El alma de Cuba
Este disco de larga duración, el segundo
de Abelardo Barroso,
tiene dos ediciones: la primera prensada en Cuba por Puchito
para el mercado local, donde el cantante era una estrella; y la
segunda por el sello
norteamericano Gone Latin
(GL-7004) en la que ni
siquiera aparece el nombre completo del cantante; era
una vez más
una tentativa para sacar tajadas
de la moda del cha cha chá en
Estados Unidos.
Volvamos a la edición cubana. El “alma
de Cuba” del título no reside en la guayabera de color, las
maracas floridas y el fondo exótico de su portada, sino en la
sonrisa imperfecta de este hombre con cara de gato bonachón que
vivió sus siete vidas. Su resurección en 1955 debida al inesperado
éxito de En Guantánamo
grabado por consecuencia de una invitación de la Orquesta
Sensación para el sello
Puchito,
propició que Jesús Goris,
dueño de la marca, le ofreciera
lanzar una producción como solista, esta vez respaldado por el
conjunto del infravalorado pianista y arreglista matancero
Severino Ramos.
El resultado es este, un disco cuya
dificultad de encontrar en buena condición es inversamente
proporcional a su facilidad de escucha. Y eso a pesar de que Barroso,
apodado el Caruso cubano por tener la capacidad de cantar sin
micrófonos en salas inmensas, no tenía una gran voz. Pero sí
poseía lo que muchos buenos cantantes no tienen: una gran facilidad
para la improvisación y un sabor único que aportaban autenticidad a
todo lo que interpretaba. El repertorio escogido son sus éxitos de
antaño, ya sean soneros o danzoneros. Entre trompetas, piano, tres y
percusiones discretas sobresalen sus interpretaciones de
El huerfanito, uno de los
hitos de su carrera, Dame un
trago, tabernero, perfecta en
su voz “aguardentosa”, Lágrimas
negras, sublime bolero-son de
Miguel Matamoros,
y Guajira guantanamera,
recuerdo de la época del danzón cantado. Es que Barroso
tampoco sabía cantar canciones
modernas. Decía en una entrevista realizada a raiz de la grabación:
“Yo canto canciones antiguas
en ritmos modernos (...). Quiero conservar mi tradicionalismo”.
Y su alma, bien guardada aquí para las nuevas generaciones.
- Tommy Meini
Tracklist:
Notas:
Grabado y prensado en Cuba.