Olga Chaviano

ID Colección: 1756
Formato: Fotografía (20,5 x 25 cm)
País origen: Cuba
Año: 195-
Featuring:
Olga Chaviano - Vedette(s)
Descripción:

Es una de las muchas fotos que Armand, El Fotógrafo de las Estrellas, le hizo a la vedette cubana Olga Chaviano, muy famosa en La Habana de los años cincuenta por su belleza, exotismo y desempeño escénico y también una vida personal de esas que se ven en películas y telenovelas: la bella cantante y bailarina que enloquece al gerente del cabaret –el norteamericano Norman Rothman- donde se hace famosa, o que enamora a uno de los mejores cantantes de boleros: Luis García.

Sin embargo, la carrera de Olga Chaviano comenzó mucho antes: como todas las chicas con vocación para el arte, Olga también pasó por el programa de participación La Corte Suprema del Arte y a los 15 años debuta profesionalmente en el habanero teatro América, bailando tangos y aires brasileños. Pronto es elegida por Cuco Conde, manager de deportistas y artistas, periodista, y productor, para integrar un grupo que llevaría a Venezuela en un espectáculo: Las Modelos de Conde. Ahí conoce al bailarín mexicano René Barrera, quien se convierte en su pareja de baile y en su primer esposo. Como dúo Olga y René recorrieron parte de Centroamérica hasta llegar a México donde se convierten en un verdadero suceso sobre la escena del teatro Tivoli. Corre la segunda mitad de los años cuarenta y la Chaviano va en ascenso.

Durante sus presentaciones en Acapulco, le toca enseñar los rudimentos de la rumba a Joe DiMaggio, el center-fielder de los Yankees de Nueva York en las Grandes Ligas de Baseball americanas. A partir de que la prensa en Estados Unidos difundiera la noticia, el nombre de la Chaviano comenzó a asociarse en plan romance con el jugador de baseball.

En México surge la primera oportunidad para Olga en el cine, cuando participa en nada menos que cinco películas rodadas en México en 1949: El mago –donde haciendo el papel de una odalisca baila con Mario Moreno, Cantinflas-; Los amores de una viuda, Carta brava, La venenosa y Prisión de sueños. En estos filmes asume mayormente roles de bailarina, lo que le permite compartir créditos con figuras tan encumbradas entonces como Emilia Guiu, Issa Morente, Ramon Armengod y otros. En 1950 se estrena La virgen desnuda, donde la Chaviano integra el elenco que encabezan Susana Guizar y Gustavo Rojo.

En 1952 ya está en Cuba y comienza en el cabaret Sans Soucí en La Habana y es allí donde tendrá su mayor crecimiento con bailarina y cantante, expresándose como en una exitosa vedette. Se convierte en la preferida del mandamás del cabaret y eu casino. Según el escritor norteamericano T. G. English, “Rothman era un elegante señor de cierta edad con una larga trayectoria en el negocio de las salas de fiestas que se remontaba a sus tiempos en Miami Beach[…].Después de todo, ¿qué podía ser más acorde con la imagen de la época que el emparejamiento de un judío de mediana edad propietario de clubes nocturnos y una seductora corista cubana? La Mafia de La Habana era la que mandaba.” Porque eran los tiempos en que la mafia del juego controlaba la vida nocturna, el juego en los casinos y una buena parte del turismo que llegaba a La Habana, y junto a los casinos, los grandes cabarets y centros nocturnos eran parte importante en ese engranaje.

Fue una etapa de éxitos para la Chaviano, quien se convierte en la primerísima e indiscutible vedette de Sans Soucí, encabezando las revistas y espectáculos en su escenario. En Sans Soucí llega a bailar acompañada por el Negro Ballet del coreógrafo norteamericano Walter Nicks. En 1952 integra el elenco del filme mexicano Yo soy el hombre, rodado en Cuba, y con prominentes cantantes, actores y actrices cubanas en el elenco: Olga Guillot, José Sanabria, Lolita Berrio, Lina Salomé, Guillermo Álvarez Guedes, y otros, donde hace una excelente interpretación de las guarachas Juana Bacallao y Sube espuma, ambas de Obdulio Morales. Un año después toma parte en el filme mexicano Piel Canela, protagonizado por Sarita Montiel, Rosa Elena Durgel, Manolo Fábregas y Ramón Gay, con locaciones en Cuba y escenas en Sans Soucí. Sería éste el último de su filmografía.

Con Rothman tuvo la Chaviano su primer hijo, Jorge Faustino Rothman nacido en 1956. En 1957 la diva se casa con Luis García, un joven cantante de boleros, que llegaría a ser nombrado como El Rey del Feeling, con quien tiene a su hija, María Teresa García (hoy María Teresa Ángel).

En Cuba la carrera de Olguita Chaviano transcurrió además en los más grandes cabarets cubanos: Tropicana, el Casino de Sevilla, el Copa Room del Riviera, el Casino de Capri; en teatros como el América, Radiocentro y el Martí; night-cubs como el Zombie y Las Vegas, y en programas de televisión, como Romance musical, que centró junto a su esposo Luis García en 1959 en Telemundo, en La Habana, en momentos de gran popularidad del bolerista.

La carrera de Olga Chaviano comenzó a declinar al desaparecer el showbussiness en Cuba. La Cuban Bombshell, como se le conoció por su explosiva manera de bailar y por su belleza, dejaba atrás sus mejores años, y decidió emigrar a Estados Unidos tan pronto le fue posible, y alejarse de los escenarios, sobre todo tras la muerte prematura de su hijo Georgi, a los 41 años de edad. Olga Chaviano no grabó discos, pero su voz y su singular manera de bailar el mambo, han quedado en los filmes en los que actuó. (Rosa Marquetti)