¡Finalmente! Le ha llegado el turno a la etapa más discutida de Bob Dylan: su conversión al cristianismo fundamentalista. En su tiempo, publicó tres LPs de contenido bíblico que provocaron pesadillas entre buena parte de su público. Pero, como ahora se demuestra, aquellos discos eran la proverbial punta del iceberg.
En Trouble no more, el volumen 13 de la Bootleg series, se rescatan otras grabaciones hechas en la misma época. Hay una versión digamos que breve, en doble CD, pero aquí hemos trabajado sobre la edición exhaustiva, que comprende 8 CDs, un DVD y un libro. Allí encuentras un centenar de grabaciones nunca publicadas oficialmente, incluyendo 14 canciones inéditas de Dylan (y algunas versiones de composiciones ajenas). De esa cornucopia hemos extraído estas 11 grabaciones extraordinarias.
Son tomas en directo, interpretaciones en ensayos y pruebas de sonido, descartes de las sesiones en estudio. Revelan que aquellos temas fervorosos evolucionaron constantemente en letras y arreglos (hasta se llegó a contar con una sección de metales), que Bob tenía músicos de primera a su servicio, que las coristas negras no eran indispensables para transmitir su mensaje…aunque sí para la estabilidad emocional de Dylan.
Resumiendo: que era música gloriosa para una ideología repugnante. A todos los efectos, Dylan se expresaba como un cristiano sionista y ultraconservador. Se incorporaba así a un lobby extremadamente poderoso en Washington, que presumiría de haber guiado la política estadounidense hacia Israel durante las presidencias de Ronald Reagan y los dos Bush.
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