En italiano “conjunto” se dice “complesso”, pero parece que en “hispaliano” se dice “conyunto”, a menos de que se trate de un error tipográfico. De paso en Lombardía, el Conyunto o Conjunto Cubakán fue sin dudas el primer conjunto femenino 100% cubano en grabar en Europa.

Ya lo había hecho en España el año anterior, en 1958, la pianista Nereida Himely con su grupo femenino Nereida y su Ensueño Tropical, pero la deserción de tres de sus muchachas -las Hermanas Patterson y la trompetista Luisa Cotilla- la había obligado a reclutar tres chicos para grabar su único disco, un EP tan difícil de conseguir como cualquier de los tres del Conyunto Cubakán.

Este disco de las Cubakán es el tercero y último de su corta discografía por la casa disquera milanesa Astraphon Superdisco, propiedad de Aldo Pagani, percusionista del sexteto de Renato Carosone. En su dos primeros discos, las chicas del conjunto interpretaron la rumba Si los rumberos me llaman de Hilario Ariza, el bolero-beguine Soñé que vendrías de Inés María Blanco, y los cha cha chás El bodeguero de Richard Egües y Pínchame con tenedor de Carlos Menéndez, también popular en Italia en la voz de Yvon Poveda acompañada por la orquesta de su marido Pantaleón Pérez Prado.

En este disco, interpretan en la cara A El negrito del batey, merengue popularizado en Cuba por Alberto Beltrán, y en la cara B, Sandunguéate, una buena guaracha rumbeada que Senén Suárez compuso en 1955 para Celia Cruz y la Sonora Matancera (Seeco S-7529). Pero aquí nada de sonora ni orquesta tradicional cubana. Las Cubakán alinean una combinación de instrumentos casi inaudita en Cuba: tumbadora, contrabajo, saxofón, guitarra eléctrica y acordeón. El Conyunto Cubakán, un “complesso” de chicas sin complejos.

- Tommy Meini