María Luisa Landín

ID Colección: 1720
Formato: Fotografía (20 x 25 cm)
País origen: México
Año: 197-
Featuring:
María Luisa Landín - Cantante(s)
Descripción:

María Luisa Landín se reconocía en el mérito de haber luchado desde que era una niña por defender su derecho a cantar. En varias entrevistas se refirió a los obstáculos que tuvo, que comenzaron con la oposición del padre, hasta el momento en que su hermana Avelina Landín –con quien había hecho el dúo de sus inicios- decidió dejar el canto para casarse. Empezaron como dueto Pirita y Jade en 1935 y tres años después ya estaban en la radioemisora XEQ con un nombre más reconocible: el de las Hermanas Landín. Como dúo graban ese año cuatro piezas compuestas por el cubano Sergio de Karlo y respaldadas por el Mariachi Tapatío, producidas por el sello Victor, y en 1940 registran para el sello Peerless su versión de Tengo un nuevo amor, del también cubano Ernesto Lecuona. En 1941 graban cuatro temas con los Charros de Atotonilco y el bolero Pasional, de Consuelo Velázquez, con la orquesta de Rafael de Paz. Después, ya sin Avelina, María Luisa hizo parte de un trío con las hermanas Emma y Aurora del Mar antes de cantar a dúo con el tenor Néstor Mesta Chaires.

Hasta que decide lanzarse a cantar en solitario, porque ya lo había dicho: no podía vivir sin cantar. Cuando años después su hermana decide regresar a los escenarios, ya María Luisa Landín era la voz inequívoca de un estilo tan singular, que en su tierra no tardaron en llamarla La Reina del Bolero, y eso, en tierras de una Elvira Ríos, era un calificativo que decía mucho. Probablemente su primer gran éxito haya sido la grabación en 1941 del famoso bolero Hay que saber perder, de Abel Domínguez, que graba para la RCA Victor mexicana con el que alcanzó records de ventas.

Le seguiría otro triunfo que la va a unir para siempre a dos grandes compositores puertorriqueños: Canción del alma, el primer tema inédito con que consigue gran éxito, respaldada por la orquesta de Rafael Hernández, quien vivía una temporada en México. Para el mismo sello graba otros temas del puertorriqueño, como Canta, canta, Amor ciego, Por qué te vas y Desdichadamente, quien vuelve a acompañarla con su orquesta en algunas de estas grabaciones. La colaboración entre ambos marca el repertorio de María Luisa y el profuso catálogo de intérpretes del gran Rafael Hernández. Ella va a figurar entre las cantantes más recordadas de los boleros de Don Rafael a lo largo del tiempo, y así quedaría fijado cuando en 1969 los productores del filme El Jibarito Rafael la incluyen en el elenco musical. Su vínculo con Puerto Rico fue permanente y está ligado a su más grande éxito: el bolero Amor perdido de otro gran compositor boricua: Pedro Flores. María Luisa lo graba también para la RCA Victor Mexicana en 1949 y con el consolida su presencia triunfal en la escena del bolero mexicano. Había regresado ya de varias giras internacionales y es el momento en que ingresa al elenco de la XEW como diva estelar en el programa El milagro de las canciones, donde sus presentadores no se ahorraron elogios y calificativos para ella.


Aunque ya había aparecido antes, en 1945, en el filme Su gran ilusión, es Amor perdido la película que llevó a María Luisa Landín al cine en un rol estelar y redondeó el éxito del bolero homónimo, considerado desde hace mucho entre los grandes clásicos del género en México. La suerte corrida por Amor perdido le demostró a María Luisa lo mucho que se equivocó cuando se negó de plano a grabar el tema, que consideraba con pocas posibilidades al tener grabaciones anteriores por la cantante Manolita Arreola y hasta por ella misma a dúo con su hermana Avelina. En todo caso, María Luisa subestimaba lo que ella, sin saberlo, era capaz de hacer, ya con todo el bagaje de experiencias y sentimientos que acumulaba, y cuando accedió, terminó convirtiéndolo en un tema renovado y un éxito indiscutible, gracias también al excelente arreglo de Rafael de Paz y el acompañamiento de la orquesta de José Sabre Marroquín. La canción está arrasando y, aprovechando la circunstancia, el director mexicano Miguel Morayta filma en 1950 la película Amor perdido, con Amalia Aguilar y Yadira Jiménez en los roles principales, junto a Dámaso Pérez Prado, María Victoria y el actor Tito Junco. María Luisa Landín canta su gran éxito en el filme, que, por supuesto, es el tema principal.

