Los besos de Carmen Delia Dipiní
Una retrospectiva de la cantante que fue llamada La Voz Romántica de Puerto Rico.
Se le consideró la voz más romántica de Puerto Rico, la exquisitez y dulzura que imprimió a sus interpretaciones, hizo posible que se convirtiera en una de las figuras imprescindibles del bolero. En los años 90 fue habitual encontrar su nombre en el cartel de artistas de los llamados Show del Recuerdo, realizados en diversos países de Latinoamérica, en el presente a más de veinte años de su ausencia física, Carmen Delia Dipiní y su voz acariciante, forman parte de la memoria musical y romántica de la cultura latina.
INICIOS EN PUERTO RICO
Con tan solo catorce años de edad, salió de su natal Naguabo, con rumbo a la ciudad de San Juan, con la intención de abrirse paso en los concursos radiales de aficionados, debutando en el programa Tribuna del Arte, conducido por el destacado locutor Rafael Quiñones Vidal. Seguidamente haría lo propio en los espacios del comediante Ramón Rivero Diplo y del músico Arturo Somohano, siempre interpretando un repertorio nutrido de los tangos popularizados por Libertad Lamarque y Mercedes Simone.
Mientras lograba abrirse paso en el ambiente musical boricua, Carmen Delia conoce al cantante y compositor Juan José Chiquitín García, quien formaba parte del Trío Mayarí, y rápidamente contraen matrimonio. Sin embargo, lo que ella pensó sería una ayuda para su incipiente carrera, terminó en una temprana decepción. Me casé muy jovencita, creyendo que mi carrera ya estaba hecha; fue todo lo contrario, me desterraron, me cortaron las alas, y cuando vi que no podía ser, porque él era muy enamorado también, me divorcié y me fui a New York.
NEW YORK Y SUS PRIMEROS ÉXITOS
Con un divorcio a cuestas y con ansias de triunfar, Carmen Delia llega a Nueva York a tocar puertas como cualquier talento incipiente. Allí recurre de nuevo a los programas de aficionados, siendo en el espacio del cubano Willy Chevalier, donde es fichada por un agente de discos Verne, para realizar sus primeras grabaciones al lado del Trío San Juan de Johnny Albino y el Conjunto de Claudio Ferrer.
Con estas agrupaciones graba temas como los boleros Dos vidas, de Claudio Ferrer, y Dos gardenias, de Isolina Carrillo, este último muy popular para entonces en la versión de Daniel Santos junto a la Sonora Matancera. Mi cantante favorita se llama Carmen Delia Dipiní, decía con total sinceridad Daniel Santos.
Finalizado el contrato con la compañía Verne, pasa a engrosar las filas del sello Seeco, para entonces el más férreo competidor de las casas discográficas estadounidenses RCA Victor y Columbia en lo que a talentos de música latina se refería. Así alcanzó con este sello el tan anhelado triunfo.
Para 1952 registra cuatro números con el respaldo de la orquesta de René Touzet, destacando Besos de fuego, tema cuya melodía correspondía originalmente al conocido tango El choclo, y que con letra del compositor dominicano Mario de Jesús y los arreglos del propio Touzet, tomó dimensiones de bolero, convirtiéndose en el tema emblema de su carrera.
El choclo surgió como danza criolla en 1903 interpretado por la orquesta de José Luis Roncallo y se le considera el primer tango criollo popular. Se dice que su melodía la hizo el violinista Casimiro Alcorta y la letra, el guitarrista Ángel Villoldo. Touzet, genio de la música, siempre se ufanaba de hacer creaciones y arreglos complicados. Lo mío es hacer música con más armonía que otra gente, solía decir.
PRIMERA GIRA INTERNACIONAL
Dado el éxito obtenido con Besos de fuego en toda América Latina, en abril de 1953 es requerida para realizar sus primeras actuaciones fuera de la ciudad de Nueva York, siendo Venezuela el primer país que visita, hecho que Carmen Delia recordaba con especial cariño: Mi primer contrato internacional fue a Venezuela, y fue con una compañía que se llamaba Rapsodia Negra y el Trío San Juan. La orquesta, todo, todo, era una revista completa de Estados Unidos que se contrató, en un avión fletado y todo. Llegamos a lo que llaman allá “una carpa”. Tuvimos una temporada en Caracas y después pasamos a Colombia.
GRABACIONES CON LA SONORA MATANCERA
Después del éxito obtenido con las ventas de los discos con los temas: Besos de fuego, No es venganza y Son amores, Rogelio Martínez, el director de la Sonora Matancera, hizo los trámites pertinentes ante el director del sello Seeco, para que Carmen Delia viajara a La Habana a grabar con la Sonora. Yo tuve la suerte que la Sonora Matancera, llamó al señor (Sidney) Siegel, de la Seeco, que quería grabar conmigo. Eso para mí fue un honor, así que yo llegué a La Habana, porque quiso Rogelio que yo fuera a grabar con ellos.
Durante las noches de los días cuatro y cinco de abril de 1955, Carmen Delia registra en los estudios de Radio Progreso, diez temas junto a la Sonora Matancera, de los cuales sólo se publicarían tres discos de 78 RPM con las canciones Si no vuelves, Delirio, Vuelve alma mía, Regálame un minuto, Para que la oigas y No te demores, quedando archivados los cuatro temas restantes.
En aquella visita a La Habana, Carmen Delia aprovecha su estadía, para realizar una serie de actuaciones en Radio Progreso, así como en el Canal 4 de la televisión cubana, contando siempre con el acompañamiento musical del Conjunto Casino, liderado por Roberto Espí. Posteriormente visitaría la capital de Cuba en dos oportunidades más, siendo la última en diciembre de 1958.
PASANTÍA MÉXICANA
La popularidad alcanzada en la década de los años 50, llevó a Carmen Delia a establecer su residencia en México por un lapso de siete años, tiempo en el cual grabó varios discos con los sellos Columbia y VIK; siendo este último filial de la RCA Victor. Sin embargo, ella no se sintió conforme con la promoción que aquellas grabaciones tuvieron fuera de México: Me quedé prácticamente enclaustrada, en un país (México) que quiero mucho, pero que es muy de ellos. Creía la gente que yo me había retirado, porque no salían los discos para acá, a otro mercado.
Toda esta situación, aunado un robo del cual fue víctima en la capital mexicana, la llevaron a tomar la decisión de abandonar aquel país: A mí me robaron en México, como puede pasar en cualquier país, y cuando llegó la Sonora (Matancera) ellos fueron quienes me dieron pasaje y todo, para yo poder salir de México. Llegué rica y salí pobre. De esta manera describió aquella situación en una entrevista realizada años después.
RETORNO A PUERTO RICO
Después de más de una década fuera, Carmen Delia regresa a Puerto Rico, a establecer su residencia en San Juan. Para entonces era una figura consagrada de la música romántica, por lo que se le conocía como “La bolerista de América”. En su país logró reinsertarse en la vida artística, grabando varias producciones discográficas con músicos locales, a la vez que participaba en programas de televisión.
En los últimos años de su vida, Carmen Delia Dipiní, estuvo muy activa en el plano artístico. Su última gira al exterior la realizó en marzo de 1997 a Venezuela, presentándose en el Hotel Tamanaco de Caracas, junto a José Luis Moneró y Los Hispanos, actuaciones que fueron un rotundo éxito, despidiéndose de esta forma de los escenarios, ya que el 4 de agosto del año siguiente, fallecería mientras dormía en su casa de Puerto Rico.
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