Fotografía tomada en el antiguo bar Rialto, hoy cine-teatro y bar La Claqueta, en las calles Santo Tomás (Félix Pena) y San Basilio, en Santiago de Cuba. Parece ser en los primeros años de la década de los cincuenta, cuando Mariano Mercerón ya había pasado su primera temporada en México, regresa a Cuba y entre sus varios empleos mantenía su atril en la Banda de la Policía Municipal, de ahí su uniforme. Peruchín ha sido pianista de la orquesta que había creado Mercerón en Santiago y allí también estuvo vinculado a la de Chepín, antes de iniciar su larga temporada con la Orquesta Riverside. Pacho Alonso cantaba por entonces en la orquesta de Mercerón y poco después, en 1953, llegó a grabar el Chachachá de la Reina, de la autoría de Enrique Bonne.

Unidos entonces por la pasión por la música, y viviendo, como diría Pacho Alonso “sin miseria”, a tope, la vida singular de su ciudad, ellos no imaginaban a donde llegarían años después, cada uno con su estilo y desde diferentes instrumentos y situaciones, pero todos marcados definitivamente por el ambiente y la tradición musical de Santiago de Cuba. (RM)

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