Un día Xtabay murió; nadie se dio cuenta hasta que el pueblo quedó impregnado de un olor a flores proveniente de su cuerpo inerte. Los pueblerinos no podían creerlo, y mucho menos Utz-Colel, quien, envidiando a su hermana, aseguró que el día de su muerte, su cuerpo olería mejor, cosa que no sucedió; ya que, al tiempo murió y su cuerpo desprendió un horrible hedor.
En ambas tumbas nacieron flores; en la de Xtabay nacieron unas flores llamadas Xtabentún, una bella flor silvestre con néctar embriagante. Por otro lado, en la de Utz-Colel, nació un Tzacam, el cual es una especie de cactus, en el que nace una flor bella pero con olor desagradable.
La leyenda maya la describe como peligrosa conocida como la deidad de los pecados carnales, podía seducir o embrujar a los hombres, para el bien o para el mal, haciendo que se pierdan, que se vuelvan locos o hasta provocarles la muerte. Esta vez, Andy Grey, en vez de rendirle culto, crea el antídoto contra el embrujo de Xtabay.
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