Parecían más unos gauchos argentinos o cantores paraguayos que  llaneros venezolanos, porque por tierras de Venezuela salvo en los Andes, no se usan ponchos, ni ruanas, ni bufandas. Lo mas tremendo del caso es que Mario Suárez no era llanero precisamente. Era Zuliano, de una de las tierras mas calientes de su país, de las que aporta petroleo. Habría que investigar quién le colgó la bufanda y las tremendas botas, que llaneras tampoco son. Pero en fin, en el sello Velvet de Venezuela origen del álbum todo podía pasar bajo la égida de José Pagé, su dueño.

Mario Enrique Quintero Suárez nació el 19 de enero de 1926 en Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela.

Muy joven llegó a Caracas, la capital, y buscó allí la meta que se había propuesto alcanzar, aunque, antes habría de pasar por diversas actividades ajenas al arte de la vocalización musical, incluida la de ayudante de sastrería y presentaciones como aficionado en ferias y programas de radio en las que daban al ganador una bolsa de pan o una pequeña papeleta de café.

En 1943, Teodoro Capriles, cantante profesional, lo presentó al maestro Ángel Sauce, compositor, director y profesor de música, quien le recibió como alumno e integrante de un orfeón por él dirigido. Tres años después Ricardo Espina, empresario de radio lo presentó a Pedro Vargas, el tenor mexicano, ya consagrado cantante para ese momento, y Vargas se convirtió en su protector.

Mario Suárez pasó por orquestas y agrupaciones como las de Arnoldo Nali, Luis Alfonzo Larrain y Aldemaro Romero, pero sería con Juan Vicente Torrealba y “Los Torrealberos” donde brillaría con todo su esplendor. Géneros musicales venezolanos como el pasaje, el joropo, la tonada cobrarían una nueva dimensión en su voz perfectamente acoplada a los instrumentos de tradición llanera en Venezuela: arpa, cuatro y maracas. De hecho la notoriedad alcanzada por Suárez reimpulsó en la radiodifusión a voces como las de Adilia Castillo y Eneas Perdomo.

Fue etapa muy buena con Juan Vicente Torrealba, pero Mario Suárez quiso explorar en otras tendencias y países. Se unió al extraordinario arpista Amado Lovera y ensamblaron esta agrupación con la que fueron a varios países, Cuba entre ellos. La fotografía realizada por Armand es buena prueba. Ya estaba con su Conjunto cuando se hizo la gráfica. Además Mario Suárez se dedicó a impulsar a otros jóvenes intérpretes como él, como fueron los casos de Lila Morillo, Mayra Martí y Héctor Cabrera.

Los temas incluidos en este álbum de 1961 son: Nunca Sabré, He de luchar(Chelique Sarabia), Muchachita, Moliendo café (Hugo Blanco), Regresa ya, Desvelo, Crueldad, Tengo el sentimiento herido (Mario de Jesús), Ahora, Noche de amor (Amilcar Segura), Orquidea (Hugo Blanco) y Diminuta (Luis Arismendi).