María Teresa Vera y Lorenzo Hierrezuelo
Descripción:
No está el nombre de Lorenzo Hierrezuelo inscrito en la primera camada de guitarristas y segundas voces que acompañaron a la sin par cubana María Teresa Vera en su extraordinario periplo musical. Lorenzo llegó a María Teresa de un modo casual, sin proponérselo. Ni él ni ella.
Sabido es que la trovadora fue secundada en sus inicios por la segunda voz y guitarra de Rafael Zequeira. María Teresa solo contaba con 16 años cuando se presentó en el teatro Politeama Grande de La Habana. Fue el 18 de mayo de 1911 y tuvo que entonar seis veces seguidas la criolla Mercedes de su mentor Manuel Corona. Estuvo con Zequeira por espacio de unos 13 años hasta que éste falleció. Por un breve lapso María Teresa continuó sola y eventualmente se hizo acompañar por uno u otro trovador, como Higinio Rodríguez, hasta que se encontró con Miguel García con quien estuvo trabajando desde 1925 hasta 1931. En 1927 García sería también cantante en el Sexteto Occidente que María Teresa fundó a instancias de su discográfica pues había cierto boom de sextetos.
Es en 1933 cuando, fiel a la religión de sus Mayores hace Santo según la Regla de Ocha saliendo como hija de Ochún, quien de inmediato le prohibió volver a cantar. ¡Válgame Dios! Es en esta etapa cuando pone música a los versos que le entregó su protectora y amiga de infancia, Guillermina Aramburu, abandonada por su esposo después de 20 años de matrimonio. Se cree que así surgió así el inmortal bolero son Veinte años.
Estamos en esa etapa de retiro ‘espiritual’ de María Teresa Vera, cuando desde Radio Salas (CMBZ) la invitan a cantar con el cuarteto de Justa García. La trovadora asistió y cantó Longina y Santa Cecilia de Manuel Corona convirtiéndose en el delirio del público que reconoció su voz.
Volvió María Teresa a la Regla de Ocha esta vez para pedir dispensa a Ochún, quien efectivamente le otorgó el permiso para volver a cantar.
Justa García disolvió su cuarteto y entonces quedaron en el aire María Teresa Vera y Lorenzo Hierrezuelo, guitarrista del cuarteto. Así se encontraron, y María Teresa le dijo: “Yo sigo con usted”, y fueron extraordinarios compañeros profesionales y amigos durante 27 años.
El acoplamiento de esas voces fue algo maravilloso para el repertorio trovadoresco cubano y no solo la vieja trova: La guaracha, las rumbas, el son, los cantos religiosos, todo sintió el influjo de esta legendaria pareja musical.
Al triunfo de la revolución cubana en 1960 sería declarada Hija Predilecta de Guanajay, su tierra de nacimiento. Al año siguiente, noviembre de 1961
participó en dos conciertos de música típica cubana en el habanero cine-teatro Payret. Se recuerda que interpretó Rosa Número 2 de Pepe Sánchez, Timidez de Patricio Ballagas y La Guinda de Eusebio Delfín
Fue la última actuación de María Teresa, y a ella corresponde la imagen, de pie con su compañero y con micrófonos desnudos.
Meses después, en 1962 María Teresa, quien tenía entonces sesenta y siete años, sufrió una conmoción cerebral que le impidió retomar el canto y los escenarios. Fallecería el 17 de diciembre de 1965.
Lorenzo Hierrezuelo, quien desde 1942 integraba otro dúo con Francisco Repilado era el Compay Primo y Repilado el Compay Segundo: Los Compadres. Con el tiempo Repilado salió del grupo y fue sustituido por Reinaldo Hierrezuelo, hermano de Lorenzo. Fueron años de mucha popularidad hasta que Lorenzo falleció en noviembre de 1993, a los 86 años.
Lil Rodríguez