Danse-party à La Havane
Tan raro como su álbum anterior, pero musicalmente muy superior, Danse-party à La Havane de la Charanga de Cuba es uno de esos escasos discos 100% cubanos que se grabaron fuera de la isla después de la Revolución. En la fotografía de portada, verdadera explosión de colores firmada por Roland Carré, retratista de los artistas más destacados de los sellos Bel-Air y Barclay, los músicos, genuinos guerreros del ritmo, hacen alarde de su satisfacción de haber conquistado con su artillería de instrumentos tropicales una de las capitales más cotizadas del viejo continente, París.
Aunque no figura como director en los créditos de la portada, el pianista Mario “Mayito” Fernández, armado de un par de maracas que alza tal un cetro, es el verdadero artificiero de este alegre batallón vestido de uniformes de revista llamativos -pantalones amarillos canarios, chaqués de cuadros, sombreros de copa arcoíris y parajitas de lunares- precursores del atuendo de nuestra querida Agatha Ruiz de la Prada.
Bajo el mando estricto de Mayito y tras un año de conciertos ininterrumpidos, la Charanga de Cuba, originalmente una orquesta de casting, ha ganado cohesión y seguridad. Domina el piano -hay que escuchar los solos en Angoa, Liceo de Madruga y Lázaro y su microfone (sic), título que la orquesta del padre de Mayito ya había grabado en Cuba-, pero el repertorio, bien escogido, da a cada instrumentista o sección de instrumentos, la oportunidad de lucirse.
En la sombra de Mayito y sus “bombines”, obra el inquieto y oportunista impresario Ramiro Arango, quien, aunque desprovisto de grandes conocimientos musicales, se las ingeniaba cuando se trataba de entrever algún beneficio extra. Aquí uno de sus trucos consiste en apropiarse los danzones Angoa y Liceo de Madruga de Félix Reina y Enrique Jorrín. Pero en este último caso, su “invento” da un sabor peculiar al disco: el tema de Jorrín se convierte en un alegre y eficaz mensaje publicitaria que invita a los auditores a venir a bailar en el club Chez Samba, cuartel general en París de la Charanga de Cuba y de un sin fin de agrupaciones latinas. Dice la nueva letra:
Yo sé que a ti te gusta bailar con el ritmo del cha cha chá
Por eso si tú quieres saber dónde se baila mejor
yo te diré de un lugar que tú nunca podrás olvidar
Para bailar el cha cha chá viens danser ici chez Samba
Con la charanga cubana ya todos quieren bailar
Por eso que aquí en el Samba ya todos bailan el cha cha chá
Otra artimaña de Arango consiste en sacar de su contexto religioso el ritmo bembé para convertirlo en un baile de salón cuya coregrafía intenta explicar en un francés más que aproximativo en Apprends le bembé e Invitation au bembé. En realidad el bembé es una fiesta ancestral de tambores, cantos y bailes al aire libre para llamar y divertir las divinidades de la santería afrocubana. Barclay apoyará el atrevimiento de Ramiro Arango al lanzar al mercado un EP de la Charanga de Cuba dedicado solo a este ritmo (Barclay 72 596) con dos temas inéditos, además de otro EP (72 632 M) con cuatro de los mejores títulos de este álbum.
- Tommy Meini