Cuates Castilla

ID Colección: 4024
Formato: Fotografía
País origen: México
Año: 1935
Featuring:
Los Cuates Castilla - Agrupación musical
José Ángel Castilla - Guitarra, Voz
Miguel Ángel Castilla - Guitarra, Voz
Descripción:

Pepe y Miguel Castilla, gemelos idénticos e inspirados compositores nacidos en Veracruz, llevaron la música mexicana (el bolero veracruzano, el son huasteco y la canción ranchera) por el mundo entero. Sus composiciones Cuando ya no me quieras, El pastor y Plegaria guadalupana se siguen cantando. La adquisición en la Colección Gladys Palmera de uno de sus tempraneros retratos es la ocasión de hablar de sus orígenes.

Esta fotografía del dúo mexicano los Cuates Castilla es uno de los pocos documentos originales que perduran de sus primeros años de carrera. La fecha en dorso, el 10 de marzo de 1935, es próxima a su primer viaje a la vecina isla de Cuba, donde la prensa ya anunciaba desde finales de febrero, la llegada tan esperada de estos artesanos de la melodía, precursores de la difusión mundial del bolero veracruzano y de la canción huasteca con su característico falsete. Sus padres eran Ángel Díaz Hernández, ex-administrador de correos pasado a vendedor de terrenos, y María Lelia Adriana González de Castilla y Díaz Mirón, ama de casa dedicada a sus nueve hijos, siendo los últimos los cuates Miguel Ángel y José Ángel “Pepe” Díaz Mirón y González de Castilla, nacido el 12 de diciembre de 1912. Cuates, en México, significa gemelos -además de amigos cercanos-, y era natural que los dos hermanos, adoptaran este nombre artístico cuando, con solo doce años, debutaron con éxito en el Teatro Principal de su ciudad natal, en un festival organizado por doña María Pérez y González de Castilla, Monja Superior del Colegio Josefino. Era el año en que estrenaron su primera composición, el bolero Tu alma. Sin dudas, la poesía resonaban en sus venas, ya que eran familiar del gran poeta Salvador Díaz Mirón, considerado fundador del modernismo. Pero una entrevista, José confesaba con modestía: “Mi hermano José Luis fue el único que heredó la vena poética de Salvador Díaz Mirón, tío nuestro, hermano de mi abuelita (materna). Este gran poeta veracruzano murió cuando yo tenía 15 años. Por él conocimos a grandes personajes en Veracruz. Nos quiso mucho. Nos cuidaba de nuestros hermanos mayores. Nuestra relación fue muy estrecha. Vivíamos en la misma casa”. Precisamente, no fue el amor por las letras que les hicieron seguir el camino del arte sino otra preocupación más adolescentes. José y Miguel contaban en una entrevista a dos voces publicada la revista cubana Bohemia en 1939:

“- Nosotros observábamos cómo las muchachas nos preferían a los demás contemporáneos nuestros y descubrimos que eran nuestras canciones lo que las atraía. Ese detalle nos dió una idea: que podríamos llegar a triunfar como profesionales de la canción.

- Un día organizamos la fuga con varios muchachos de nuestra edad. Teníamos a la sazón 17 años. Y tomamos el tren para la capital de México”.

La mayoría de sus amigos ni siquiera lograron llegar al final del viaje y fueron devueltos a sus hogares por la policía. Miguel y José bajaron dos estaciones antes de llegar a la capital donde sabían que les esperarían las autoridades. En México, un familiar les entregó una carta de su madre donde les aconsejaba contra el clima traicionero de la gran ciudad, y para decirles que el orgullo no fuera un freno a su regreso si el triunfo no llegara: “Mi madre sabía que no éramos capaces capaces de exponernos en una vida desarreglada. Y nosotros correspondimos a su confianza, poniendo con nuestro entusiasmo, todo nuestro interés por triunfar”. Cantaron en un salón llamado La Boite, donde también actuaba Lucha Reyes, en el Teatro Lírico, en la radio XEB, y en la inaguración de la XEW al lado de Agustín Lara y Juan Arvizu. En esos días surgió lo que sería el mayor éxito de su carrera, Cuando ya no me quieras: “Al año, ya éramos conocidos del público radiofónico y emprendimos una jira con el doctor Ortiz Tirado, por los Estados del Norte de México y parte de Estados Unidos […] Después cantamos por la Voz de las Américas desde Villa Acuña, en Coahuila, y nuestras voces se extendieron por el continente rapidamente. En ocho meses recibimos más de un millón de cartas”.

Hollywood fue su próximo destino donde aparecieron en algunas películas y grabaron 18 títulos entre octubre y noviembre de 1933, siendo los dos primeros el corrido El fronterizo y el huapango Lamento huasteco. Viajaron luego en países asiáticos, y el 21 de marzo de 1935, once días después de la fecha que aparece en el dorso de esta fotografía, desembarcaron a Cuba donde ya eran conocidos por sus trasmisiones desde la Voz de las Américas. Eran contratados por el Teatro Nacional 23, compartiendo cartel con las películas “La edad de la inocencia” protagonizada por John Boles e Irene Dunne, y “La fuente” por Ann Harding y Brian Aherne, así que con el corte musical en color “La cucaracha” con Don Alvarado, Steffi Duna, la orquesta de Eduardo Durant y bailarines mexicanos. El 6 de abril pasaron al cine Neptuno, la semana siguiente en el Martí, y en mayo en el Teatro Auditorium con el Trío Encanto, el Trío Matamoros, René Cabel, los trovadores Guyún y Codina y la Orquesta Havana Riverside, entre otros. Este mismo año, harían otras visitas a Cuba: el 14 de agosto para presentarse en una noche benéfica en el Encanto a favor de la madre de Juan Francisco Limonta, un cajero de este mismo teatro, asesinado unos días antes por unos atracadores. Participaban también en el acto artistas de la talla de Ernesto Lecuona, Bola de Nieve, Rita Montaner, Julio Richards y Carmita Ortiz. En 17 de enero de 1936 fueron presentados en el Hotel Contado de San Juan, Puerto Rico, y el 5 de febrero, en Tenerife, España, por la empresa Baudet en el Parque Recreativo de la ciudad, interpretando “los famosos corridos, tan populares y bellos como el tango y el pericón argentino”. Y el 2 de marzo pisaron por primera vez el escenario de un teatro europeo, el Casablanca en Madrid. Sus voces y sus guitarras también sonaban en Unión Radio, y en Barcelona debutaron en el Principal Palace. En octubre, su gira europea les llevó hasta París donde tuvieron éxito en el cabaret Chez Suzy Solidor y participaron, según el blog de Miguel Díaz Mirón Keusch, hijo de Miguel Castilla, los principios de la televisión en la capital francesa. Antes de la declaración de la Segunda guerra mundial, también pasaron por Venezuela, República dominicana, Alemania, Austría, Hungría, Rusia, Grecias, Creta, Líbano y Egipto. Concentraron luego sus giras en las Américas y fueron protagonistas, con Amalia Aguilar, de la comedia “Conozco a los dos” (1949) de Gilberto Martínez Solares. A partir de 1950 volvieron con regularidad a Europa. Después de una carrera ejemplar, Miguel falleció el 21 de junio de 1979, y José el 13 de septiembre de 1994, ambos en la ciudad de México. (Tommy Meini)