Nacido en Caracas en septiembre de 1943 no se las vio fácil desde la infancia. Pregonando su oficio de limpiador de zapatos y vendedor de periódicos le llegó el gusto por la entonación. Era muy alto y muy flaco. Tabaquito lo llamaron y Tabaco se quedó.

Con el tiempo se hizo integrante del legendario Sexteto Juventud, contribuyendo a muchos de sus éxitos.

Desde 1967 hasta 1973 estuvo Carlos Quintana en el Sexteto de Olinto Medina. Decidió hacer su propio sexteto, que por sugerencia del también músico José Natividad Martínez, Naty se transformó en Tabaco y sus Metales hacia 1983. Y de los metales a la orquesta fue un suspiro. Es con la orquesta que Carlos Quintana se pone en las manos del reconocido director Andy Durán para cristalizar este álbum “Homenaje a los Bravos” … a los Bravos del ayer.

El sello Musart editó esta producción en 1984, un año después de que el sello venezolano Top Hits la sacara al mercado. Y todo se mantiene intacto, hasta la excelente imagen de Tabaco realizada por el famoso ilustrador Galeandro. La única diferencia está en los tréboles del sello Musart.

Andy Durán se esmeró con esta producción para Carlos Quintana, sabiendo que los instrumentistas fueron de primera línea, desde José Araujo y Rafael Rey en las trompetas hasta Carlos Guerra en el trombón, Joel Muñóz en el piano y Roberto Jirón en la guitarra, por solo citar a algunos.

El repertorio fue escogido a la medida de la voz de Tabaco, resultando un disco de alta factura que generó alegría entre los salseros venezolanos y caribeños.

Hay que destacar que este “Homenaje a los Bravos” no se estructuró con base en el repertorio de ‘los Bravos’ sino en la escogencia personal de Tabaco y Andy Durán, a quien se reconoce por su inclinación al jazz y a la música de Brasil.

Baranga, Estoy como nunca, No insistas más, El timbalito, Tuntuneco y Perico, Otra vez, Mascarada y La Culebra son los temas seleccionados para esta producción que no marcó el final de Carlos Quintana, pues casi enseguida transformó la orquesta en el Grupo Futuro y trajinó hasta que las fuerzas le fallaron en mayo de 1995.