Mambo avec Pérez Prado

Formato: EP, 45 rpm
Sello: RCA - F 75-301
País de edición y fecha: Francia, 195-
Grabación: Estados Unidos
Estilo: Latino, Afro-cubano
Géneros: Mambo

El primer contacto importante de Eartha Kitt con la música latina debió ocurrir en Broadway, cuando cerca de 1945, ingresa en la compañía de danza de Katherine Dunham. La que será poco después la gran diva afroamericana llega al singular ensemble danzario cuando la Dunham ya se hallaba inmersa sus investigaciones sobre la música y las danzas en el Caribe y con sus espectáculos había logrado atraer la atención de algunos jazzmen norteamericanos que ya apostaban decididamente por el bebop. Además, músicos cubanos como Mario Bauzá, Machito, Chano Pozo que vivían y trabajan en Nueva York asistían y colaboraban con la coreógrafa norteamericana. Y Eartha Kitt, bailarina de la compañía debió haber lanzado más de un pasillo al golpe de los tambores y las maracas de aquellos morenos cubanos, iniciando así su fascinación por los ritmos afrolatinos.

Su experiencia con la troupe de la Dunham será decisiva, pero sobre todo dos hechos en los que participa: el estreno en el Adelphi Theater el 27 de septiembre de 1945 de Carib Song y un año después, en el Belasco Theater, Bal Negre, dos revistas de ambiente afro-caribeño con dirección y coreografía de la propia Dunham. Gilberto Valdés, uno de los grandes compositores y directores orquestales cubanos, y de los precursores en llevar los elementos afro a la música cubana de concierto, era el director musical de la compañía y dirigió y creó música para Bal Nègre. Como parte del cuerpo de baile, Eartha supo probar su capacidad para asimilar con brillantez ritmos foráneos, y sus músicas.

Era ella, en esencia, una artista completa, que incursiona muy temprano en la multiplicidad de expresiones sobre los escenarios: canta, baila, actúa. Es una vedette, que, sin renunciar a la preeminencia de su herencia afroamericana, asimilará también un modo muy refinado y cosmopolita de transmitir la alegría, el ritmo y la sensualidad latina, que gustará tanto en Francia y otros países europeos. Aún no ha alcanzado la fama que pronto lograría, cuando en 1951 asume el rol de una cantante de cabaret en el filme italiano Parigi è sempre Parigi (París es siempre París) dirigida por Luciano Emmer, donde asombra cantando un afro acompañada del cubano Rudy Castell y su orquesta. El vínculo de Eartha con lo latino en este filme queda plasmado en el poster donde, sin ser la protagonista, ni aparecer en créditos principales, aparece junto a Castell, que toca su tumbadora.

Su carrera como cantante solista es respaldada con la grabación en 1953 su primer album RCA Victor presents Eartha Kitt (LPM-3062, 10”), donde la diva afroamericana incluye un tema latino muy popular entonces: Angelitos Negros (Andrés Eloy Blanco-Manuel Alvarez Maciste). En 1954 se publica en Francia un disco suyo de 78 rpm (SE-4141) con dos temas afro de dos compositores cubanos: Caliente (Chano Pozo) y Tierra va temblá (Mariano Mercerón),

Y no podía ser de otro modo: Eartha Kitt se apunta a la fiebre del nuevo ritmo latino: el mambo. En fechas cercanas a 1954 la RCA Victor francesa publica el extended play de 45 rpm Mambo avec Pérez Prado, donde la Kitt se hace acompañar por la orquesta del Rey del Mambo. Incluye en su cara A los mambos Me lo dijo Adela, del cubano Otilio Portal y Freddy, acreditada a Sheldon Harnick, Peter Pan y Steve Kirk. Por la otra cara, del respaldo a Eartha se encarga la orquesta de Henri René en otros dos exponentes del ritmo de moda. Graba también para la RCA Victor Mambo de Paree, que incluye en su LP Down to Eartha (LPM-1109).

Después de esto la diva afroamericana pudo actualizar su contacto con la música cubana cuando el capo Meyer Lansky la contrata por una notable suma para viajar a La Habana y cantar en el recién inaugurado Club Casino Parisién del Hotel Nacional de Cuba, bajo administración de la mafia italoamericana que controlaba en juego en Cuba. La diva llega a La Habana el 17 de enero de 1956 y se marcha quince días después, el 2 de febrero. Se hospeda en el hotel Nacional, donde sorprendida por la cámara del fotógrafo Charlie Seiglie, tira unos pasillos y declara sin equívocos su pasión por la rumba, que encuentra aquí en su hábitat natural y aprovecha para enriquecer su contacto con los ritmos cubanos.

