Mike Laure y sus Cometas con Chelo
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En la ribera del lago Chapala, en el estado de Jalisco en México, Mike Laure (pronunciar Mique y no Maike) tiene su estatua. Es allí que este músico vio crecer su fama al mismo tiempo que se desarrollaba el reputado destino turístico a finales de los años 50.
Había nacido el 29 de septiembre de 1930 con el nombre de Miguel Laure Rubio, a unos 40 kilómetros del lago, en la hoy ultracontaminada ciudad de El Salto de Juanacatlán. De su padre hereda la pasión por la música, y a los ocho años tiene su primera guitarra. Pronto aprende de manera autodidacta a tocar la batería y el bajo, y ya adolescente consigue un empleo determinante en una orquesta popular en la zona de El Salto y Chapala. Cuenta su hijo Mike Laure Jr. en el periódico El Informador: “Mi papá comenzó a trabajar en la música desde muy chico, a la edad de 18 años, más o menos, entró a un grupo que se llamaba Los Hermanos Ocampo; él entró como ‘secre’, de los que suben y bajan las cosas y las acomodan. Un día se enfermó el de la batería y él tomó el lugar, luego también se enfermó el cantante y pidió una oportunidad y no lo tomaron en cuenta, hasta que en una fiesta le tocó hacerlo y se quedó con el puesto”.
Unos años más tarde, deja la orquesta Ocampo para formar con su primo el saxofonista-clarinetista Raúl Rubio su propio conjunto: el Grupo Montecarlo, llamado así por animar las noches del Hotel Montecarlo de Chapala. Hacia 1957, les escucha Don Luis Cuevas, dueño del Beer Garden de Chapala, quien les invita a tocar en su local. Es la época del rock’n’roll y Mike Laure cambia entonces el nombre de su grupo por el de Mike Laure y sus Cometas, emulando al norteamericano Bill Haley and His Comets.
Descubierto por un cazatalentos de la RCA Victor, graba sus primeros discos sencillos -todos rock- para el sello subsidiario Vik, luego compilados en un long-play RCA Victor. Títulos como Rock del diapasón, Guitarra en órbita, Rock de los Mikes, El bracero, Tienes cerillo? y El rebelde son hoy páginas de la historia del rock en México. Pronto pasa a Musart, marca con la que sigue grabando temas rockanloreros, como Estudiante del rock, una versión del original de Fats Domino.
A principios de los años 60, Carmen Rivero, artista de la firma Columbia, pone de moda en México un nuevo tipo de cumbia que ya se estaba gestando en México allí desde las experimentaciones del colombiano Luis Carlos Meyer con la orquesta de Rafael de Paz. Se trata de una cumbia alejada de su versión original por ser una fusión entre música cubana y colombiana con algunos rasgos mexicanos: predominan el uso de trompetas, timbales y otras percusiones afro-cubanas como las congas y el güiro. Paralelamente, Mike Laure experimenta un nuevo tipo de cumbia, diferente de la de Carmen Rivero. El periodista Darío Blanco Arboleda escribe en su ensayo “La cumbia como matriz sonora de Latinoamérica: Identidad y cultura continental” que Laure “en su muy exitoso y consumido repertorio utilizaba la música de origen colombiana, pero transformándola, desafricanizando las melodías, depurando la performatividad más ‘campesina’ en la instrumentación e interpretación. Laure era un fanático de rock and roll y tocó al inicio de su carrera covers de este género en español, mezcló la música caribeña colombiana con este ritmo. Así le introdujo la batería, guitarra eléctrica, saxofón, bajo [eléctrico], dando un sonido “tropical electrónico” sumamente exitoso en su época y convirtiéndose en el rey de los salones de baile mexicanos. Aun cuando no fue el primer artista en interpretar el género, fue pionero en su adaptación al establecer el primer formato de ‘cumbia mexicana’ sobre el que las posteriores agrupaciones trabajarán y que nos llega a la fecha”. Sus innovaciones fueron el punto de partida de la cumbia-rock, retomada años más tarde por Rigo Tovar y antecedente de la “música grupera” -interpretada por los llamados conjuntos gruperos- que derivó a su vez hacia la tecnocumbia.
En su apogeo tropical, los miembros de la banda de Mike Laure son él mismo (dirección, guitarra eléctrica, voz), su prima -la futura famosa “voz de la ranchera”- Chelo (cantante), Raúl Rubio (saxofón, clarinete), Ramón Arreola (guitarra rítmica), Narciso de Anda (acordeón), José Rubio (bajo eléctrico) y su hermano Antonio Laure (batería). Se gana el título de “El Rey del Trópico” con la interpretación de temas como Tiburón a la vista -su primer gran éxito-, Rajita de canela, 039, El solterito, La secretaria, La banda borracha, Mazatlán, Cosecha de mujer y Amor en Chapala.
Fallece el 17 de noviembre de 2000 en la Ciudad de México, dejando un legado musical, y su estatua de bronce, que se alza en el malecón de Chapala, frente al Beer Garden, justo donde empezó su leyenda. (Tommy Meini)
