Radeúnda Lima

ID Colección: 3781
Formato: Postal (8,5 x 13 cm)
País origen: Cuba
Año: 194-
Featuring:
Radeúnda Lima - Cantante(s)
Descripción:

Cuando se habla de música campesina cubana, suele olvidarse el nombre de Radeúnda Lima (Prudencia Radeúnda Rodríguez Caso, Las Villas, Cuba. 28 de agosto de 1923 – La Habana. 30 de mayo de 2005), importante no solo por haber dedicado su vida a la música campesina, sino por ser una de las figuras que llevó y mantuvo los aires guajiros en la radio y la televisión. Sus primeras actuaciones ocurrieron en 1935 cuando se presenta con su hermano, el laudista y compositor Raúl Lima, en La Corte Suprema del Arte, sin otro tutelaje musical que el empirismo de su madre Carmelina Caso. Allí ganan en una de las categorías superiores: la de Estrellas Nacientes. Y desde entonces, ninguno de los dos se detendría en el camino de la música de los campos de Cuba.


En  julio de 1942 debuta como figura central femenina del programa diario Dímelo cantando de Radio Lavín (más tarde convertida en Mil Diez, La Emisora del Pueblo), junto a los repentistas Chanito Isidrón, Eloy Romero “El Cantor del Yumurí”, y Alejandro Aguilar “El Príncipe del Laúd”, y Raúl Lima, en el laúd, y los guitarristas Aurelio Álvarez y Guillermo Rodríguez Fiffe.  El programa, que se basaba en una controversia de punto y contrapunto sobre un tema específico, se haría tan famoso y  escuchado que su título se convirtió en frase popular para responder a un saludo o a un encuentro.


Radeúnda realiza sus primeras grabaciones en La Habana, dos temas con la orquesta Hermanos Palau: los sones montunos Guateque guajiro, el 26 de junio de 1945 (V-23-0330) y El viejo en primera fila,  junto a Rafael “Tata” Palau, grabado el 7 de enero de 1946 y publicada en disco RCA Victor 23-0409. Ese año, con apenas 23 años, Radeúnda viaja a Nueva York, acompañada de su madre, su hermano Raúl Lima. Llegan el 4 de noviembre de 1946 para presentarse durante varios meses en centros nocturnos, en un período escasamente documentado de su biografía.  Según el diario Brooklyn Eagle en su edición del 9 de febrero de 1947, “…el dúo Radeunda y Raúl Lima, cantantes y bailarines cubanos, se han llenado de elogios en sus presentaciones en el Don Julio,” un sitio nocturno ubicado en la 8 y la 40 West, en el Greenwich Village, especializado en esos ritmos cubanos que se sintetizaban todos en la palabra rhumba.


La vida de la gente del campo es una línea discursiva de la radio cubana desde su creación misma a través de radionovelas y programas de música campesina, en los cuales la de Radeúnda Lima fue siempre una de las voces más populares. 


En una acción publicitaria del diario Mañana, que tomaba en cuenta popularidad y belleza, en 1950 son elegidas las Reinas de la Radio por cada provincia, y Radeúnda Lima es seleccionada por  Camagüey.  El evento se extiende de La Habana a Tampa donde la cantante cubana participa en diversos actos y presentaciones.


Su discografía es discreta y exhibe varias colaboraciones: con la orquesta de Neno González a dúo con Evelio Rodríguez en 1958 en los temas Ya usted lo ve, ya usted lo sabe y Controversia del baile (Panart 1974); con Celina y Reutilio en el son montuno Camina y ven (Miguel Matamoros); Angelito Valiente, Adolfo Alfonso y Los Cantores de Ariguanabo en el LP Por la guardarraya, producido por Ernesto Duarte para su sello Grabaciones Duarte en 1959. Ese mismo año sale editada una colaboración de Radeúnda con Los Yayaberos en el tema Llanerita (Cu-Ve 45-CC-5B). Como solista, el sello Suaritos le grabó en los años cincuenta un sencillo (Su-78-204) con los temas Los amores de Ciriaca, de su hermano Raúl, y En un cine oscuro, de Adolfo Alfonso.


Su vocación de compositora afloró algo tardíamente, pero de modo contundente, pues a partir de ese momento, a inicios de los años sesenta, creó recordadas guajiras, guarachas, sones y sones montunos, rumbas y canciones,  como Mi tierra es así, Mi desafío al sinsonte, Rumores matutinos, grabados por Celina González; Mis cosas guajiras, grabado por Carlos Alas del Casino; Así quiero vivir, en discos de Pío Leyva y de La Sonora Caracas,  y otras.


Radeúnda Lima continuó siendo rostro y voz habituales en los programas la televisión cubana que replicaban las claves de los guateques y fiestas campesinas, como El guateque de Apolonio en los años 50 y después, el duradero Palmas y Cañas.  Su legado musical ha sido reivindicado por otras cantantes que han continuado su línea de trabajo, en particular la cantante y compositora cubana Albita Rodríguez, que ha continuado la evolución del género y lo ha llevado a planos importantes en la industria de la música en los últimas décadas. (Rosa Marquetti)