Pero Eartha Kitt no había sido contratada para eso, sino más bien para todo lo contrario: el Club Parisién había sido remozado en su totalidad para atraer a grandes artistas norteamericanos que estuvieran al nivel de la exigente y adinerada clientela del hotel. No pensado para megaespectáculos como los de Tropicana y Sans Soucí, lo que se pretendía con el Club Parisién era un ambiente íntimo, similar al de los exitosos Copacabana y el Stork Club en Nueva York. “Nadie personificaba el encanto y la elegancia del local, mejor que Eartha Kitt, a quien su ex-amante Orson Welles había calificado como “la mujer más excitante del mundo –contaría T. G. English en su libro Nocturno de La Habana, sobre la mafia del juego en Cuba-. Era una sensual actriz, una cantante y bailarina afroamericana con un “ronroneo”que era su sello característico. En 1954, Kitt se había apuntado un gran éxito con una canción intrascendente titulada “Santa Baby”, cargada de insinuaciones sexuales. En el escenario del Parisién, Kitt acarició el micrófono y se movió furtivamente, como una pantera en la jungla. Ataviada con un vestido negro muy escotado y ceñido, cantó con voz arrulladora.” Era lo que se esperaba de ella. Como escribió el periodista norteamericano Jesse StearnEartha Kitt ayudó a darle al casino un saludable empujón.” Deseada también por CMQ Televisión para presentarla en alguno de sus programas estelares, la Kitt pidió 2000 dólares de la época “ni un centavo más, ni uno menos”.

Eartha cantó en La Habana casi en las mismas fechas en que Dámaso Pérez Prado recibe en Estados Unidos el Disco de Oro para su tema Cerezo rosa, por superar el millón ochocientas mil copias vendidas. En Europa, la fiebre del mambo estaba en su apogeo y la diva continuó su vínculo con la música latina. Recurrirá a la percusión afrocubana cada vez más y a lo largo de su carrera musical, Eartha Kitt trabaja con varios percusionistas cubanos y boricuas como parte de sus orquestas y grupos acompañantes: apreciaría la labor del boricua Lil’Ray Romero y los cubanos Carlos Vidal Bolado y Modesto Durán, quienes le acompañan no solo en sus fabulosos shows en Las Vegas, sino también en algunas de sus grabaciones.

Eartha no renuncia al repertorio latino: en su disco de 1956 Thursday’s Child (LPM-1300) con la orquestas de Henri René vuelve a encontrarse con el compositor cubano Gilberto Valdés al cantar su clásico Ogguere. También incluye el bolero No importa si mentí, del también cubano Baz Tabrane y una personalísima versión de otro clásico cubano –Mesié Julián, de Armando Oréfiche- que ahora renombra como Madmoiselle Kitt.

En The Fabulouse Eartha Kitt (Kapp Records, KS-3046) pubicado en 1959 ya fuera de RCA Victor, con el respaldo de Maurice Levine y su orquesta, vuelve a grabar su versión de Tierra va temblá y hace un nostálgico regreso a sus años de danzarina con Katherine Dunham al retomar Shangó, uno de los temas principales de Bal Nègre, aquel gran musical en que bailó en 1946.

Havana (Chez moi) es llevado a su personal mood cuando lo graba con la orquesta de Tony Osborne en 1962. Dos años después graba, en sensual versión, La Chica de Ipanema, el clásico de los brasileños Jobim y Moraes, publicada en su disco Love for Sale (Columbia SCX-3563).

Un año después llegaría el disco que ya hacía tiempo reclamaba la discografía de la diva: “Eartha Kitt Sings in Spanish”, grabado para el sello Decca en México con un repertorio de temas all-latin, en su mayoría clásicos mexicanos: Guadalajara, Cu cu ru cu cu Paloma, Historia de un amor, El pecador, Dónde estás corazón, Cielito Lindo, Incertidumbre, La media vuelta, La barca de oro, y los clásicos Cielito lindo, La bamba, Noche de ronda y Bésame mucho. Eartha se hizo acompañar por la orquesta de Ramón Márquez.

Por amor (Rafael Solano-Kathleen Fried), Se acabó (Julio Gutiérrez-Ron Scriano), Así eres tú (Modesto Durán-Eartha Kitt) y Génesis (G. Venegas) se incluyen en Sentimental Eartha, el álbum que grabó en 1970 para el sello Sparks. En 1989, hace un guiño a la música cubana, al incluír Cha Cha Heels en el CD I’m Still Here (Arista Records),

Eartha Kitt cantó canciones africanas, rumanas, paquistaníes, portuguesas, italianas, francesas, de muchas procedencias, pero su pasión por lo afrolatino y afrocubano pudo siempre mucho más. (Rosa Marquetti)

Tracklist:
A1 Me lo dijo Adela (Sweet and Gentle) (George Thorn, Otilio Portal)
B1 Mambo de Paris (Jimmy Kennedy, Alex Alstone)
B2 Je cherche un homme (Michel Emer, Yves Bruyère, Ramón Pina, Georges Pazman)
Featuring:
Dámaso Pérez Prado - Director(a) de orquesta
Henri René - Director(a) de orquesta