¡¡¡Qué tal... trío!!!
LUCILA CAMPOS, LA REINA DEL FESTEJO
Lucila Campos, nombre de jerarquía en cuanto a música criolla y afroperuana se refiere, menuda tarea que se impuso desde joven logrando alcanzar al paso de las décadas, ser considerada baluarte de la cultura afroperuana.
Clara Lucila Campos Marcial nació el 16 de agosto de 1938 en Lima, siendo criada en el distrito limeño de Lince. Su padre Pedro Campos Ochoa le inculcó el amor a la música afroperuana el cual desarrollaría desde niña teniendo claro que su camino era el canto. Su actividad en la música la inicia en 1947 a sus cortos nueve años tras participar en un concurso organizado por un popular mercado cerca a su casa. Este sería el comienzo de un proceso que le depararía grandes satisfacciones a futuro. Su ingreso como profesional se dará en 1957 participando en la Peña Karamanduca con el grupo Gente Morena de Pancho Fierro. Mas adelante, en 1967 formaría parte de la Compañía de Teatro y Danzas Negras del Perú, dirigida por Victoria Santa Cruz. Sobre su participación en este colectivo Lucila Campos manifiesta: “Ensayábamos y cantábamos en el Municipal, en el Segura con Teresa Palomino, hacíamos lo del Callejón, los bailes. Pero después tuvimos diferencia y salí del grupo”
SU PASO POR PERÚ NEGRO
El 26 de febrero de 1969 Lucila junto a sus primos Carlos “Caitro” Soto de La Colina y Ronaldo Campos fundó en el Callejón del Buque en Barrios Altos, Cercado de Lima la emblemática agrupación Perú Negro. Con ellos viajó a Argentina participando en el histórico Primer Festival De La Canción Y La Danza efectuado entre el 9 y 14 de octubre de 1969 en el Estadio Luna Park - Buenos Aires, obteniendo el primer lugar por el espectáculo La Tierra Se Hizo Nuestra. Un detalle para considerar, durante la participación de Lucila interpretando uno de sus números falló el sonido apagando los micrófonos del escenario y obligándola a cantar a capella sin mayor complicación ante la sorpresa del público; hecho que mostró la potencia vocal y energía que caracterizaría por siempre a esta gran artista. Lucila manifiesta lo siguiente sobre esta anécdota en particular: “Chabuca Granda nos apoyó bastante. ¡Cómo nos emocionamos! Le ganamos al grupo de Brasil, nosotros no pensábamos que íbamos a ganar”.
Con Perú Negro estuvo alrededor de 20 años tiempo en el cual realizó grabaciones y giras a nivel internacional, visitando países como Chile, Estados Unidos, Panamá, Argentina, Venezuela, México, España, países africanos, entre otros.
COMO SOLISTA
En los años 70 paralelo a su trabajo con Perú Negro, Lucila apunta su carrera como cantante solista grabando su primer álbum en 1973 para el sello Virrey bajo el título de Toro Mata (VIR-830). Durante la década de los 70’s continuó con su carrera discográfica logrando posesionar éxitos como El Guaranguito, Samba Malató, La Morena Trinidad, Toro Mata, entre otros.
En los años 80 unió su talento al lado de Óscar Avilés y Arturo “Zambo” Cavero grabando tres producciones esenciales para la música criolla y afroperuana, Valseando Festejos (1982) Seguimos Valseando Festejos (1982) y ¡¡¡Que Tal Trío!!! (1983). Y, así las cosas, continua con sus grabaciones durante esta década y los años 90.
EL LADO TROPICAL
Lucila, para sorpresa de muchos, también incursionó en la música tropical y afrolatina, siendo recordada su participación en el álbum Monte Adentro publicado en 1980 para el sello Caney (CR LPS 8012) compartiendo créditos junto a respetados nombres de la movida salsera como el cubano Miguel “Oso” Quintana, Pablo Villanueva Branda “Melcochita”, Andy González, Héctor “Bomberito” Zarzuela, Ángel “Cachete” Maldonado, Ray Maldonado, Paquito Pastor, y el líder de esta grabación, el saxofonista Dexter Jonhson, todos ellos dirigidos musicalmente por Juan Carlos Torres. Lucila interpretó en este disco el tema Voy Pa’ Sierra Morena en tiempo de son montuno.
