Rosa Virginia Chacín
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El autor de la fotografía es el reportero gráfico Miguel Grillo, quien hizo parte de una generación brillante en el fotoperiodismo venezolano. Ciertamente parece una foto de estudio pero no. Miguel Grillo con su lente captó a Rosa Virginia Chacín antes de un retiro que nadie entendía, pues la vocalista estaba en la cúspide de su carrera. Y ese retiro ocurrió precisamente comenzando la década de los setenta. Se residenció en Nueva York durante diez años en los que estuvo dedicada a su familia.
Nacida en Caracas el 9 de junio de 1940, sería en 1958 cuando comenzaría su carrera profesional debido a una feliz casualidad: se encontraba en un auditorio de la Universidad Central de Venezuela donde el compositor José Enrique Sarabia ofrecía una presentación y pidió que una voz femenina lo acompañara. Los compañeros de Rosa Virginia, entonces estudiante de Economía la auparon para que subiera ella. Hay que señalar que en su infancia había estudiado canto y que en su familia había gran inclinación hacia la música y las artes. Bien, Rosa Virginia subió a cantar con Chelique Sarabia y no bajó más nunca del escenario del cariño y admiración de los venezolanos que no han dudado en calificarla como La Voz más dulce de Venezuela.
También comenzaría una excelente carrera discográfica, siempre de la mano de Sarabia quien compuso especialmente para ella temas que han permanecido en el tiempo como Cuando no sé de ti , Mi propio yo, No te muerdas los labios y Necesito pensar entre muchos. Con los discos llegaron las presentaciones televisivas y el reconocimiento internacional. Rosa Virginia Chacín fue la primera venezolana en aparecer en un espacio televisivo nacional dedicado a luminarias internacionales.
Habiendo arrasado en festivales tanto en Europa, fundamentalmente España y en su propio país, Rosa Virginia se retiró abruptamente y esa decisión no fue aprobada por su público. Cuando se supo de ella ya estaba en Estados Unidos dedicada a su familia. Diez años más tarde regresaría a los escenarios sin tanta pompa, de la mano de su hermana María Teresa Chacín, con una excelente producción a cargo del talentoso Carlos Moreán, compositor y Direcotr además de arreglista, ya desaparecido.
Rosa Virginia se mantiene activa, aunque no con los decibeles de otros tiempos, cuando desde la Universidad Central de Venezuela sorprendió al mundo