Poesía y canto negro
Aunque proviene de una familia eminentemente musical y prestigiosa, y contó y cuenta con pasionarios de sus trabajos discográficos y presentaciones personales no todo ha sido Color de Rosa ni fácil para Susana Esther Baca de La Colina. La gran diferencia con otros cantores que abandonan cuando se presentan las dificultades es que Susana tiene una gran perseverancia que nace de sus convicciones, sus búsquedas, sus empeños y hasta su terquedad creadora, pudiéramos decir.
Extraordinaria representante de la musicalidad de la nación peruana, y sobre todo del elemento africano en la conformación de esa musicalidad, Susana emprendió con vigor su camino teniendo ejemplos familiares que fueron definitorios, como su padre guitarrista, su madre bailarina y los primos que llegaron a fundar aquél legendario grupo Perú Negro.
Nacida en Lima en mayo de 1944 Susana logró cristalizar su primera producción discográfica en perfecta yunta con su esposo y productor, el sociólogo Ricardo Pereira, con quien se lanzaría al mundo de la búsqueda de raíces, testimonios, sonidos in situ, evidencias por toda la costa de Perú.
Este álbum que presentamos, el primero, “Poesía y Canto Negro” fue grabado en Cuba, país que siempre abrió sus puertas a la autenticidad de Susana. Participaron músicos de Perú y cubanos de alta categoría. Aún así esta grabación se conoció primero en casette y a través de un sello discográfico que tuvieron que crear Susana y su esposo, pues según ella misma confesó “Nadie quería grabar un disco en el que hubiera poesía. Me miraban hasta mal”. Pero lo hizo.
Profundamente estudiosa, Susana Baca es una referencia indudable en la tradición musical afroperuana y ha sabido rodearse de lo más granado de los músicos de su país.
En este álbum sorprendente, donde la poesía y la música conviven en la voz de Susana, encontramos hasta un texto de Silvio Rodríguez: “Delicado es la primera palabra que llega cuando busco calificar “Poesía y Cantos Negros”, del Perú. Todo en este trabajo coincide para revelar tan difícil sustancia. Repertorio, orquestaciones, sonoridad de la grabación, y por supuesto la tierna levedad conmovedora, la humana voz de Susana Baca”.
Grabado en Cuba y con edición en Perú en 1987 encontramos acá Guillermina, Los Marineros y Balada a Matilde, de Pablo Neruda musicalizadas por la escritora y docente griega Danai Stratigopoulou.
Incluidos están Color de Rosa, de Susana Baca, Luís González y Alejandro Romualdo, Te quiero, de Mario Benedetti y Alberto Favero, Los gallinazus, de Victoria Santa Cruz, Hermano Miguel, de César Vallejo y Ángel Ritro, María Landó(la joya de la corona) de Chabuca Granda y César Calvo, Lamento Negro de Guillermo Gálvez y Unidad, Canción Urgente de Alejandro Romualdo y Rodolfo de la Fuente.
Entre los músicos cubanos participantes de esta experiencia están Carlos Averhoff y Germán Velazco en el saxo, el Tosco José Luís Cortés en la flauta, Martha Duarteen uno de los violines, Pedro Luís Ferrer en la guitarra, la Camerata de Cuerdas Brindis de Salas, integrantes del grupo Irakere y alumnos de la Escuela Nacional de Arte en los coros.
Roberto Arguedas, Juan Medrano y Félix Vílchez destacan entre los peruanos en el arte de la guitarra, el Cajón y los efectos sonoros. El productor general fue el eterno compañero de Susana, Ricardo Pereira.