Carnaval à Costa Rica (Carnival in Costa Rica)
Featuring:
Descripción:
Canciones:
Costa Rica (Ernesto Lecuona, Harry Ruby, Sunny Skylar, Al Stillman) por Dick Haymes y Celeste Holm
I'll Know it's Love (Ernesto Lecuona, André Hornez) por Vera Ellen (doblada por Pat Friday)
Güipipía (Ernesto Lecuona, André Hornez) por J. Carrol Naish, Celeste Holm y Vera Ellen (doblada por Pat Friday)
Mi vida (Ernesto Lecuona, Harry Ruby) por Dick Haymes y Vera Ellen (doblada por Pat Friday)
Maracas (Ernesto Lecuona, André Hornez) por los Lecuona Cuban Boys
Another Night Like This (Ernesto Lecuona, Harry Ruby) por Dick Haymes
Wedding Dance (Ernesto Lecuona) bailada por Vera Ellen
Rumba bomba (Ernesto Lecuona, André Hornez) bailada por Vera Ellen y Leonide Massine
María La O (Ernesto Lecuona, L. Wolfe Gilbert)
Las carretas (Ernesto Lecuona)
En noviembre de 1945, apenas terminada la Segunda guerra mundial, desembarcó en Costa Rica un equipo de la Twenty Century Fox para iniciar el rodaje en paisajes naturales de la producción “Carnival in Costa Rica”. Era en cierta manera la continuación de la trilogía latinoamericana de la Fox, iniciado con “Down Argentine Way” (1940) y seguido por “Week-end in Havana” (1941) y “That Night in Rio” (1941), todas con la participación exótica de Carmen Miranda. En una nota interna, Joseph I. Breene, director del Comité de Censura de Hollywood, expresaba a un executivo de la Fox su alegría por la “muy buena disposición de todas las partes implicadas para intentar hacer de esta película una contribución real al buen entendimiento entre los dos países. Queremos sobre todo felicitaros por el trato natural hacia los personajes, sus retratos humanos desprosvistos de falso pintoresquismo, y el hecho de que propongáis que los diálogos estén expurgados de acentos falsos o dialectos. Eso concuerda perfectamente con lo que nosotros pensamos ser la mejor representación posible de los personajes latinoamericanos y extranjeros en general.”
No obstante, ninguno de los actores principales era costarricenses, y ninguno de ellos pisó jamás el suelo del país centroamericano, siendo las escenas donde intervenían rodadas en los estudios Fox de Los Ángeles. El compositor y pianista cubano Ernesto Lecuona, ya popular en Hollywood por sus canciones Siboney, María la O, Para Vigo me voy o La malagueña, sí había estado en Costa Rica, lo que influyó en que se le encargara la banda sonora de la película. Escribió por la ocasión piezas como Costa Rica, I’ll Know It’s Love, Rumba bomba, Gui-pi-pia, Mi vida y Another Night Like This con letra en inglés de Harry Ruby. En una escena, los Lecuona Cuban Boys hacen todo una performance de su tema Maracas. Las coreografías fueron creadas por el bailarín ruso Leonide Massine, quien aparece como Roberto en la primera escena de baile con la actriz Vera-Ellen.
Resulta particularmente llamativo para una comedia musical ambientada en Costa Rica la falta de ritmos genuinos. Lo poco que se escucha, como el punto guanacasteco por ejemplo, está mezclado con rumbas cubanas y otros elementos españoles o mexicanos. Y si se agradece una corta escena rodada en El Sesteo, un elegante lugar donde la sociedad se reunía para bailar, se hace notar la ausencia de músicos u orquestas locales como las de Gilberto Murillo, Hugo Mariani, Julio Barquero o Lubín Barahona. Sin embargo, en el libro “Costarricenses en la música: conversaciones con protagonistas de la música popular 1939-1959”, de Mario Zaldívar, la cantante Rosario Coto aclara que grabó tres temas de la película en la emisora La Voz de la Víctor acompañada con músicos locales incluyendo a Gilberto Murillo en el piano. También se puede ver al tenor más apreciado del país, Manuel “Melico” Salazar, mal utilizado en un irrisorio papel anunciando la llegada del cartero.
Las críticas fueron duras con la película estrenada el 28 de marzo de 1947 en Nueva York. Sobre todo por la trama, naïve que se centra en unos estudiantes costarricenses que regresan a su país durante los carnavales para enfrentarse a sus padres, quienes han arreglado un matrimonio entre los chicos. El ácido Bosley Crowther, del New York Times, escribió: “No encontraréis una comedia familiar más aburrida. Y no es porque alguien sea malo. Está Vera-Ellen, una chica agradable que baila con un vigor estimulante y disfruta cantando. Y también está Dick Haymes, un crooner con buen físico, y esa señora infravalorada, Celeste Holm, y una partitura enérgica de Ernesto Lecuona, que puede sacar música de una calabaza. Pero cuando empiezan a divagar en el argumento estúpido que se les sometieron y a parlotear durante minutos interminables los diálogos más densos y aburridos del año, lo pasaréis mejor con un libro.”
Hoy en día la película se aprecia por las escenas naturales rodadas en vibrante Technicolor en San José, Heredia, Alajuela y Cartago, y por el arte de sus materiales gráficos promocionales como este cartel sueco dominado por los colores azul, blanco y rojo de la bandera de Costa Rica y presente en Colección Gladys Palmera. (TM)