Incursiona en la salsa nuevamente en 1982, esta vez con su propia agrupación denominada Su Nuevo Sabor contando con la dirección y arreglos del timbalero y director de orquesta Aníbal López grabando un disco de 45 R.P.M. para el sello BAMBÚ/IEMPSA (IEMP 14659) en el cual versiona Voy Pa’ Sierra Morena (lado A) y el vals Rebeca (lado B)
Estas grabaciones dan fe de la versatilidad de Lucila como cantante en género distinto al suyo, saliendo airosa interpretando música tropical.
SUS ÚLTIMOS AÑOS
Llamada La Morena Espectáculo por su energía y dominio escénico, se hizo popular en Lima a fines de los años 90 por organizar eventos sociales benéficos en su casa ubicada en la cuadra 7 del jirón José Leal distrito de Lince. Estas, conocidas en el Perú con el nombre de pollada (vianda consistente en ¼ de pollo frito acompañado de papas, ensalada y ají), tuvo tal éxito que hubo de organizarlas en lugares mucho más amplios dada la acogida de un público ganador tanto en lo gastronómico como en lo musical.
Tuvo que dejar los escenarios por la diabetes que padeció durante años falleciendo después el 12 de diciembre del 2016 a los 78 años en el Hospital Edgardo Rebagliati.
Lucila tuvo diversos reconocimientos, entre ellos, el otorgado el año 2011 como "Personalidad Meritoria de la Cultura" mediante Resolución Ministerial N°428-2011 emitido por el Ministerio de Cultura durante los actos de celebración del Día de la Canción Criolla.
Lucila es un personaje clave en la revaloración de la cultura musical afroperuana, forjada desde mediados del siglo XX junto con el trabajo de otros grandes exponentes.
ARTURO “ZAMBO” CAVERO, SÍMBOLO DE IDENTIDAD PERUANA (SEMBLANZA HASTA INICIOS DE LOS AÑOS 60)
Arturo “Zambo” Cavero, es de los más grandes referentes de la música criolla peruana, lo que le valió ser considerado incluso como símbolo nacional, en virtud de sus notables interpretaciones reforzando el espíritu patriótico de su nación. Ejemplo de ello, son los épicos valses, Y Se Llama Perú y Contigo Perú, ambos compuestos por el notable Augusto Polo Campos durante la década de los 70s, representando verdaderos himnos que lograron traspasar el tiempo y ser disfrutados por muchas generaciones de peruanos.
Arturo Cavero Velásquez vio la luz de la vida el 29 de noviembre de 1940 en Lima, exactamente en la cuadra once de la avenida Abancay, en una quinta conocida como La Banderita Blanca. Fueron sus padres Juan Cavero oriundo del departamento de Huaral y Digna Velásquez natural de la provincia limeña de San Luis de Cañete. Arturo aprendió sus primeras canciones de mano de su madre, una de ellas, el vals Alma Mía del compositor nativo del distrito limeño de El Rímac, Pedro Miguel Arrese. Sus estudios básicos de primaria fueron en el colegio ubicado en la calle Montevideo 403 en el Cercado de Lima.
