Un kilataje demasiado precioso tenía en sus manos Víctor Paz cuando en 1974 decidió ser el director musical y trompetista de Camilo Azuquita para su álbum En Hollywood. Es cierto que tanto como Camilo como Víctor nacieron en Panamá, pero el recorrido de Paz rebasaba al de Luis Argumédez Berguido, nacido en Colón en 1945 y quien en honor a quien consideró siempre su maestro, Luis, tomó el apellido y luego el nombre. Llegó a ser Luis Rodríguez y posteriormente Camilo. Y ese maestro era nada menos que un tremendo vocalista que con la orquesta de Mariano Mercerón dejaría memorables temas a la música caribeña. Y también era panameño. Camilo Rodríguez Se integraría a la orquesta del santiaguero Mercerón tal y como décadas después Camilo Azuquita se integraría a Los Jubilados de Santiago de Cuba para dejar una producción discográfica memorable.

Pero bien. El personaje es Luis Argúmedez Berguido, Camilo Azuquita, nacido en 1945 (cuando ya su mencionado mentor tenía 36 años) y dotado de una melodiosa voz que le ganó el apelativo de Azuquita, puesto, por cierto, por un locutor cubano radicado en Panamá. Gana en segunda vuelta su derecho a ser vocalista semanal de una emisora panameña pero el mundo se le hizo chiquito y en 1966, a los 21 años ya está en Perú probando fortuna. También ese año, durante los carnavales de su país conoció a Rafael Cortijo, quien le propuso trabajar juntos. Viajó entonces a Puerto Rico y pudo grabar casi que como fundador, pues, con Los Megatones de Roberto Roena, quien aunque estaba en el Gran Combo de Rafael Ithier, daba pasos firmes como director, coreógrafo y solista y tocaba en sus días libres teniendo compañeros de lujo como Andy Montañez, Pellín Rodríguez, El extraordnario Elías Lopés (Director musical y trompeta) y Camilo Azuquita.

Luego de Puerto Rico, Azuquita se va a Nueva York, se integra a la Banda de Kako Bastar, y la calidad de las grabaciones y repertorio lo colocan en un buen sitial en el ‘ranking’ de los vocalistas, y aún, de los compositores.

Luego vendría un bailoteo entre Nueva York y Puerto Rico (Kako y Cortijo) que culminó con la Sonora Matancera supliendo a Justo Betancourt. Es después de este periplo que conforma, por fin, Azuquita y su Melao con la que rompe el celofán en Los Ángeles, que es donde graba el presente álbum: Salsa en Hollywood.

Nos contaba en 1988 en San Juan, que este álbum fue significativo en su carrera ya que contó con extraordinarios músicos que le ayudaron a crecer más como dueño de orquesta, y músico.

En este álbum participan unos cuantos músicos de la banda de Eddie Palmieri, incluyendo, como se señaló al principio, a Víctor Paz, paisano de Azuquita. Al poco tiempo fue solicitado para suplir a Tito Allen en la Típica 73, y es desde esta agrupación desde donde surge su afinidad total con Francia, país al que llegó en gira y del que se enamoró, pero ese es otro tema, como es otro tema su excelente relación con el grupo santiaguero (de Cuba) Los Jubilados.

Vayamos a En Hollywood, álbum grabado bajo el sello angelino  E&G, bajo cuya égida hubo otras agrupaciones.

En Hollywood cuenta con músicos como Víctor Paz (nada menos y nada más) en la Dirección musical y trompeta, José Rodrígues en el trombón, Andy González en el bajo (con lo que eso significa), Manny Oquendo en los timbales, y otros músicos como  Howard Katz y Oscar Breniere en las trompetas, Marcos Rangel en el piano, Charlie Montes en el bajo junto a Andy González, Humberto Cané en el bajo, Mike Rojas en los timbales, Héctor Andrade en las congas, junto a Jerry González y José Hernández, Perico y Luis Cante.

Los temas de este álbum son:

El teléfono (Luis Argúmedez), Delirio (César Portillo de la Luz), Durán mano de piedra(Luis Argúmedez), Elige! que yo te enseño (Luis Argúmedez), A mi mamita le gusta el son (Luis Argúmedez), No pienses así (Derechos reservados), Bomba pa' ti (Luis Argúmedez) y Dark Woman (Godrick Williams).