No quiero matarte / Con Silvana Mangano

Formato: 45 rpm
Sello: RCA Victor - 51-6234
Matriz cara A: E3XW-2529
Matriz cara B: E3XW-2528
País de edición y fecha: Estados Unidos, 1953
Grabación: Cuba
Estilo: Latino, Afro-cubano
Géneros: Bolero, Guaracha-mambo
Tracklist:
A1 No quiero matarte (Walfrido Guevara, Ofelio Guevara) bolero
B1 Con Silvana Mangano guaracha-mambo
Notas:

Cuando la actriz italiana Silvana Mangano apareció en las pantallas de los cines habaneros en los filmes Arroz amargo y La loba, los hombres capitalinos supieron que había llegado a su imaginario la nueva musa de sus sueños. Desde las butacas de los cines la vieron (o la imaginaron) voluptuosa, cercana, sensual. Y los músicos no fueron menos: la prueba de que sucumbieron a la tentación Mangano quedó para la posteridad en los temas que le compusieron y en los discos grabaron.

El primero, al parecer, fue Dámaso Pérez Prado “El Rey del Mambo”, cuando llevó su fascinación por la italiana a uno de los ritmos que su fértil imaginación creaba a cada rato: un suby titulado “Silvana Mangano”, que graba con la RCA Victor en México a mediados de 1953 (V-20-5367). Poco después, en una segunda edición también en 78 rpm (V 23-6039), el título precisa más el homenaje intencionado del autor, llamándole “A la Mangano.

A punto de terminar 1953 y casi seis meses después de la grabación de Pérez Prado se anuncia la celebración de la Semana de Cine Italiano, por primera vez en Cuba, del 30 de noviembre a 6 de diciembre, con el estreno de siete filmes de reciente producción y la presencia en La Habana de una delegación en la que se incluye el nombre de Silvana Mangano. Muy rápidos fueron Francisco FelloveEl Gran Fellove- y Luis Yáñez, con seguridad la noticia los inspiró más allá de la normal expectativa cuando decidieron escribir a cuatro manos la guaracha “Con Silvana Mangano”, casi un saludo de bienvenida a la diva italiana. La gerencia de la RCA Victor en Cuba, rápida también, produce su grabación en la voz de Benny Moré con su orquesta, con un excelente arreglo, que sabe a Eduardo Cabrera, Cabrerita, donde en una de las guías se anuncia la llegada de la actriz romana:

Silvana viene a La Habana bailando el ritmo baiao.

Y Benny Moré, en las inspiraciones asegura:

Cuando venga Silvana Mangano para La Habana,

yo le hago bailar un mambo cubano.

 El mambo “A Silvana Mangano” por Benny Moré se publicaría en disco de 78 rpm (Victor 23-6234) y después en disco de 45 rpm (51-6234) y parece ser que la fecha del 25 de noviembre de ese año podría ser la de su lanzamiento, haciendo coincidir su salida al mercado con la presencia de la homenajeada, que llegó a La Habana junto al realizador Alberto Latuada, el guionista Cesar Zavattini, el escritor y crítico Joseph-Marie Lo Duca, la actriz Mónica Belli y el productor Dino de Laurentis, entonces esposo de la Mangano. La esperada diva no actuaba en ninguna de las películas que serían exhibidas durante la Semana de Cine Italiano: otras actrices se verían en pantalla, como la propia Mónica Belli, Eleonora Rossi Drago, María Fiore y la despampanante Silvana Pampanini. 

Pero de lo único que se hablaba en La Habana era de los italianos del cine….y de Silvana ManganoEl Diario de la Marina dio una gran cobertura al acontecimiento y hasta hizo público el lugar donde estaría hospedada: el reluciente Hotel Comodoro.  El escritor Lisandro Otero, entonces columnista del diario Excelsior, publicaría el 2 de diciembre una entrevista con Mangano, Belli y Di Laurentis, donde afirma: “No hay duda, es una hermosa mujer. Su piel es de una extraordinaria blancura. No usa afeites. No lleva prendas [joyas]. El pelo muy negro, cuidadosamente peinado, cae sobre el rostro, a lo Verónica Lake.”

El lunes 30 de noviembre se inaugura la muestra con el filme Dos centavos de esperanza. El coreógrafo Gustavo Roig, a quien encargaron diseñar y producir la gala previa para recibir a los italianos, no se enteró, o no quiso enterarse, que unos mulatos cubanos habían anunciado antes que nadie y a ritmo de mambo, que la Mangano llegaba a La Habana… bailando el ritmo baiao: el espectáculo en clave muy formal y diríase que soso, contó con las actuaciones de los cantantes líricos René CabellAmérica Crespo, el trío Los Tres Galanes y la vedette Angelita Castany

Cuando los italianos subieron al escenario a las presentaciones de rigor y Silvana Mangano pudo ser vista en vivo, en directo y a todo color, la imagen se sumó a otras que ya se comentaban desde su llegada a La Habana, alimentando una confrontación de opiniones irreconciliables: para algunos se cumplieron sus expectativas, pero para otros fue una auténtica frustración. Al final de la entrevista que le realizara en el hotel Comodoro, en medio del tropel de curiosos y admiradores, Lisandro Otero lo constata: “Se escucharon algunos comentarios: “Tanto hablar y total nada. En Galiano y San Rafael las hay mejores”. Quizás la belleza estilizada de la Mangano no ha agradado a nuestro público, que esperaba a la hipertrofiada y ampulosa “mondina”de “Arroz Amargo.” De todas formas ella sigue hacia los ascensores sonriendo. Levanta la mano en una despedida. Las puertas se cierran y la multitud se disuelve entre los comentarios y el habitual cubaneo”

La Mangano se marchó de La Habana junto a su Dino di Laurentis el sábado 5 de diciembre en un avión de National Airlines que la llevó directo a Nueva York. A pesar de la frialdad de su contacto con el público habanero, dejó La Habana bien caliente,  las opiniones continuaron divididas y la Mangano siguió dando de qué hablar, para bien y para mal: pocos meses después, en 1954, Luisito Pla con su trío graban para Panart (P-1612) “Mangano y la Pampanini”, una guaracha donde la diva de “Arroz amargo” es confrontada con Silvana Pampanini, quien muy pronto se convertiría en el nuevo objeto italiano de deseo de una buena parte de los hombres cubanos. Pero la Mangano retendría el cetro de ser la italiana más cantada por los compositores cubanos, aunque en realidad, ya nunca sabremos qué opinaron Pérez Prado, Fellove, Luis Yáñez y Luisito Pla cuando la vieron finalmente en persona. (RM)