Desde pequeño manifestó su apego a la música criolla, era tal su interés que entre los once y doce años era asiduo a las jaranas realizadas en el célebre Centro Social Musical Felipe Pinglo Alva, ubicado en la céntrica avenida Abancay, a muy pocas cuadras de su vivienda. Este fue un hecho que lo marcaría en adelante y para siempre, como bien declara en una entrevista concedida al periodista Mario Campos del diario El Comercio, publicado un 23 de noviembre de 1996: “En el Felipe Pinglo yo tendría once, doce años. El Felipe quedaba en la cuadra nueve de la Avenida Abancay, yo nací en la cuadra once y me iba hasta el Pinglo a ver las jaranas. Eran dos casas que las habían juntado. Yo no puedo olvidar de esas voces, los guapeos, el ambiente”
Esta experiencia le valió conocer a grandes del criollismo como Alejandro Cortés voz del trío Los Morochucos, José Morenoquien cantaba en ese entonces con Óscar Avilés, Óscar “Pajarito” Bromley voz del trío Los Chamas, Alfredo Leturiaconocido como La Voz del Vals Victoriano, Ricardo “Curro” Carrera Saldívar gran cantor y guitarrista recordado por ser el impulsor del Golpe Abancay o Toque Victoriano (estilos de adornar en la ejecución de la guitarra) y también por ser quien interpretó y grabó originalmente junto al magistral acompañamiento de la guitarra de Óscar Avilés el clásico vals Olga de Pablo Casas Padilla.
En 1956 con 16 años debutó musicalmente tocando percusión con el grupo Patria, Amistad y Criollismo del recordado futbolista y cantautor chalaco (natural de la Provincia Constitucional del Callao), Juan Criado Delgado conocido como El Arquero Cantor, además de personaje representativo para la música criolla y afroperuana. Cavero no solo tenía inclinación por la música criolla, también tuvo cercanía con la música cubana y caribeña en general. Admiraba a Benny Moré y tocaba jazz en el recordado local Negro-Negro de la Plaza San Martín en el Centro de Lima. Durante mucho tiempo ejecutó el cajón y la percusión hasta que la obesidad se lo impidió.
Posterior a la agrupación de Criado, se incorporó a diversas orquestas para tocar en algunas actividades (chivos en el argot criollo). Luego permanece durante un tiempo como percusionista en la Sonora Capri dirigida por el bajista, pianista y arreglista Carlos Manrique Escobar. Con la Capri se presentaba en el chifa (local de comida peruana-china) San Joi Lao de la calle Capón en el Centro de Lima. Para ese entonces (1957), Cavero ejecutaba cajón, cajita, quijada de burro, percusión latina y batería. Incluso en diferentes momentos llegó a reemplazar en la batería al hermano del músico y compositor Alejandro “Pato” Villalobos cuando integró la Sonora Capri. Posteriormente, se une a la Orquesta Camagüey fundada por Reynaldo Menacho Muñoz, en esta agrupación Cavero amplía su talento tocando timbal, batería, además de cantar. A finales de los años 50 se integra a la Sonora de Germán “Ñiko” Estrada alternando con el gran percusionista Coco Lagos.
En junio de 1958 Benny Moré visita Lima, logrando presentarse en 30 ocasiones durante 10 días. Una de ellas se dio en El Teatro Western (ubicado en el distrito limeño de Lince) mudo testigo de aquel encuentro entre El Benny y el “Zambo” Cavero, alternando este último como músico con todo un gigante de la música cubana y con quien llegase además a estrechar lazos de amistad. En ese tiempo recibe la invitación para integrar el cuarteto Los Rivero creyéndose que era cubano por el sabor y swingque tenía en la percusión, lamentablemente esta convocatoria no prosperó debido a cuestiones de orden familiar. Lo que si sucedió, fue que acompañó durante 15 días como músico al legendario Xavier Cugat en sus presentaciones en Lima durante julio de 1960. Entre 1961 y 1962 fue músico del local Negro-Negro lugar de bohemia en Lima y en el que llega a conocer a figuras como el poeta Juan Gonzalo Rose, al pintor, poeta y boxeador Sérvulo Gutiérrez Alarcón, al periodista Alfonso Tealdo Simi, al actor Hudson Valdivia, entre otros. Es durante esa primera etapa como instrumentista que el periodista Guido Monteverde le adjudica el apodo de Zambo.
