresionante nuevo álbum de Orton no fueron más que su voz y un piano vertical "barato y destartalado" instalado en un cobertizo en su jardín, en una ciudad equivocada evocando una atmósfera profundamente meditativa que permanece mucho después de que la nota se haya evaporado.
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