El renacimiento de Ansonia Records
Hablamos con Liza Richardson, quien está detrás del retorno del sello latino independiente Ansonia, dándole nueva vida en la era digital.
El fundador de Ansonia Records, Rafael Ralph Pérez, ya había hecho mucho por difundir el sonido de la música latina en Estados Unidos cuando, en 1949, decidió crear su propio sello discográfico. Al principio de su carrera, tras emigrar de Puerto Rico a Estados Unidos, Pérez trabajó para las compañías discográficas pioneras Edison y Columbia. Organizó la grabación de música mexicana y cubana para el sello Brunswick, y luego creó el catálogo latino de Decca, grabando a artistas como el cantante estadounidense Bing Crosby, quien explotó la tendencia latina en temas con la orquesta de Xavier Cugat.
Como conocedor de la industria musical, Pérez fue testigo del aumento de la aceptación de la música latina por parte del público estadounidense, a menudo, como en el caso del tango y la rumba de salón, alimentada por el baile de moda. Pero Pérez también sabía que el enfoque de las grandes discográficas en las estrellas consagradas y las últimas tendencias, estaba dejando a un público estadounidense desatendido de inmigrantes latinoamericanos recientes con ganas de más música. Su música.
Ansonia era una voz independiente que atendía a toda la diáspora latina de Nueva York, a la puertorriqueña, a la cubana, a la dominicana y a todas las comunidades importantes, dice la DJ y supervisora musical Liza Richardson, veterana con 30 años de experiencia en la KCRW de Los Ángeles, la emisora de radio que marca tendencias. También es conocida por su creación de las bandas sonoras de películas como Y tu mamá también y programas como Watchmen de HBO y la serie Narcos de Netflix (actualmente está trabajando con Camilo Lara en la banda sonora de Griselda, sobre la reina de la cocaína Griselda Blanco, protagonizada por Sofía Vergara).
Durante años, Richardson ha liderado el descubrimiento y el resurgimiento de temas latinos antiguos, poniéndolos en la radio y colocándolos en películas y programas. Ahora, es la propietaria de uno de los grandes sellos independientes de música latina del siglo XX en Nueva York. En 2019, Richardson compró el catálogo de Ansonia al nieto de Ralph Pérez, Gerry Glass.
Mientras los majors estaban orientados a la música realmente popular, Ansonia pretendía ser más indie, más underground en comparación, dijo Richardson durante una reciente charla por Zoom. Ralph Pérez sentía que faltaba algo en su comunidad y eso es lo que aprovechó. Pretendía sobre todo que se sintieran nostálgicos y que se sintieran como en casa.
Entre las 5.000 canciones del catálogo de la discográfica, Ansonia se dio a conocer por el merengue, un género que por entonces pasaba desapercibido para otras discográficas fuera de República Dominicana.
Antes que los residentes de El Barrio de Nueva York hubieran cocinado los sonidos que se conocerían como salsa, Ansonia lanzaba música jíbara, plena y bomba, acogida por una nueva ola de neoyorquinos. Ansonia editó son cubano, guajira, bolero guaracha y cha-cha-chá; y también música de países como Perú, Panamá y Haití.
Una buena selección de singles y álbumes originales de Ansonia se encuentra en la Colección Gladys Palmera.
Entre los artistas editados por Ansonia, cuya producción tuvo su máximo esplendor en los años 50 y principios de los 60, se encuentran el Trío Matamoros, la Sonora Matancera, Los Guaracheros de Oriente, Rafael Cortijo, Mon Rivera o Arsenio Rodríguez.
Aunque Ansonia lanzaba música de nombres tan populares, el catalogo de la discográfica refleja la identidad de Pérez como un intrépido hombre de A&R comprometido con la búsqueda y el apoyo a artistas que no eran conocidos fuera de sus países. Se mostraba especialmente comprensivo con los recién llegados a Nueva York. Contrataba a cualquier compositor nuevo de Puerto Rico o República Dominicana, señala Richardson. Si tenían una canción, él decía: vale, genial, la compraré.