Otra de las pasiones de Cavero fue la educación. En ese propósito, logra graduarse como profesor de primaria a los 21 años en el Instituto Nacional Pedagógico, obteniendo título y diploma en la Universidad de San Marcos y su licenciatura otorgada por la Universidad Villarreal. Su tesis de graduación se denominó El Folklore Y La Educación. Su labor docente fue reconocida por El Estado con las Palmas Magisteriales.
EL ZAMBO CAVERO Y ÓSCAR AVILÉS, EL ENCUENTRO (INICIOS DE LOS AÑOS 70)
Arturo “Zambo” Cavero y Óscar Avilés tuvieron su primer encuentro en el Centro Social Musical Felipe Pinglo, en una de tantas presentaciones que tuvo La Primera Guitarra del Perú. El destino los reuniría nuevamente en la serenata, ofrecida por varios artistas criollos a Don Oscar Avilés en el Casino de La Victoria. En ese tiempo, a inicios de la década de los años 70 trabajó junto al cantante, guitarrista y compositor limeño Fernando Loli Huambachano conocido como El Faraón de la Canción Criollaen la Revista Musical La Tapa producida por Augusto Polo Campos, con presentaciones en el hoy conocido Teatro Leguía, ubicado en la avenida Arequipa cuadra 8 Cercado de Lima. Su número artístico se basaba en el dúo de Loli en la guitarra y Cavero en el cajón, con éxito inusitado. Arturo “Zambo” Cavero relata en la entrevista ofrecida a Mario Campos de El Comercio en 1996 lo siguiente: “Hacíamos (un vals) un suspiro de mi pecho aquí es prueba de mi fiel cariño y en la parte rapidita (del vals) que dice: yo-quiero-que-escuches-imagen-de-mi-alma-y-te-adora-como-una-aventura-que-nadie-ha-soñado. Esa parte rapidita. Bueno, en esa parte, la gente se ponía loca y se levantaba, y Polo gozaba, y éramos el gran jale, hasta que Polo le dijo a Óscar Avilés: mira ese número, y mi tío Óscar me llevó a Odeón y ahí empezó todo”
Desde 1973, año en que se inicia el binomio Ávilés/Cavero hasta mediados de la década de los 80s grabaron diversas producciones discográficas, las cuales obtuvieron gran éxito y popularidad. Muestra de ello, es su participación durante la Copa Mundial de Futbol de 1982 en la que alentó a la selección peruana en su vestuario, cantando el vals Contigo Perú, considerado como un segundo himno en el Perú.
AÑOS 80, RECONOCIMIENTOS Y EL FINAL
El 3 de junio de 1987 Cavero fue premiado en la ciudad de Washington D.C. por la Organización de los Estados Americanos (OEA) junto a María de Jesús Vásquez, Augusto Polo Campos, Óscar Avilés y Luis Abanto Morales por su contribución a la música popular de Latinoamérica.
En 1996 participó en la película peruana Bajo La Piel dirigida por Francisco Lombardi, interpretando el clásico vals Rebeca.
Lamentablemente falleció un 9 de octubre del 2009 en el Hospital Edgardo Rebagliati Martins, siendo sus restos velados en el Museo de la Nación. El 11 de octubre, día de su entierro fue declarado duelo nacional.
ÓSCAR AVILÉS “LA PRIMERA GUITARRA DEL PERÚ”
(SEMBLANZA BIOGRÁFICA)
Óscar Guillermo Avilés Arcos (Callao, 24 de marzo de 1924 - Lima, 5 de abril de 2014) fue un compositor, guitarrista, arreglista y productor discográfico peruano. Reconocido por todos como La Primera Guitarra del Perú por su aporte para la evolución de la guitarra criolla, así como su particular forma de interpretarla, siendo característicos sus silencios y pausas musicales.