La voz de María Luisa Landín en Amor perdido es parte indiscutida de la banda sonora del México nocturno y noctámbulo de los años 40 y 50, uniendo la melancólica distancia que hizo suya Elvira Ríos y la despechada cercanía de las rancheras amorosas con la impecable imagen de la cantante, siempre elegante y oportuna, como estampa de la bolerista por excelencia . El cronista de ese México particular y seductor Carlos Monsivais así lo acuñó en su libro Amor perdido, en el que la dedicatoria a la gran cantante no deja lugar a dudas de su lugar en esa historia.

Una buena parte de la carrera musical de María Luisa estuvo ligada a Cuba donde fue muy querida. Fue Cuba el país de su primer contrato internacional, en 1940, y durante toda la década realizó varias visitas y prolongadas estadías en La Habana. Su presencia se hizo habitual en los escenarios y en la radio en Cuba, donde no hay suceso importante que renuncie a tener la voz y la elegancia de la Landín. En 1947 canta en el monumental homenaje de la Alcaldía de la ciudad a Miguelito Valdés en el Stadium del Cerro y junto a Mario Ruiz Armengol es contratada especialmente por Gaspar Pumarejo para las transmisiones inaugurales de Unión Radio. En 1950 junto a Tito Guízar representa a México en la inauguración de la nueva dotación tecnológica de Radio Progreso, donde canta ante el Presidente de la República Carlos Prío Socarrás. En La Habana, María Luisa conoce al notable compositor, arreglista y director cubano Fernando Mulens, con quien se casa en su segundo matrimonio. Mulens va a incidir de manera positiva en su carrera musical.

En 1948, coincidiendo al parecer con sus actuaciones en Unión Radio realiza en La Habana varias grabaciones para el sello Victor acompañada por la orquesta cubana Cosmopolita –era la orquesta de planta de Unión Radio-, esta vez dirigida por Mario Ruiz Armengol, entre ellas Tú me gustas (Rey Díaz Calvet), Dime por qué (Fernando Mulens) Y no vuelvas, Verdad amarga (Consuelo Velázquez) y Triste verdad (Mario Ruiz Armengol). En Cuba, María Luisa Landín compartió escenarios y micrófonos con los más grandes cantantes, orquestas y conjuntos y sumó a su repertorio temas de compositores cubanos que ella estrenó o hizo populares, además de los ya citados de Sergio de Karlo y Ernesto Lecuona: Tú, tú y tú (Osvaldo Farrés), Nosotros (Pedro Junco), Tú me gustas (Rey Díaz Calvet), Dos gardenias (Isolina Carrillo), No digas nada, Tú me niegas (Juan Bruno Tarraza), Tu felicidad (René Touzet), No me mires (Facundo Rivero), Dime por qué y No me digas adios (Fernando Mulens). Especial en la vida de María Luisa Landín es Que te pedí, el enorme bolero que uno de sus autores, Fernando Mulens, le dedicara a ella y del que La Lupe hiciera su mundialmente famosa versión. La de María Luisa, fechada en marzo de 1949 en México, podría ser la primera grabación de este bolero cuya autoría comparten Mulens y el mexicano Gabriel Luna de la Fuente. Landín y Mulens pondrían fin a su matrimonio en 1951.

En su país, María Luisa Landín grabó con los más grandes directores de orquestas que dieron el empaque defintivo al bolero mexicano: los ya mencionados Mario Ruiz Armengol, José Sabre Marroquín su suman los de Rafael de Paz, Chucho Zarzosa y Ray Montoya, entre otros. A su repertorio incorporó boleros de los compositores más importantes: además de los ya mencionados se suman Abel Domínguez, Ruiz Armengol y Sabre Marroquín, los hermanos Martínez Gil, Rodolfo Mendiolea, Pablo Beltrán Ruiz, Federico Baena, Gonzalo Curiel y muchos otros.

La discografía de María Luisa Landín cuenta con varias compilaciones en vinilo que recogen buena parte de las grabaciones que realizó para la RCA Victor, fijadas en discos de 78 rpm, y otras. María Luisa había nacido en Ciudad de México, el 9 de octubre de 1921 y falleció en la misma ciudad el 20 de junio de 2014. (Rosa Marquetti)