Bienvenidos a una nueva temporada en Don't Kill My Vibes, la séptima ya. En este tiempo, muchos me habéis recordado cuanto os gustó aquella temporada de los venenos; y como el público manda, aquí os traigo la segunda parte.

Empezamos con el antimonio, que fue utilizado en medicina por sus propiedades expectorantes, eméticas y purgantes. Se llegaron a escribir tratados sobre sus cualidades médicas, hasta que se decidió declararlo veneno, de forma oficial, en 1866.

Antes de eso el antimonio había causado sensación en mucha gente, sobre todo por sus supuestas propiedades curativas que se pensaba que tenía. Es probable que Mozart muriera por tomarlo en exceso para combatir la fiebre; y Newton creía que tenía propiedades sexuales. Nabucodonosor empleó en el siglo VI A.C., una ponzoñosa mezcla de antimonio y plomo para pintar de amarillo los muros de su palacio. Poco después, enloqueció hasta el punto que dormía en el prado y se alimentaba de hierba como un rumiante.

Pues aquí va una selección de los temas que me han acompañado estas vacaciones, y que me han hecho enloquecer como si de antimonio se tratara. Bienvenidos a la vanguardia de la electrónica.