Avilés nace en la Provincia Constitucional del Callao, puntualmente en la calle Zepita N.º 653 barrio criollo por excelencia y el cual lleva su nombre en la actualidad. Óscar es hijo de José Avilés Cáceres y la ciudadana chilena Angelina Arcos Galván. Su padre fue un destacado fotógrafo peruano que emigró de Tarapacá durante el proceso de chilenización que siguió al conflicto bélico entre Perú y Chile, y que a principios del siglo XX obligó a muchos peruanos a abandonar la región para huir del accionar de las ligas patrióticas chilenas. Don José Avilés es considerado uno de los pioneros de la cinematografía en el Perú. Como muchos otros Tarapaqueños expatriados, la familia Avilés Arcos se afincó primero en Arequipa, donde formó su estudio fotográfico. Tiempo después abriría uno en Lima, en el puerto del Callao donde Óscar pasó sus primeros años de vida. Cuando Óscar cumplía 10 años, su familia toma la decisión de mudarse al jirón Huascarán en el criollísimo distrito de La Victoria.
Su gusto por la música criolla se inició escuchando a su padre, quien en reuniones familiares y amicales tocaba y cantaba música peruana. Fue su abuela materna, Carmen Galván, quien le enseñó los primeros acordes de guitarra. Al inicio su padre no quiso, pero llegó el momento que notó de las aptitudes de su hijo en la ejecución del instrumento, e influenciado por sus amigos criollos, apoyó a su hijo para que estudiara guitarra. Cuenta una anécdota que Óscar descuidaba los estudios para tocar la guitarra, razón por la cual su padre le prohibió hacerlo debido a sus bajas calificaciones. Pero era tanto el amor profesado al instrumento, que un día se escondió dentro de un ropero para tocarla, hasta que lo descubrieron escondido detrás de la ropa.
Estudió la primaria en el Colegio Salesiano en Breña. Concluyó los estudios secundarios en el Callao, en el Centro Educativo Francisco Bolognesi (entre 1936 y 1937), y en el Colegio Moderno (entre 1938 y 1940). Paralelamente, cursó clases de guitarra en el Conservatorio Nacional de Música con el maestro Juan Brito, entre 1936 y 1938, estudios que luego prosiguieron con el maestro Isidoro Purizaga.
Empezó su carrera musical en 1939 a la edad de quince años, como cajonero del dúo de hermanos La Limeñita y Ascoy. En 1942, con el grupo de cuerdas Núñez, Arteaga & Avilés gana el concurso radial organizado por el periodista Roberto Nieves del diario La Noche, a raíz del cual se le comenzó a llamar La Primera Guitarra del Perú, título que conservó y lo acompañó durante el resto de su vida.
En 1946, formó parte de Los Trovadores del Perú, junto con Miguel Paz, Oswaldo Campos y Panchito Jiménez. Se integró al trío Los Morochucos, entre los años 1947 y 1952, conjuntamente con Alejandro Cortez y su fundador Augusto Ego Aguirre, quienes luego de un receso volverían a reunirse entre los años 1962 y 1972. Asimismo, fundó en 1952 la primera Escuela de Guitarra de estilo criollo (que mantuvo sus puertas abiertas hasta 1967).
Formó y dirigió el Conjunto Fiesta Criolla, en su primera etapa, entre 1956 y 1959, junto con Humberto Cervantes, Panchito Jiménez, Pedrito Torres y Arístides Ramírez.
En 1959, grabó un disco con Alicia Maguiña. Durante la década de los 60’s grabó el disco Dialogando con Chabuca Granda (Odeón del Perú/Iempsa - ELD1704, año 1967), con quien además trabajó musicalmente durante quince años (1955-1970), comenzando con ella su etapa de internacionalización. En 1961, se separó de Fiesta Criolla y de la compañía disquera Sono Radio donde grababan, para trabajar como director artístico de la compañía IEMPSA. Graba en el Brasil, la celebrada colecciónValses Peruanos Eternos en dos volúmenes (1968 – 1969) acompañado por las 100 Cuerdas Románticas de Augusto Valderrama.
De 1958 a 1970, fue director artístico de la disquera IEMPSA. En este tiempo produjo muchas grabaciones y participó en ellas activamente. Tal es el caso de Los Embajadores Criollos para los cuales produjo temas como El Rosario de mi Madre, Lucy Smith, Vecinita, Tu Culpa y muchos otros, acompañándolos como primera guitarra.
