Para el momento en que Jorge Cafrune graba el presente álbum el cantor y folclorista argentino ya residía en España, después de varias giras e inclusive después de haber formado parte de una comitiva oficial artística que viajó a Estados Unidos y al país Ibérico. El éxito de esa gira fue tan notorio que Cafrune no sólo se quedó a vivir en España sino que además formó familia allí.

El periplo musical e investigativo de Jorge Antonio Cafrune Herrera  no fue obra del azar o de una casa discográfica. Tiene mucho que ver con la zona de Argentina donde nació, por las características de Jujuy, esa región ubicada al noroeste de la nación argentada, pegadita a Bolivia y sabemos lo que eso significa en términos de ancestralidad. Sumemos que los abuelos eran de origen Sirio y Libanés. Eso añade un componente en la posterior formación del niño nacido en Jujuy, con una familia dedicada a la venta de telas y otros rubros.

Cuando la familia se trasladó a la ciudad de Salta, también en el Noroeste argentino, la música comenzó a hacer su trabajo en grande  con aquél joven de Jujuy, quien terminó siendo integrante de un grupo musical en la salteña ciudad, con el que haría su primera grabación en acetato. Estamos hablando de 1957, año en que el destacado compositor y músico Ariel Ramírez, después de una pasantía europea retornaba a Argentina para dedicarse a lo folclórico nacional y a generar piezas inmensas como la Cantata Sudamericana y la Misa Criolla. Ramírez captó el talento de Cafrune y lo convocó junto a él para seguir juntos un buen trecho enriquecedor, productivo.

Para 1960 ya tenemos a Cafrune en solitario y con esfuerzo propio haciendo giras, inclusive en países vecinos, unas más exitosas que otras.

En 1962 le cambia la vida cuando participa fuera de cartel en el Festival de Cosquín, pues el público lo consagró como Revelación. Haría entonces sí su primer disco solista. Prosiguió con sus giras y sus participaciones en Cosquín adonde llevó en 1965 a una cantora de Tucumán: Mercedes Sosa.

Giras y proyectos ocuparon la vida del cantor hasta que en 1974 se radica en España, como señalamos al comienzo de esta nota. Regresaría a Argentina en 1977 debido a la muerte de su padre, con la circunstancia de un golpe de Estado militar en su país. Cafrune se quedó. En enero de 1978 entonó canciones prohibidas por la dictadura en el Festival de Cosquín, al que había regresado. Ese mismo mes de enero falleció en un complicado y hasta sospechoso accidente de tránsito, el 31 de enero de 1978. Apenas tenía 40 años de edad.

En este álbum, que realmente fue confeccionado un año antes en Argentina, pero replicado por el mismo sello disquero de origen, CBS ,al año siguiente, Cafrune despliega un repertorio bastante diverso. Viento del Pueblo, de Miguel Hernández, Canto del Cosechador, de Martín Alemán, Changuito Lustrador, de Leo Dan y Ferreyra, Guitarra, dímelo tú, de Atahualpa Yupanqui, Verde Romero de Esteban Velárdez y Lorenzo Vergara, Río de Tigres de Eduardo Falú y J. Dávalos, La llorona, de Padula y Peñaloza, Pa no ofender, de Martín Alemán, Nostalgias Santiagueñas, de los Hermanos Ábalos, No quiero ver el Sol, de Carlos Forte, y de Oruro a Cochabamba, de Osiris Rodríguez,