Hablamos con uno de los selectores musicales mexicanos más activos (es DJ, propietario de la tienda Casa Calypso e impulsor de fiestas) quien enaltece la figura de los “crate diggers”, los rebuscadores de discos en busca de joyas ocultas.
Por José Fajardo  

La biografía de Carlos René da para una trepidante producción de Netflix: icono mod en su juventud, cuando agitaba las noches de Ciudad de México (entonces aún se decía el DF) con su fiesta Hipshakers! de sonidos sixties (cabía del skinhead reggae al garage-soul), más tarde se convertiría en una eminencia a la hora de encontrar discos de siete pulgadas bajo el paraguas de Dedos Sucios. Ahora tiene un programa en la radio londinense NTS radicalmente diverso (suena desde La Lupe hasta champeta, cumbia, salsa, mambo, boogaloo, latin funk o ritmos brasileños), abre el apetito de coleccionistas de todo el mundo desde su tienda en la capital mexicana Casa Calypso y sigue agitando caderas con sus fiestas ’Bombo y Maracas’ y ‘Sacúdete’. 

Durante un tiempo se lo puede encontrar pinchando en los clubes más selectos de Barcelona, a donde se ha mudado para estudiar, pero antes visitó la Colección Gladys Palmera y conversamos con él sobre esas fuerzas ocultas que mueven a un coleccionista a cometer todo tipo de locuras para conseguir un disco, además cuenta con sus increíbles anécdotas cómo se vive en primera persona una profesión/afición tan peculiar y fascinante y regala sabios consejos que valen tanto para incipientes como consagrados coleccionistas.