En la década de los años 1970 formó dúo con Arturo "Zambo" Cavero, en alianza con Augusto Polo Campos a pedido del gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado. Por encargo del gobierno militar, Polo Campos compuso valses nacionalistas popularizados por Avilés y Cavero.
Avilés en su extensa discografía también grabó con muchos artistas criollos de primera línea, entre ellos, María De Jesús Vásquez, Eloísa Angulo, Panchito Jiménez, Los Hermanos Zañartu, Los Hermanos García, Cecilia Bracamonte, Zoila Zevallos, Los Ases del Perú, Los Hermanos Catter, Alicia Maguiña, Nicomedes Santa Cruz.
También grabó con el tenor peruano Luis Alva, acompañó con su guitarra los versos del actor Luis Álvarez y la españolaGabriela Ortega, además de artistas populares e internacionales como Olga Guillot, Leo Marini y Xiomara Alfaro, entre tantos. En el 2006 acompañó a Brisas del Titicaca para la revista musical A todo Perú.
Por sus importantes y constantes aportes a la música criolla, como arreglista, cantor, compositor, productor, ejecutante de la guitarra y difusor de la misma, mereció diversos reconocimientos, además de Discos de Oro por sus ventas fonográficas.
En 1987, luego de las gestiones llevadas a cabo por el entonces Canciller Luis González -Posada, durante el gobierno del presidente Alan García, la Organización de Estados Americanos (OEA), distinguió a Óscar Avilés, junto a María de Jesús Vásquez, Arturo "Zambo" Cavero, Luis Abanto Morales y Augusto Polo Campos, con el título de "Patrimonio Musical de América". También en 1987, el Ministerio de Educación le otorgó las Palmas Magisteriales.
El Municipio del Callao en 1995, decidió darle el nombre de Óscar Avilés Arcos a la cuadra 6 del Jirón Zepita, donde naciera, y puso una placa recordatoria en el exterior de la casa y en la cuadra 6 de dicho jirón. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, le dio en el año 2000, la distinción de Doctor Honoris Causa, el más alto título académico que otorga esta casa de estudios.
En el 2005, el alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio le otorgó la Medalla Ciudad de Lima, en homenaje a su trayectoria. En 2013 obtuvo el Premio Luces al Músico del Año.
Don Óscar Avilés, partió a la eternidad en Lima, el 5 de abril de 2014 dejando un formidable legado para la música y cultura peruana.
A finales de octubre de 2024, en ceremonia realizada el día 30 se hizo entrega de certificados de la incorporación del Patrimonio Documental denominado Obra Musical del Guitarrista Chalaco Óscar Guillermo Avilés Arcos al Registro Peruano MEMORIA DEL MUNDO – UNESCO. También DDC Callao y SERPOST presentarán la estampilla conmemorativa al Centenario del Nacimiento de Don Óscar Avilés (24.03.1924 - 05.04.2014). Esta estampilla podrá ser usada en todo envío postal a 192 países a nivel mundial.
¡¡¡QUE TAL... TRÍO!!!
Tercera producción de Lucila Campos con el respaldo de Don Óscar Avilés e incluyendo nuevamente al gran “Zambo” Cavero como vocalista. Este trabajo junto a sus exitosos predecesores Valseando Festejos y Seguimos Valseando Festejos (ambos publicados por Odeón del Perú en 1982), son considerados como trabajos de gran valoración e impacto para la música afroperuana y criolla, resaltando el afán por mantener vigente los valses para una nueva generación en la década de los 80’s. En esta ocasión, nuevamente la innovación se hará presente tras incluir metales dentro del clásico formato de guitarra, cajón, tumbadoras y bongo, pero sin pérdida de lo percusivo en el festejo, ritmo de gran aceptación popular en el Perú.
