Orquesta Chepín-Chovén
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Descripción:
En todas las fotografías de la Orquesta Chepín Chovén que atesora la Colección Gladys Palmera la agrupación aparece ataviada con donaire y elegancia, lista para subir a la tarima de salones cubanos e internacionales. Y resulta que esta excepcional orquesta de Santiago de Cuba, nunca salió de su país, y no precisamente por falta de oportunidades. Era que ellos no querían salir de la isla cubana y por esta razón millones de melómanos en el mundo se perdieron en vivo el legendario sonido y repertorio con cargo a Electo Rosell, Chepín, el autor de El platanal de Bartolo y otras joyas. Consideraron los músicos que tenían público suficiente y conocedor en su país y además el director, Chepín, temía morir fuera de su tierra.
El prodigio de esta orquesta echa al pipote el postulado de que nadie es profeta en su tierra. Y lo echa por tierra con creces. El Caribe y Latinoamérica tuvieron que conformarse con el sonido discográfico.
El nombre real de Chepín fue Electo Rosell Horrutiner y nació en Santiago de Cuba el 7 de noviembre de 1907. También partió hacia otros paisajes el 1° de abril de 1984 en su ciudad natal.
Comenzó como violinista en uno de los cines de su natal Santiago, donde se proyectaban películas silentes.
En 1926 viajó con la compañía de zarzuelas y operetas cubanas de Arquímedes Pous a República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y Panamá, pero en este último país falleció el Director Pous. Muchos integrantes de la Compañía retornaron a Cuba, pero otros, entre ellos Rosell decidieron quedarse en tierras istmeñas para aprovechar el ambiente musical del país. Y lo aprovechó pues enseguida ingresó a una orquesta panameña en calidad de violinista y a veces bajista. Retornó a Cuba en 1929.
Chepín era vecino de Bernardo Chauvín Villalón (Chovén para la historia de la música) y a éste le dio por el piano, aunque también estudió flauta y violín, y fue por el violín que iniciaron amistad.
En 1930 Chepín fundó, siempre en Santiago de Cuba, junto a Bernardo Chovén Villalón un cuarteto que posteriormente fue ampliado a sexteto con el nombre de Oriente Jazz. Fue una de las primeras agrupaciones que se auto denominaron como Jazz Band, junto a la del también santiaguero saxofonista Mariano Mercerón.
En una de sus presentaciones radiales a un popular locutor se le ocurrió bautizarlos como Orquesta “Chepín Chovén”. Y así se quedaron.
Esta fotografía está registrada como de 1948 y en ella aparecen:
Electo Rosell "Chepín" - Dirección, Violín
Bernardo Chauvin Villalón "Chovén" - Dirección, Piano
Loreto Vistel Powell - Trompeta
Alcibíades Castillo - Trompeta
Agustín Ferrer "Tin" - Saxofón alto
Ángel Guillot - Clarinete, Saxofón alto
Enrique Acosta Castañeda "El Nene" - Saxofón tenor
Remberto Ibarra "Mayarí" - Trombón
Roberto Nápoles Castillo - Contrabajo, Cantante
Esmérido Ferrera "Lolo" - Timbales
Isidro Correa Duany - Cantante
Aunque la gráfica pertenece a la primera etapa de la orquesta (1932-1957) ya hay algunos cambios en los músicos, permaneciendo, eso sí, fundadores como los propios Chepín y Chovén, Roberto Nápoles (bajista y vocalista) y Esmérido Ferrera (ayudante de percusión y excepcional en el bongó)
Nótese que no hay Tumbadoras: Chovén nunca las admitió.
Por lo demás, aunque no identificamos la locación, no se trata de una emisora de radio sino de una presentación de la orquesta en algún local privado. Estamos hablando de 1948.
Cuando le entrevistamos, el bajista y cantante Roberto Nápoles señaló: “Ascendimos a la fama con una trompeta y un saxofón nada más. Nuestro sonido era sobre la base del timbal, bajo y piano, ahí estaba el tumbao. Ninguna orquesta tocaba con nuestro estilo, ni sonaba como nosotros”.
Nápoles se convirtió en el primer cantante de la Chepín Chovén y marcó un estilo recordado hasta hoy. También es recordado su personal manera como bajista y por las maromas que hacía con el instrumento. Mucho antes de que el venezolano Oscar D' León bailara y levantara su bajo, ya Roberto Nápoles lo hacía en Santiago de Cuba.
Chepín Rosell fue autor de numerosos temas entre los que destacan Murmullo, Bodas de Oro y El Platanal de Bartolo, este último estrenado por Ibrahim Ferrer.