Ralph Pérez, que era conocido por su gusto musical y su exigencia en la producción musical, tenía 70 años cuando murió de un infarto en 1969, dejando a su hija y a la familia de ella al frente del negocio. Ansonia continuó lanzando nueva música, reflejando el sonido de las nuevas fusiones latinas que se apoderaron de Nueva York en la década de los 70.
Más tarde lanzó al mercado recopilaciones de los clásicos del sello en CD. Pero con el paso de las décadas, Ansonia cayó en ese purgatorio especial que se ha reservado para los sellos discográficos históricos en la era digital.
Me pareció una especie de cápsula del tiempo muy chula, dice Richardson. No se había desarrollado realmente después de 1990. No tenía un sitio web, no tenía ninguna página de Facebook no había presencia real online.
Desde la compra de Ansonia en 2019, Richardson y su pequeño equipo, liderado por Souraya Al-Alaoui, han hecho desde entonces un trabajo ejemplar de cómo revivir un sello discográfico vintage. Han creado un archivo online estelar, y cerca de dos tercios del catálogo ya está digitalizado. Los playlists del canal de Spotify de Ansonia ofrecen lo más destacado del sello, como las canciones del trovador puertorriqueño Ramito, una de las obsesiones de Richardson. Y un nuevo álbum del catalogo se pone a disposición del público en streaming aproximadamente una vez al mes.
El sello lanzará pronto una reedición en vinilo del Gilberto Sextet, conocido por su “groovy” soul latino y boogaloo.
Y el 5 de agosto Ansonia lanza el nuevo álbum del grupo colombiano Meridian Brothers, el primer nuevo disco grabado para el sello en más de 30 años.
Un paquete de CDs
Richardson se enteró la existencia de Ansonia en los años 90, cuando abrió un paquete enviado a KCRW, donde entonces trabajaba en la biblioteca musical.
Era un paquete de CDs que contenía algunos de los éxitos de ventas de Ansonia. El primer disco que realmente me atrajo fue el de Miguel Alcaide, un álbum instrumental de guitarra.
Posteriormente, Richardson incluyó la versión de Alcaide de Júrame en un recopilatorio de temas “chill” que hizo con un amigo, quien tenía un sello que sacaba música para clases de yoga.
Eso la puso en contacto por primera vez con la hija de Pérez, Mercedes Glass, “la matriarca de Ansonia”. Se mantuvieron en contacto a lo largo de los años, y Richardson utilizó algunas otras canciones de Ansonia para anuncios y otros proyectos.
Después que Mercedes falleciera en 2016, se mantuvo en contacto con su hijo, Gary Glass. Finalmente, Gary le hizo saber que estaba interesado en vender el legado familiar. Tras algunas negociaciones, y la eliminación de cierta competencia de otros interesados en el catálogo, llegaron a un acuerdo.
Realmente hemos dado prioridad a que sea un catálogo bien investigado y anotado, dice Richardson, y añade que la organización del archivo ya era impecable, incluyendo cintas masters, notas de producción, material gráfico y registros de derechos de autor y contabilidad.
Esperamos que pueda crecer de verdad, dice Richardson sobre el revivido sello, añadiendo que Ansonia mantendrá el espíritu independiente de Ralph Pérez. Intentamos ser orgánicos. Definitivamente, todo el dinero que ganamos lo devolvemos al proyecto, añade Richardson. Lo apoyo un poco con mi otra carrera.
Soy muy afortunada, enfatiza Richardson, referente a su nueva e inesperada aventura como propietaria del sello. Era una idea muy descabellada. Ni en mis sueños más locos podría imaginarme poder hacer algo así. Pero sé que estamos poniendo mucho amor, cuidado, energía y dinero en ello, así que sé que Ansonia está en buenas manos.
Playlist
Comentario
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Que buena noticia, ojalá se pueda conseguir música jibara en formato cd, al igual que artistas salseros como kako y cortijo, mon rivera, arsenio, etc. Gracias por excelente información.