El marco musical de este álbum es:
. Primera guitarra: Óscar Avilés
. Segunda guitarra: Enrique Avilés
. Segunda guitarra: “Fico” Dávila
. Bajo: Juan Rebaza
Percusión:
. Cajón: Alejandro Vigil, Fidel Palomino
. Tumba: Marcos Campos, Manuel Vázquez
. Bongó: Freddy Lobatón
. Campana: Adolfo Menacho
. Castañuelas: “Cocoíta” Samané
. Coros: Virginia Falcón, Sofía Buitrón, Mariela Valencia
. Arreglos para Brass: Juan Rebaza
Este trabajo discográfico también fue publicado bajo la etiqueta del sello IEMPSA con el mismo código del disco original (sello Odeón del Perú) ELD-02.01.1072
Compartimos el texto de la contraportada de este álbum:
“La música y la danza escenifican y representan una vital parte de la vida del hombre sobre la tierra. Como flotando en música y danza, el hombre y la mujer realizan simbólicamente, gestos de alegría, tristeza, pasión, silencio, posesión, nostalgia. Estos conceptos universales lo podemos vivir constantemente en nuestro Perú gracias a la vigencia de personajes que, Óscar Avilés son imágenes del arte musical peruano.
Óscar Avilés con su notable visión de aciertos como productor del sello “Odeón” logra con esta placa un triunfo más en su exitosa trayectoria artística, esto es 43 años de trabajo por el folklore nacional y su permanente aporte para el engrandecimiento del mismo.
¡¡¡QUE TAL... TRÍO!!! Es el título de este larga duración porque las interpretaciones de Óscar Avilés, Lucila Campos, y Arturo Cavero le harán exclamar precisamente ¡¡¡QUE TAL... TRÍO!!!
Lucila Campos con su enjundia y la autenticidad del sabor criollo, más aún cuando se trata de música negra hacen que su participación en este disco sea descollante.
Arturo Cavero con sus timbradas interpretaciones se muestra cálido, brillante, radiante de emoción contagiante. Óscar, Lucila y Arturo son dueños de una personalidad interpretativa muy especial de la canción popular de la costa central del Perú y que, en este LP, nos traen un selecto repertorio de valses, festejos y marineras.
Saludamos también la presencia vigorosa de la nueva generación de músicos percusionistas y coros que con su interés y calidad dan el respaldo necesario al maestro Óscar Avilés para lograr que usted diga: qué buen disco.
¡¡¡QUE TAL... TRÍO!!!
GUILLERMO ROSEMBERG GONZÁLEZ
CANCIONERO
LADO A
1. AMOR BONITO
Vals de corte romántico en su mensaje, composición de Aldo Estrada Tristán, destacando en la parte vocal Arturo “Zambo” Cavero, quien imprime la fuerza vocal e interpretativa que lo caracteriza a este vals de estilo jaranero, alegre, resaltando la guitarra de Don Óscar Avilés.
2. DOS PAPÁS
Aparición del sabor afroperuano con este festejo compuesto por Carlos Soto de la Colina “Caitro” (San Luis, Cañete, 23 de octubre, 1934 – Lima, 19 de julio, 2004). El título original de esta canción es Yo Tengo dos Papás. Lucila Campos como pez en el agua en su canto e interpretación. En el marco musical destacan la percusión y vientos, representados en los trombones.
3. SIN TU AMOR
Vals vocalizado por el “Zambo” Cavero y Óscar Avilés, autoría de Víctor Correa Márquez (Callao, 28 de abril, 1895 – 10 de abril, 1989). Canción de temática romántica, algo común en el repertorio de la denominada Guardia Vieja en la Canción Criolla.
4. SI PASAS POR MERCADERES
Marinera y resbalosa coreada de origen popular y corte picaresco interpretado por Lucila Campos. La marinera es un baile de pareja suelta producto del mestizaje cultural español, indígena y con influencia de ritmos africanos. En 1879, el escritor Abelardo Gamarra Rondó, conocido como El Tunante, bautizó este baile como marinera en honor al monitor Huáscar y a las hazañas del Almirante Miguel Grau Seminario. La resbalosa es una danza de origen africano vinculada inicialmente con la zamacueca (danza y estilo musical) y posteriormente a la marinera.
