Conjunto Casablanca

ID Colección: 0813
Formato: Fotografía
País origen: Cuba
Año: 195-
Featuring:
Conjunto Casablanca - Agrupación musical
Ernesto García - Dirección, Voz, Percusión menor
Helio Orovio - Bongó
Descripción:

El musicólogo Helio Orovio (1938 - 2008) fue un percusionista reconocido en los años 50, antes de emplear toda su pasión por los ritmos y artistas de su tierra en la construcción de la obra de su vida, el Diccionario de la música cubana (1981), varias veces reeditado y ampliado. En esta fotografía, lo podemos identificar, de pie a la izquierda, en una fecha indeterminada a mitad de la década de los 50 en la que tocaba la percusión -el bongó, y a veces la conga- con el Conjunto Casablanca, rival directo de los Conjunto Casino y Conjunto Luis Santí. Este conjunto había sido fundado en 1942 o 1943 por el cantante de guarachas, maraquero y güirero Ernesto García, y en su primera etapa contaba con la participación de los trompetistas Rolando Aguiló, Perfecto Alfonso y José Betancourt; el bajista Mario "Chicho" Aguiló, hermano de Rolando; el pianista Juan Costa; el guitarrista Dionisio de la Campa; el tumbador Domingo González; el bongocero Virgilio Robbio; y el cantante de boleros Raúl Fundora. Cuando Helio Orovio entró para tocar el bongó, el tumbador era Julio Lugo Valdés. Este conjunto acompañó a una infinidad de artistas en sus actuaciones en conciertos, y en sus directos en Radio Salas, Radio Progreso, Radio Popular y el Canal 2 de televisión, entre ellos, Elvira Ríos y Pedro Vargas, así como Daniel Santos, a quien Helio Orovio tuvo el privilegio de acompañar en 1956, en Radio Popular, esta vez asumiendo la tumbadora del conjunto. Años más tarde, escribiría el libro sobre el Inquieto Anacobero, Daniel Santos en su Habana.

Helio Orovio había estudiado la guitarra y la percusión con Vicente González Rubiera "Guyún" y Walfredo de los Reyes, y además del Conjunto Casablanca fue músico del conjunto Jóvenes del Cayo y la Orquesta Habana Jazz. Su condición de músico, investigador, gran conversador y bohemio le permitió ahondar con propiedad en la historia de la música y los músicos cubanos. Todos sus libros dedicados a la música son muy recomendables, entre ellos además de los ya mencionados, Música por el Caribe (1990), Trescientos boleros de oro (1991), El bolero latino (1995), Fiesta Habana (2000), Músicos de Cuba (2002) y El carnaval habanero (2005), y el Diccionario de la Música Cubana, con varias ediciones, en los que trasmite su rigor de músicólogo, su experiencia como instrumentista y su pasión de amante de la música.