Cortijo y su Combo con Ismael Rivera

ID Colección: 3833
Formato: Fotografía
País origen: Estados Unidos
Año: 196-
Featuring:
Cortijo y su Combo - Agrupación musical
Rafael Cortijo - Dirección, Timbales
Ismael Rivera - Cantante(s)
Descripción:

Esta fotografía tendría que haberse hecho en 1961 y en Nueva York. Después sería prácticamente imposible. Ya Rafael Cortijo y su Combo no estarían en Estados Unidos de Norteamérica, y no solo eso: al tercer mes del año siguiente, es decir, en marzo de 1962 caería en “desgracia” el inmortal vocalista y alma de ese grupo, Ismael Rivera, después de legendario viaje a Venezuela donde arrasaron en esos carnavales (Momo de Oro incluido) y regresaron a su país, Puerto Rico, vía Panamá. Ismael se haría responsable de los gramos de marihuana “encontrados” en el equipaje grupal y con su decisión se cambiaría buena parte de la historia de la música bailable del Caribe, y de la historia de uno de los mejores grupos que haya parido Puerto Rico para el mundo.

En el extremo izquierdo de la imagen está el inmenso Rafael Cortijo, hombre con fe en su música, en sus ritmos, en sus compañeros y en su país, dueño de una inspiración percutiva que trasladó a sus dos grandes referencias: La bomba y la plena, ambas de Borinquen, además de su criterio de libertad para que los músicos de su grupo hicieran lo suyo sin amarres.

No identificamos a la dama. Cortijo había incorporado la figura femenina en sus actuaciones, en plan de vocalista  y en la suma coreográfica. En el lado derecho está Ismael Rivera, el hombre de la Calle Calma, Sonero Mayor y con méritos para mucho más.

Nos detendremos en la imagen central de la fotografía, no mencionada en el titular, pero de la que hay que hablar, porque  es necesario destacar al ser humano y al músico y leal compañero de Cortijo y Maelo, Sammy Ayala.

Esa junta de Cortijo, Maelo y el Sammy siempre fue un canto profundo a la lealtad, a la amistad surgida en casas de tablas, y al olor del pueblo que siempre representaron con absoluta dignidad.  Carlos Samuel Ayala Román nació el 17 de febrero de 1933 en Santurce, allá, en San Juan. Quedó huérfano de padre casi recién nacido y fueron su mamá y su hermana las encargadas de darle crianza y rumbo. Como usualmente pasa, Sammy se lanzó a la calle a trabajar en lo que pudiera pues había que ayudar a aquellas dos mujeres, al hogar.

En 1951 enrolado en el ejército, estaba en la guerra de Corea. Cuando retornó, tres años después, como sabía inglés, lo recomendaron en el Combo de Rafael Cortijo, por aquello de que había muchos gringos en San Juan. ¡Quién lo diría!

Sammy se volvió todo un maestro en el güiro y además de su voz, su disposición y su carisma, fue un excelente cultor de la bomba y la plena, música de su país.

Cuando comenzó la etapa de grabaciones y salidas al exterior fue cuando el Caribe en pleno se dio cuenta de la magnitud de lo que significaba el Combo de Rafael Cortijo.

El 21 de marzo de 1962, retornando el Combo de Cortijo desde Panamá a Puerto Rico después de alzarse con el Momo de Oro en Caracas, comenzó el dolor. Ismael Rivera era detenido por portar marihuana. “La cosa, sin embargo, no estuvo en el decomiso y detención sino en la espectacularidad de la misma. Un Maelo maltratado, tratado con saña, humillado en su condición de ser humano y boricua fue lo que mostraron los medios de comunicación. El Combo completo fue vejado. No les perdonaron nada, porque la idea era precisamente cobrarles la irreverencia”.

Cortijo cayó en una profunda depresión y fue entonces cuando Rafal Ithier convocó a una reunión de los músicos en la casa de Roberto Roena para plantear la formación de otro grupo: El Gran Combo. Entre quienes se rehusaron a unirse a Ithier estuvieron el mismo Roberto Roena, Mario Cora, quien era la segunda trompeta y Sammy Ayala quien le manifestó a Ithier que le unían fuertes lazos de amistad y compadrazgo con Cortijo y Maelo, dejando en claro  que sería amigo y compadre en las buenas y en las no tan buenas. Y eso lo cumplió.

Esta fotografía se nota que es una imagen tomada al vuelo, de sopetón, pero es un testimonial supremo, que es lo que en este momento importa. Ahí están seguramente como están en el más allá Cortijo, Sammy y Maelo.