5. TU CAPRICHO
Nuevamente presente Arturo “Zambo” Cavero con este vals de la pluma de Félix Pasache Castillo (Lima, 14 de enero, 1940 – Nueva York, 22 de abril, 1999). Pasache es uno de los compositores que le dio un nuevo aire a la música criolla en los años 70’s y 80’s. En Tu Capricho Cavero expresa con toda naturalidad el sentir del desengaño y dolor de esta canción.
6. GUARANGUITO
Clásico de la música afroperuana interpretado por Lucila Campos demostrando ser la Reina del Festejo. Esta enérgica y melodiosa canción fue compuesta por Wilfredo Franco Laguna (12 de octubre, 1923 – 08 de mayo, 1993). Franco Laguna fue un destacado compositor de festejos, landós y música afroperuana en general, autor de éxitos como Mayoral, La Morena Trinidad, Mamá Luchita, Pájaro Chichiví, entre otros. Mención especial para las coristas Virginia Falcón, Sofía Buitrón y Mariela Valencia.
LADO B
1. OBSESIÓN
Vals interpretado de manera notable por Lucila Campos, con la fuerza interpretativa que la consolida como un referente de lamúsica popular peruana. Este tema pertenece a la pluma del pianista y compositor Miguel Paz Reaño (Chiclayo, Lambayeque, 15 de julio, 1917 – 15 de julio, 1995).
2. NEGRO ÑATO
Mencionada como canción atonderada (basada en el ritmo de tondero) composición de Manuel Fausto Jiménez Fernández “Zorro” (Chiclayo, 19 de noviembre, 1924). Jiménez, hermano menor del reconocido cantante Francisco “Panchito” Jiménez compuso grandes éxitos en diversos géneros populares como La Cruz del Chalpón, Quiéreme Anita, Donde Estás Yolanda, Señor Magistrado, entre otros. El “Zambo” Cavero se precia de una habilidad innata en el para interpretar música afroperuana.Este tema es muestra de ello.
3. EVA
Lucila Campos vocaliza a su estilo este vals compuesto por Máximo Bravo Campos “El Conde de Borgoño” (San Luis de Cañete, Lima, 15 de noviembre, 1911 – 12 de febrero 1991). Aunque a Lucila se le vincula siempre con la música afroperuana, ella posee especial versatilidad con destaque en la música criolla como en otros géneros musicales.
4. EL QUE NO TIENE DE INGA
Clásico festejo inspiración del destacado músico Juan Rebaza Cárdenas (20 de diciembre) interpretado notablemente por Arturo “Zambo” Cavero. Esta canción cuenta una anécdota particular: al grabar ¡¡¡Que Tal... Trío!!! Faltaba un tema, el número doce, es entonces que Rebaza les presenta El que no Tiene de Inga que tenía una historia de seis estrofas y era originalmente landó, finalmente se cambió a ritmo de festejo y la letra se redujo a dos estrofas para que no sea tan larga. En las canciones de este álbum donde hay arreglos de metales, como el mencionado, Rebaza escribió y dirigió la sesión de vientos.
5. ALMA TRAICIONERA
Nuevamente un vals de Aldo Estrada Tristán en la voz y sentimiento de Lucila Campos. En lo musical este vals es de estilo tradicional y destaca la prolongada introducción de esta canción con fuerte mensaje de desamor.
6. MANDAME QUITAR LA VIDA
Marinera y resbalosa de corte jocoso vocalizado por el “Zambo” Cavero acompañado en los coros y guapeos por Óscar Avilés. Destaca en el bajo Juan Rebaza. Excelente cierre para este álbum que reúne a tres notables figuras del acervo popular peruano dándole a su vez nuevos aires y renovación a la música criolla y afroperuana en plena década de los 80’s.