Trío Matamoros

ID Colección: 0019
Formato: Postal
País origen: Cuba
Año: 193-
Featuring:
Trío Matamoros - Agrupación musical
Descripción:

Es una muy buena copia de la imagen realizada por la casa fotográfica Gort-Lez en La Habana. Los originales de esta empresa  tenían como logo una cámara fotográfica en el sitio de la imagen donde se lee copia, pero vaya usted a saber dónde reposa el original porque este estudio fotográfico amarró un contrato de altas proporciones con La Competidora Gaditana, y esa es historia en contexto para esta hermosa fotografía del Trío Matamoros. Del destino de ese archivo fotográfico poco sabemos.

Cuando la Televisión irrumpió en Cuba (país entre los pioneros de la novedad) en octubre de 1950 la primera imagen que apareció fue precisamente la de una caja de cigarrillos de la Competidora Gaditana (el término es alusivo a las personas nacidas en Cádiz, Andalucía, España) También fue éste el primer anuncio en cualquier estación televisa en español en el mundo.

Ampliando la imagen se lee en la parte inferior de las cajetillas de cigarrillos emplazadas sobre el techo del lujoso automóvil de época la firma “Martín Dosal. La Habana”, propietario desde 1923 de la famosa marca de cigarrillos.

En cuanto al Studio Rodante, efectivo medio publicitario que unía música y empresa tabacalera siempre fue el mismo. Es la misma imagen del vehículo y se cambiaban los protagonistas (Trío Urquiza, Hermanas Márquez, etc.) En este caso le tocó al Trío Matamoros.

Miguel Matamoros fundó el Trío el día de su cumpleaños número 31. Había nacido el 8 de mayo de 1894 y el Trío se formó en 1925 en Santiago de Cuba siendo los otros dos integrantes Rafael Cueto y Siro Rodríguez, quien fue llevado a la fiesta de cumpleaños de Miguel por su amigo Cueto. Quién lo diría, pues el acople de los tres fue tan perfecto e inmediato que no se separaron más nunca hasta la jubilación del grupo y el posterior deceso de Matamoros.

La agrupación no solo hizo aportes en la parte musical sino en la creación de letras. En lo musical Matamoros era voz y guitarra prima. No usó mayores disonancias ni hizo mayores experimentos armónicos y ésto para algunos resultaba muy convencional, pero Matamoros no cedió en sus objetivos y se impuso nacional e internacionalmente hasta el sol de hoy.

Rafael Cueto como guitarrista acompañante sí tenía otra dinámica en lo melódico y además metía la percusión en la obra musical pues solía golpear la tapa de la guitarra y eso era un aditivo grato a los bailadores. Por su parte Siro Rodríguez era la segunda voz y llevaba las maracas con excelente sentido rítmico.

Fueron 35 años de gloria, de giras, de éxitos y aportes y quedan como legado muchos temas, entre ellos Veneración, Mamá, son de la loma, La mujer de Antonio, Lágrimas negras, Mariposita de primavera, El que siembra su maíz, El paralítico, Reclamo Místico, La cocainómana y Juramento entre otros.

La última actuación del emblemático Trío fue en el habanero teatro Chaplin en marzo de 1960. Luego viajarían a Estados Unidos y retornarían a Cuba para decirse adiós. Recuérdese que el primer viaje a Estados unidos para grabar fue en 1928. Corrió agua bajo el puente de la creación cubana sonera y la música desde entonces.

México, Venezuela, La República Dominicana, Panamá, Colombia, Puerto Rico, Curazao, España, Portugal, Brasil, Chile, Perú conocieron en vivo de las glorias de Matamoros y ovacionaron su impronta.

Rafael Cueto fue el último integrante del Trío en pasar a otro plano, falleciendo en 1991 en La Habana. Fué el último Matamoros.

Cortesía Competidora Gaditana.