Orquesta Siboney de Alfredo Brito, Trío Matamoros, Yolanda González y Granito de Sal

ID Colección: 0502
Formato: Fotografía
País origen: España
Año: 1932/09/24
Featuring:
Trío Matamoros - Agrupación musical
Orquesta Siboney de Alfredo Brito - Agrupación musical
Alfredo Brito - Dirección
Armando López - Trompeta
René Patzi - Trompeta
Armando Romeu Jr. - Saxofón
Mario Álvarez - Saxofón
Ángel Mercado - Trombón
Manuel Godínez - Violín
Julio Brito - Guitarra, Batería, Percusiones
Enrique Aparicio Velvert - Guitarra, Bailarín(es)
Paquito Isla - Piano
Luis Fernández Nodone - Contrabajo
Miguel Matamoros - Miembro del trío
Ciro Rodríguez - Miembro del trío
Rafael Cueto - Miembro del trío
Granito de Sal - Bailarina(s)
Descripción:

En dorso: Autógrafo de Alfredo Brito. "Hecho en el Circo Price de Madrid donde ha sido el éxito más formidable desde hace 10 años (Palabras de la empresa)".

Fotografía realizada en Madrid, durante la gira europea (Madrid, Barcelona, Portugal, París) de la jazz-band Orquesta Siboney de Alfredo Brito y del Trío Matamoros, con la rumbera cubana Rayito de Sol, la bailarina española Granito de Sal, y el bailarín de tap y guitarrista de la orquesta, Enrique A. Velvert.

El 8 de agosto de 1932 Alfredo Brito y su Orquesta Siboney embarcaron hacia España a bordo del vapor Reina del Pacífico. La noticia en el Diario de la Marina subrayaba la víspera de le partida que “…desembarcarán en Santander y recorrerán las principales ciudades de esa República. Con Alfredo van, Armandito Romeu, Mario Álvarez, Francisco Isla, Julio Brito, Ángel Mercado, Armando López, Luis Fernández, Enrique Aparicio, René Patzi y Manuel Godínez. Van también el popular Trío Matamoros y la celebrada cantante Yolanda González [Rayito de Sol]”.

A la Siboney y al propio Alfredo Brito le antecedía un camino exitoso en Cuba. Brito era flautista, había estudiado con Antonio María Romeu, quien pulió sus conocimientos iniciales en el dominio de la flauta de madera de cinco llaves. Después de modo autodidacta aprendió a tocar piano, clarinete, saxofón y con solo 17 años ya era flautista en la orquesta de Romeu. Estudia armonía con el maestro Pedro San Juan. En 1930 integraba la orquesta de Don Azpiazu con la que viajó a Nueva York como saxofonista y allí Azpiazu le encarga el arreglo de El manisero de Moisés Simons, como son- pregón, que resultó decisivo en el éxito arrollador de la grabación que realizaran para el sello Victor.

Al regresar de Nueva York, Alfredo Brito crea la orquesta Siboney, con la que tiene el record de realizar la primera transmisión de música popular bailable desde la emisora CMC (antigua PWX), para ser radiada por la cadena de estaciones de la BBC de Londres y por la WEAF de Nueva York el 14 de noviembre de 1931.

Ese mismo año su orquesta integrada por 11 músicos se presenta en un importante concierto que dirige Ernesto Lecuona en homenaje a su hermana, la pianista Ernestina Lecuona en el habanero teatro Payret. Tocan con mucha frecuencia en programas de las radioemisoras CMK y CMW y en bailables en sociedades gremiales y de naturales españoles. Hizo temporadas en el célebre Roof Garden del Hotel Plaza, uno de los más suntuosos de La Habana de entonces. La Siboney era una jazz band y su repertorio se nutría del norteamericano y de piezas de autores cubanos.

En España, el debut es en el Salón Victoria, de Santander, el domingo 21 de agosto de 1932. El diario local El Cantábrico, no escatima en adjetivos para narrar el impacto de la llamada Orquesta Típica Siboney, el Trío Matamoros y las bailarinas, Yolanda González y la española Granito de Sal, incorporada a la troupe cubana. El periódico santanderino explica que los muchachos de Miguel Matamoros debieron repetir las guarachas Trigueñita y la humorística El nudismo en Cuba. Era de esperar: les prorrogaron el contrato en Santander, a pesar de que daban diariamente dos funciones. Entre los sitios donde se presentaron están Teatro Iris, en Ávila, donde la prensa local cataloga a la Siboney y al Trío Matamoros como “de los mejores en su género”; el Teatro Novedades, en Oviedo los días 27, 28 y 29 de agosto. En septiembre actúan en el Circo Price, de Madrid, y al parecer, en otras ciudades. Seguirán después en gira por teatros de Francia y Portugal.

En noviembre de ese año, el diario madrileño La Libertad anunciaba la salida de dos discos de Alfredo Brito y la orquesta Siboney bajo el sello Regal: DK8.714 En silencio de la noche (autor: Abelardo Barroso) y Dichosa suegra (de Julio Brito) y DK 8.715, con el son cubano Adios chamaquita (Julio Brito) y El panquelero (Abelardo Barroso)

En febrero ya están en La Habana y continúan sus presentaciones habituales, a las que suman los cabarets Edén Concert y Chateau Madrid, los mejores cabarets cubanos de la época y en 1935 trabaja una larga temporada en Estados Unidos. El propio Alfredo Brito lo cuenta en una entrevista para Bohemia, en agosto de 1939: “De vuelta a Cuba me contrató Paul Whiteman como segundo director de su propia orquesta. A los seis meses tuve que regresar y aquí formé la orquesta que aún dirijo en el Edén Concert.”

Aunque no aparece en créditos, se afirma que compuso temas para la banda sonora original del filme Rhumba, protagonizado por Carol Lombard y George Raft. En 1940 dirigirá la orquesta en el primer gran espectáculo del naciente cabaret Tropicana: Congo Pantera y a él se acredita la canción-tema del famoso espacio: Tropicana, grabada en 1944 por el Tenor de las Américas, Pedro Vargas. En su obra autoral destacan además los danzones Acelera, La Choricera, El volumen de Carlota y La flauta mágica (en co-autoría con Antonio María Romeu).

Al frente de su orquesta Siboney y otras formaciones, Brito realiza numerosas grabaciones respaldando a cantantes como Esther Borja, María Ciérvide, René Cabell, Toña La Negra, Pedro Vargas y muchos otros. La carrera de Alfredo Brito fue larga y prolífica, con etapas importantes que ameritan ser abordadas en específico. (Rosa Marquetti)