Mambo
Featuring:
Descripción:
Estrenada en 1954 en Italia, y en 1955 en Francia.
Canciones:
Caboclo do mato (Bernard Noriega) por Xiomara Alfaro
Back to Bahia (Wilson Stone, Bernard Noriega, Katherine Dunham)
Boogie in Brazil (Wilson Stone, Bernard Noriega)
Bajão faz balançar (Bernard Noriega, Katherine Dunham) por Silvana Mangano
It's Wasn't the Red Wine (Wilson Stone, Bernard Noriega, Katherine Dunham)
New Love New Wine (Bernard Noriega, Katherine Dunham)
Sube espuma (Obdulio Morales) por Silvana Mangano y Xiomara Alfaro
Dirigida por el norteamericano Robert Rossen, quien también escribe el guión junto a Ennio de Concini, Ivo Perilli y Guido Piovene, el filme Mambo se inserta en la ola de creciente aceptación que el ritmo creado por Dámaso Pérez Prado comienza desatar en Europa y en particular en Italia. Aprovecha también la ascendente popularidad de la actriz Silvana Mangano –en el rol principal-, y el desempeño de actores conocidos como Vittorio Gassman, Shelly Winters y Michael Rennie. Pero el componente musical de Mambo esconde cosas interesantes: las coreografías estuvieron a cargo de la norteamericana Katherine Dunham, quien, ya con el encargo para el filme, visita nuevamente La Habana y asiste al cabaret Sans Soucí, donde se presentaba el exitoso show de Rodney, Sun Sun Babaé. Allí conoce a la gran cantante cubana Xiomara Alfaro y a los percusionistas y bataleros que reforzaban la orquesta del cabaret especialmente para este show de temática afrocubana, entre ellos, Francisco Aguabella. Allí los reclutaría para su proyecto, propondría su inclusión a los productores Dino de Laurentis y Carlo Ponti, y al director Robert Rossen. Conseguiría así que los cubanos viajaran a Roma para la filmación.
Xiomara Alfaro y Francisco Aguabella fueron ignorados en los créditos del filme, pero sus imágenes, la impactante voz de la cantante y el toque preciso del tamborero es casi lo primero con que se topa el espectador al inicio de la película. En las coreografías de la Dunham, es perceptible la amalgama de información acopiada en sus viajes y estudios sobre Haití, Cuba, Brasil y otras partes del Caribe insular y en alguna medida, la inspiración que le aportó el cabaret cubano. El filme Mambo significó para Silvana Mangano –excelente en su sensual y personal representación del ritmo- un acercamiento más al imaginario de lo latino (ya lo había iniciado en el filme Anna); para Xiomara Alfaro, la posibilidad de una exitosa temporada en Europa que duraría varios años y para Francisco Aguabella, su entrada en la compañía de Katherine Dunham para así iniciar también su vida y carrera en los Estados Unidos. (RM)